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La reconstrucción de viviendas, todo un reto para la SEDATU

+ 100 mil hombres y mujeres trabajan en la reconstrucción

+ En un principio reubican a 5 mil 600 familias

MÉXICO, D, F; 18 de Junio de 2014.- Tras un año transcurrido de que una parte importante de la población de Guerrero fue afectada en sus viviendas y en sus intereses por los efectos del huracán «Manuel», ha sido un gran reto para la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) desarrollar un programa integral para la construcción y rehabilitación de las viviendas de gran parte de la zona costera de esta entidad.

Por instrucciones presidenciales, la SEDATU, que encabeza Jorge Carlos Ramírez Marín, se dio a la tarea de aplicar un programa integral que comprende no sólo la construcción de nuevas viviendas, sino de la reubicación de colonias y complejos habitacionales, con los servicios de agua potable, drenaje, electrificación y otros servicios municipales, informó esta dependencia al dar a conocer detalles de la importancia de la vivienda en Guerrero.

A la fecha aún se trabaja en la construcción de más de 11 mil viviendas en el estado, cifra nunca antes registrada por una dependencia federal, y en la que participan 84 empresas locales. Esta dinámica ha sido muy favorable en la generación de empleos e ingresos, sobre todo para hombres y mujeres de esta entidad, quienes habían perdido gran parte o la totalidad de sus pertenencias.

Con la  reconstrucción habitacional del estado, empresarios pequeños, medianos y grandes incrementaron su plantilla laboral y aportan mayores impuestos, derivados de las ganancias que la reconstrucción les genera.

Estas empresas no tienen capacidad para trasladar a trabajadores a las comunidades en donde se reconstruyen las viviendas, de manera que tienen la opción de contratar a los habitantes de las mismas zonas beneficiadas por las acciones de vivienda. Esto, además de que resulta económico, deriva en un alto beneficio para gran cantidad de personas que encuentran una opción de empleo en sus lugares de origen.

En los últimos seis meses, 100 mil hombres y mujeres de Guerrero fueron contratados por las empresas que se encargan de la reconstrucción; es decir, se han registrado 100 mil empleos directos solamente en el estado de Guerrero.

Pero antes de empezar sus labores, los hombres y mujeres de las áreas de beneficio habitacional, reciben capacitación como albañiles, peones, carpinteros y pintores, entre otras habilidades, que serán de gran beneficio para el futuro en las regiones beneficiadas. Los empleos generados contribuyen a generar mayor bienestar en sus comunidades.

Un ejemplo, señaló la SEDATU, es la comunidad de La Pintada que, después de haber sido prácticamente  sepultada por un alud, lleva un gran avance en el programa emergente de reconstrucción habitacional.

Hace un año, en La Pintada existían dos tiendas de abarrotes y una papelería, pero luego de que sus habitantes fueron contratados para participar en la edificación de nuevas viviendas, las tiendas en la comunidad suman ahora 10. La papelería duplicó su tamaño y se establecieron dos cafeterías.  Todo ello, en un poblado donde habitan alrededor de 500 familias.

La dependencia federal que encabeza el secretario Ramírez Marín, enfrenta retos mayúsculos en la reconstrucción de Guerrero, además de que deberá organizar la migración más grande registrada en la historia del país, al reubicar a 5 mil 600 familias. En principio, la dependencia federal se echó a cuestas la enorme responsabilidad de construir más de 11 mil viviendas.

Este hecho es considerado como el mayor desafío, frente a la enorme dispersión en que se encuentran los afectados, a lo cual se suma la necesidad de construir y abrir nuevos caminos eficientes para el transporte de materiales, o la contratación de mano de obra local ante la imposibilidad de trasladar de un lugar a otro a trabajadores que en ocasiones deben construir una casa, separada por kilómetros de la siguiente vivienda que se encuentra censada.

Las personas que han viajado por ese estado saben que varias de sus regiones carecen de autopistas o carreteras, la mayoría son caminos que conectan a una comunidad con la otra, alejadas entre sí varios kilómetros.

De ahí que la reconstrucción avanza paulatinamente; sin embargo, ha generado una derrama  económica que inyecta recursos frescos en todas las comunidades rurales y abre expectativas favorables en toda la zona de la Costa Grande y Costa Chica.

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