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CAFÉ PARA TODOS

06 Agosto 2015

ALBERTO CARBOT       

+ MANLIO FABIO BELTRONES LLEGARÁ AL CEN DEL PRI Y SERÁ EL CANDIDATO VIABLE A LA PRESIDENCIA EN 2018; UNA DECISIÓN PRAGMÁTICA DE PEÑA NIETO

+ LA PROCURADURÍA GENERAL DE JUSTICIA DEL DF, RESPONSABLE DE LOS ENREDOS EN EL MULTIASESINATO EN LA COLONIA NARVARTE

Al iniciar hoy miércoles el proceso sucesorio en la dirigencia nacional del PRI, se abre una nueva oportunidad para que este partido se renueve y garantice su permanencia en el poder en el 2018, lo que sólo será posible con el arribo de Manlio Fabio Beltrones, un hombre de probada experiencia y capacidad de negociación con todas las fuerzas políticas.

Militante del PRI desde 1968 y con 38 años dedicado a la política, concita un amplio respaldo de la militancia tricolor. Su candidatura, para cumplir los cánones tendría que ser considerada por Consejo Político Nacional del  PRI, que precisamente a partir de hoy miércoles, definirá el método para elegir a su nuevo presidente y secretario general, así como para autorizar la emisión de la convocatoria respectiva y aprobar el tope de gastos de campaña.

De acuerdo con la convocatoria para la XXXIII sesión extraordinaria del colegiado, los cerca de 700 consejeros nacionales, iniciarán el cónclave en punto de las 18:00 horas. César Camacho Quiroz, actual líder priista señaló que propondrá al Consejo Político Nacional el método de Asamblea de Consejeros, que incluye a todos los Consejos Políticos de los estados y al nacional, que en suma representan casi 11 mil personas.

La Comisión Nacional de Procesos Internos emitirá la convocatoria que abrirá un lapso de 10 días para que puedan registrarse una o las fórmulas que consideren tener interés, derechos y requisitos cumplidos. En caso de que haya una sola fórmula, al término de esos 10 días, ya no habrá necesidad de seguir el procedimiento de proselitismo abierto, por lo que se le declarará ganadora en la sesión de Consejo Político Nacional que tendrá lugar el 20 de agosto.

Si se inscribe más de una fórmula, se abrirá un nuevo periodo de 20 días, por lo que “estaríamos hablando de prácticamente un mes para tener nueva dirigencia”, dijo Camacho Quiroz.

Naturalmente, se espera que en ese lapso se registre la candidatura de Manlio Fabio Beltrones, lo que -en opinión de quienes lo respaldan-, de hecho lo pone en el camino para ser incluido como prospecto a la Presidencia de la República en el 2018.

Además, su llegada a la dirigencia nacional del PRI, posibilitaría reencarrilar al país con los consensos necesarios en todos los estados e instaurar una nueva ruta de orden con apego al estado de Derecho, anteponiendo el interés nacional y de las mayorías al de grupos e incluso individuos.

Si bien es cierto que hay una buena conducción del país, también lo es que se requiere reedificar la política nacional y establecer nuevas reglas que sometan a partidos, grupos e incluso personas  a la observancia absoluta de la legalidad; es decir, certeza a la ciudadanía de que habrán de respetarse leyes, normas  y acuerdos pactados de manera democrática.

Por supuesto que el perfil de Manlio Fabio Beltrones, de 63 años, originario de Villa Juárez, Sonora -quien asegura que “mi vida es la política” y que “cuando se compromete la palabra hay que cumplirla”-, está fuera de toda duda. Es uno de los hombres más diestros en las artes políticas y capaz de garantizar el triunfo del PRI en la elección federal.

Hijo de Elena Beltrones Rivera y Rómulo Díaz Brown, un militar obregonista, el político sonorense se inició en el servicio público en 1975, en la oficina del entonces subsecretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios, primero como secretario auxiliar y posteriormente como secretario particular, y finalmente llegó a ser titular de la Subsecretaría de Gobierno, Desarrollo Político y Derechos Humanos.

Durante su gestión en esta Subsecretaría se gestaron el Instituto Federal Electoral, el Tribunal Federal Electoral y la Comisión de Derechos Humanos, desde donde encabezó las negociaciones poselectorales en 1988.

En 1982 se desempeñó como Diputado Federal por el IV Distrito de Sonora en la LII Legislatura. Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Sonora (1985). En 1985 fue designado Presidente del PRI en Sonora, y luego, Secretario de Gobierno del estado (1985-1987).

En 1988 fue Senador por su estado y posteriormente fue designado Subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación. En 1991 fue postulado como candidato del PRI a Gobernador de Sonora; obtuvo el triunfo y tomó posesión del cargo el 22 de octubre de 1991.

Al terminar su periodo como gobernador se dedicó al ejercicio de su profesión y, en 2002 fue nombrado Secretario General de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) de su partido.

En 2003 fue electo nuevamente Diputado Federal, desde donde presidió la Mesa Directiva. El 2 de julio de 2006 resultó electo senador para el periodo 2006-2012. A partir del 29 de agosto de 2006, fue el Coordinador de los senadores del Partido Revolucionario Institucional.

En los periodos 2006-2007 y 2010-2011 presidió la Mesa Directiva del Senado de la República. Desde el 1 de septiembre de 2011 se desempeñó como Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.

El 1 de septiembre de 2012 tomó posesión como Diputado Federal de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión y el 9 de agosto del mismo año, rindió protesta como Coordinador Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional en la Cámara de Diputados.

Casado desde hace 34 años con Sylvia Sánchez, tiene una hija, Sylvana, esposa del actual senador Pablo Escudero, del PVEM. Manlio Fabio Beltrones recibió el pasado 20 de noviembre la condecoración de Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor de la República Francesa.

UN POLÍTICO QUE HA DADO PRUEBAS DE SU DESTREZA

Los resultados generados tanto como líder de la Cámara de Senadores como de la Cámara de Diputados,  prueban fehacientemente su destreza, ya que fue capaz de convencer a las fracciones parlamentarias de todos los partidos representados en la Cámara de Diputados, de suscribir las reformas constitucionales propuestas por el ejecutivo federal.

Desde el ángulo que se le vea, esto fue un logro fundamental que permitió poner fin a décadas de estancamiento jurídico-constitucional, para atacar en áreas socialmente sensibles y estratégicas como la educativa, hacendaria, energética, financiera, laboral, de competitividad y judicial, entre otras, todas con un altísimo grado de complejidad y oposición político legislativa que parecían imposibles de aprobarse.

Esta capacidad de operación política bastaría para que la totalidad de los consejeros se inclinaran por la nominación de Manlio Fabio Beltrones, pero no es su único mérito, ya que se le han atribuido notables habilidades gracias a su amplio conocimiento y relación con casi la totalidad de los actores políticos de México.

Para muchos observadores políticos, la sola mención del nombre de Manlio Fabio Beltrones es una garantía para intentar recomponer el camino político y la imagen de la actual administración que encabeza Enrique Peña Nieto, aunque algunos lo hacían como relevo de Miguel Osorio Chong en la Secretaría de Gobernación.

El presidente, de manera pragmática, se ha tomado su tiempo para decidir quién toma las riendas de su partido, y de hecho se convierta en su posible sucesor en las próximas elecciones. Este comportamiento indica que más allá de filias y fobias, el sentido común obrará en la probable llegada del sonorense al CEN del PRI, en sustitución de César Camacho Quiroz.

No hay que olvidar que fue precisamente Peña quien optó por apoyar finalmente a Eruviel Ávila como candidato a la gubernatura del Estado de México, pese a que el hombre de todas sus simpatías era Alfredo del Mazo Maza, expresidente de Huiquilucan.

En esta ocasión todo parece que así será, no obstante la simpatía que Peña Nieto le depara a Aurelio Nuño Mayer, jefe de la Oficina de la Presidencia, y a quien muchos consideran el más cercano al círculo del jefe del Ejecutivo…

GRANOS DE CAFÉ

El asesinato de 4 mujeres y del fotorreportero Rubén Manuel Espinosa Becerril -quien laboró para la agencia Cuartoscuro y fue colaborador en Veracruz de la revista Proceso-, perpetrado el pasado viernes 31 de julio en un departamento de la colonia Narvarte de la ciudad de México, ha ocupado las principales planas de los medios impresos y de las redes sociales.

Más allá de los motivos del multihomicidio -que esperamos se resuelva a la brevedad y con toda transparencia-, el hecho pone de manifiesto la creciente ola de violencia que cada vez más amenaza a nuestro país, pero sobre todo, revela una gran desorganización al interior de la Procuraduría General de Justicia del DF, quien ha sido la principal responsable del surgimiento de versiones de todo tipo -descabelladas la mayoría de ellas-, por no haber fijado desde el inicio de las investigaciones, una postura oficial respecto al desarrollo de las pesquisas.

Esto es igual o tan grave como el hecho mismo, dado que la opinión pública ha sido confundida por las “informaciones”, pero sobre todo por las filtraciones, que sobre el caso se han encargado de generar tanto la Procuraduría como institución y los “gargantas profundas” que laborar en su interior y que sólo han contribuido a saciar el morbo popular y a acrecentar la confusión en la opinión pública con especulaciones y finalmente a generar mayor desconfianza en el trabajo de los organismos públicos encargados de la procuración de justicia.

El repudio por el múltiple crimen creció apenas se comenzaron a difundir a través de las redes sociales, los escabrosos detalles sobre el caso que conmocionó al país este fin de semana. Organizaciones de derechos humanos y el gremio periodístico han unido sus voces de nueva cuenta para exigir justicia.

El fiscal capitalino, Rodolfo Ríos Garza, señaló en conferencia de prensa que en una recámara del lugar del crimen, se encontraron sin vida 2 personas del sexo femenino: “Nicole” -presuntamente de origen colombiano, cuyo verdadero nombre no fue dado a conocer porque la policía carece de la documentación probatoria- (29 años) y Yesenia Quiroz Alfaro, (18) maquillista, originaria de Mexicali, Baja California.

En otra recámara fueron hallados los cuerpos de los activistas sociales Nadia Vera Pérez (32 años) y el también fotorreportero Rubén Espinosa (31). En el cuarto de baño, fue encontrada “Alejandra”, (40), empleada doméstica, de quien tampoco se han dado a conocer sus verdaderos datos. Todos los cuerpos presentaban escoriaciones e impactos de bala calibre 9 milímetros en la cabeza.

De acuerdo con el expediente FBJ/BJ-1/T2/4379/15-07, la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PJDF) cuenta con 2 testigos vitales para el esclarecimiento del multihomicidio: “Arturo”, amigo del fotoperiodista y Esveidy, una de las inquilinas del departamento por el que en conjunto supuestamente pagaban 10 mil pesos mensuales.

“Arturo” estuvo presente también en la reunión que se llevó a cabo en el departamento ubicado en la calle de Luz Saviñón 1909, a donde llegó con Rubén Espinosa, el jueves 30 por la noche, invitados por Nadia Vera, quien compartía el departamento con Yesenia Quiroz, al igual que con “Nicole”, y la joven Esveidy, empleada de Sagarpa.

Aun cuando la tarde de este miércoles fue anunciada la captura de uno de los sujetos presuntamente involucrados en el multiasesinato -gracias a una de las huellas dactilares encontradas en el departamento-, y aunque los indicios apuntan inicialmente al móvil de robo, el Procurador Ríos Garza declaró que, “no se ha descartado ninguna de las líneas de investigación”, aunque por el descontrol informativo haya dado pie a una serie de suposiciones que sólo han contribuido a confundir aún más a la opinión pública y a abonar al descrédito y desconfianza en las instituciones y particularmente en el aparato judicial.. Sus comentarios envíelos al correo  gentesur@hotmail.com.

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