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LETRAS DESNUDAS

17 Marzo 2018

MARIO CABALLERO

CUANDO SE CONFUNDE EL ÉXITO CON EL CRIMEN

Un lector de nombre Carlos Héctor Nieto me envió un mensaje para censurarme por la dura crítica –según él- que he hecho sobre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Y concluye diciéndome que el movimiento de ésta es exitoso. Defiendo su derecho de opinión, pero no estoy de acuerdo con sus razones. Por lo que expongo las propias para decir lo contrario.

Afirmar que el movimiento de la CNTE es exitoso, es obligarnos a creer que el vandalismo es también libertad de expresión. Si eso fuera cierto, entonces es un derecho el bloquear calles, botear, destruir el patrimonio histórico, utilizar bombas molotov para enfrentarse a los policías, golpear con tubos, palos, cadenas y piedras, asaltar tiendas de conveniencia, secuestrar, saquear y quemar camiones de mercancías y de pasajeros, incendiar edificios públicos, retener a funcionarios y canjearlos por criminales (maestros) que vandalizan y asaltan.

También, es un derecho el apoderarse de espacios públicos, robar gasolina, bloquear casetas de cobro y sustraer el pago por peaje. De igual forma, intimidar a los automovilistas, obligar a los maestros a sumarse a las marchas, golpear a reporteros, agredir a los ciudadanos inconformes con las manifestaciones, defraudar la educación, dejar a miles de niños sin clases, cobrar por dos o tres plazas, apropiarse de los recursos financieros destinados a la educación y crear una guerrilla urbana para oponerse al gobierno.

Si lo de la CNTE es una lucha exitosa, esos son sus derechos, aunque realmente todas esas acciones están tipificadas como ataques a la paz pública en el artículo 369 del Código Penal para el Estado de Chiapas, que sanciona el vandalismo y la destrucción de la propiedad privada y pública.

En resumen: si el bandidaje forma parte de la libertad de manifestación, entonces condenar a generaciones a la miseria, desigualdad e ignorancia es un derecho de la CNTE. No podrían estar más equivocados.

COMO EN EL PASADO

Hablar del magisterio en Chiapas es hablar de daños a la educación. Por mucho tiempo los choques con el gobierno han sido muy lucrativos para las dirigencias sindicales. Esa táctica política, la del pandillerismo, convirtió a maestros pobres en políticos adinerados, con ranchos, residencias, camionetas del año y con puestos para sus familias en las distintas secretarías y en el Congreso del Estado.

La dirigencia nacional de Carlos Jonguitud Barrios se distinguió por ser huelguista. A través de esa práctica logró que presidentes como Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo y Miguel de la Madrid le otorgaran importantes prebendas políticas. Hasta que Carlos Salinas de Gortari lo obligó a renunciar en medio de una protesta magisterial, sustituyéndolo por la chiapaneca Elba Esther Gordillo Morales, la ex dueña del magisterio mexicano que cayó tras las rejas el 26 de febrero de 2013.

Así, mientras Carlos Jonguitud acrecentaba su imperio despótico cada vez que los maestros salían a marchar, el profesorado terminaba en las mismas: con sueldos de hambre y sin ninguna garantía sobre sus derechos como trabajadores del Estado. “La maestra”, por consiguiente, los utilizó y los resultados fueron casi iguales: el acrecentamiento del poder de la ex lideresa y su fortuna. Sin embargo, los docentes nunca perdieron el entusiasmo. Creyeron en las falsas esperanzas de los pasados líderes y estaban dispuestos a seguirlos hasta la mismísima tumba.

Lo mismo que sucede en nuestros días: los maestros sirven de recuas para hacer el trabajo pesado, arriesgando el pellejo (coloquialmente dicho), entretanto los cabecillas sacan ventajas de eso para negociar prebendas con el gobierno y así puedan seguir en la impudicia.

La reforma educativa sin duda alguna vino a afectar los intereses de los líderes sindicales, como la venta de plazas, la herencia de las mismas, la asignación de las comisiones por conveniencia o compadrazgos, el cobro de sueldos sin trabajar y la utilidad política y económica que significa tener el control sobre la vida de los maestros, por mencionar algunos.

De ahí viene la razón básica que sostiene al movimiento: la dirigencia de la CNTE se niega a perder esos privilegios que la nueva legislación les priva y que además ha devuelto la rectoría de la educación en manos del Estado, de donde nunca debió salir.

Así es en otros países del mundo. El gobierno es el que tiene el control sobre el sistema educativo bajo una burocracia madura que ha logrado importantes avances en el rendimiento de la educación y el ingreso de servidores públicos y maestros con comprobados méritos, que son finalmente los objetivos de la reforma educativa en México.

Vivir en el pasado y conservar los beneficios es lo que persiguen los maestros de la CNTE. Por eso la violencia, el caos y el terror que provocan en la sociedad. Quienes presiden el movimiento son Adelfo Alejandro Gómez, Pedro Gómez Bámaca, Alberto Mirón y Armando Falconi, maestros que al politizar el movimiento y controlar a los “profes” gozan de riquezas.

No olvidemos que durante el gobierno de Juan Sabines Guerrero, la cúpula sindical sacó muchos beneficios de las marchas. El entonces subsecretario de gobierno, Nemesio Ponce Sánchez, les pagaba a los líderes para que no hubiera protestas ni plantones. Se rumora que el pago iba desde los quince hasta los cincuenta mil pesos mensuales. Según el sapo era la pedrada.

¿ÉXITO?

De tal manera, el “movimiento exitoso” no es sino delincuencia e impunidad. No podemos calificarlo como tal cuando vemos que los docentes no han logrado ningún provecho de las manifestaciones contra la reforma educativa y ésta sigue en pie. Además, podemos decir que ha sido más exitosa la reforma porque el control de la educación lo tiene el gobierno federal y no la CNTE, por ella se elaboración leyes secundarias, se crearon instituciones para medir el impacto educativo en el país, la implementación de mecanismos para la asignación de plazas, estímulos al desempeño y la permanencia en el trabajo, e inspiró la normatividad laboral vigente.

Los que más han perdido en esta absurda lucha son los maestros rebeldes. Por los caprichos de los líderes, los profesores que están metidos en la bola perdieron respeto, dignidad y el valor como los agentes de cambio que deberían ser. Hoy, ante la vista del pueblo, no son sino delincuentes con visa de impunidad.

Después del crimen organizado, la CNTE es el conflicto que más daños ha causado a la niñez y juventud del país.

No hay éxito en la violencia. El crimen no es un derecho. Tampoco la libertad de manifestación puede ser tomada como pretexto para delinquir con impunidad. Asimismo, ¿dónde está la justicia que dice exigir la CNTE en las protestas cuando lo evidente es el chantaje, el oportunismo, la persecución de riquezas y cuotas de poder, la violación a los derechos humanos y constitucionales a vivir en paz y tener una educación de calidad?

Concluyo. La lucha de la CNTE no es exitosa porque criminaliza a quienes están en su contra, así sean maestros. Como a los que una vez les cortaron el cabello o los que por no apoyar los plantones y las marchas les impiden ingresar a las comunidades y a las escuelas donde trabajan. No es exitosa porque siempre busca martirizarse, uno que otro muerto para lanzar esa frase triunfalista que le oímos decir a Adelfo Alejandro Gómez, ex dirigente de la sección 7 del SNTE, cuando en diciembre de 2015 el joven profesor David Gemayel Ruiz murió víctima de sus propios compañeros. “Ahora sí ya chingamos”, dijo.

PARA MAGDALENA

Todo parece indicar que los partidos, o más bien la gente ligada al sistema, nombrarán al candidato al gobierno del estado de Chiapas en el último momento. Pero mientras éstos se disputan la candidatura, el priista Roberto Albores Gleason y el morenista Rutilio Escandón caminan tranquilamente. Nadie sabe para quién trabaja… La polémica que surgió en redes sociales a partir de que el Congreso del Estado nombró a Juan José Zepeda Bermúdez como nuevo presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, se me hace demasiada absurda. Ya explicaré por qué… Importantísima la labor del Dr. Moisés Grajales Monterrosa, secretario de seguridad pública municipal, al inspeccionar los centros nocturnos de Tuxtla Gutiérrez. Con ello fueron suspendidos muchos comercios que operaban en la ilegalidad. Los jóvenes y toda la ciudadanía tuxtleca, así como los visitantes, deben estar muy agradecidos… ¡Chao!

@_MarioCaballero

 

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