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LETRAS DESNUDAS

17 Octubre 2017

MARIO CABALLERO

EL PRECANDIDATO

A raíz del encuentro Diálogos Galileos, iniciativa del Partido de la Revolución Democrática, ya han empezado a circular versiones sobre la posibilidad de que José Antonio Aguilar Bodegas no sólo sea el posible candidato al Gobierno de Chiapas por ese partido político, sino también el candidato ideal que pudiera hacer realidad una alianza importante entre el PRD, PAN y Movimiento Ciudadano.

No cabe duda que la política es fundamentalmente la ciencia de lo impredecible. Los que en ella actúan, los políticos, son partícipes de los vaivenes de la a veces firme y a veces frágil democracia. Por tal motivo cualquier pronóstico que hagamos hoy puede ser muy distinto el día de mañana. Contra todas las apuestas, Barack Obama ganó la Presidencia de Estados Unidos. Y Donald Trump se impuso ante una inteligente y experimentada Hillary Clinton. La ciencia de lo impredecible.

Hasta hace algún tiempo, nadie se imaginaba que José Antonio Aguilar Bodegas pudiera convertirse nuevamente en un fuerte aspirante a gobernador del estado. Siendo blanco de una persecución política de parte del ex gobernador Juan Sabines Guerrero, se creyó condenado al olvido. Pero en los últimos años su carrera política recuperó su brillo y ha demostrado con resultados ser un hombre de gran tenacidad y sumo liderazgo.

SABINES: COBARDE Y ABUSIVO

En 2005, Aguilar Bodegas le ganó la candidatura del PRI al Gobierno de Chiapas a Juan Sabines Guerrero. Tenía la trayectoria, la capacidad y la experiencia para asumir una responsabilidad tan importante. Mientras Sabines sólo tenía un apellido famoso y una carrera política meteórica que lo había llevado en pocos años de ser un desempleado en la Ciudad de México a presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez.

A la sazón, Sabines Guerrero renunció a su corta militancia en el PRI para luego ser respaldado por una alianza de partidos en cuyo nombre llevaba la traición: Coalición por el Bien de Todos.

Uno con todos fue el lema del gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía, que arrastraba una larga estela de abusos de poder, corrupción, crímenes de estado, homicidios, presos políticos, infanticidios y el desvío de los fondos de reconstrucción del huracán stan por once mil millones de pesos. Así que la mejor y única salida que tenía para evadir la justicia era pactar con uno de los candidatos a relevarlo en el poder. Y lo hizo con Juan Sabines Guerrero.

Salazar fue un dictador que no toleró la oposición y el pensamiento crítico. Con el uso de la fuerza pública y el clientelismo dominó las decisiones en el Congreso del Estado y en el Poder Judicial. A la mínima muestra de desobediencia utilizaba la policía para imponer sus caprichos a quien fuera y mantener postrada a sus pies a todas las instituciones estatales, incluyendo a los partidos políticos. Así, con el control político, económico y social, impuso la candidatura de Juan Sabines y habilitó toda la estructura gubernamental para favorecerlo.

Sabines fue acusado de rebasar el tope de gastos de campaña. Hay rumores de que tuvo la aprobación de Pablo Salazar para que los programas sociales fueran usados para condicionar el voto de los ciudadanos. Además, se presume que gozó a disposición de los vehículos oficiales, personal de gobierno y que fue financiado con el erario de los chiapanecos. Finalmente, a pesar de todo el apoyo y de un conteo polémico en el IEPC, “ganó” las elecciones con una diferencia del 0.22%. ¿Hubo fraude electoral? Obviamente.

Salazar le pidió impunidad a Sabines y a cambio le entregó el poder del Estado. Sin embargo, éste lo traicionó y lo envió a la cárcel el 7 de junio de 2011.

Después de ese trágico desenlace, José Antonio Aguilar Bodegas se convirtió en uno de los opositores más aguerridos del régimen sabinista. Hace poco aclaró: “Si quieren tomarlo por el lado del enojo por el daño que Sabines hizo hacia mi persona y hacia mi familia, pueden hacerlo, aunque juro que no es así. Todo lo que hice y critiqué de su gobierno fue porque en verdad me dolió el abuso que él estaba cometiendo en contra de los chiapanecos y del estado”.

Aguilar Bodegas denunció la corrupción, el enriquecimiento ilícito, los delitos electorales, el sobrendeudamiento público y la venganza política que el ex gobernador Sabines Guerrero emprendió contra muchos activistas y líderes políticos y sociales. También censuró las declaraciones de los compromisos de los Objetivos del Milenio de la ONU que decían que Chiapas ya había cambiado cuando en la realidad miles de familias seguían viviendo en la pobreza y en la marginación, con miles de jóvenes desempleados y niños muriendo por enfermedades curables.

Eso, definitivamente, enfureció a Juan Sabines que un acto arbitrario le inventó una serie de delitos sin tener fundamentos. Emprendió una campaña para desacreditar su trabajo, lo acusó de operar con recursos de procedencia ilícita y de pertenecer a la delincuencia organizada.

Entonces, ¿por qué José Antonio no fue a la cárcel? Es importante aclarar que en ese tiempo no tenía ningún cargo político y tampoco disfrutaba de la protección del fuero constitucional. De tal manera, no fue encarcelado porque nunca le comprobaron los crímenes. Todo se trató de una persecución política de parte de un gobernador cobarde y abusivo.

PRESTIGIO

“Lamento que eso se haya dado porque yo vivo en Chiapas. Porque mis cariños, mis amores, mis compromisos están aquí. Aquí está mi familia, aquí he vivido, aquí he estudiado y estudié para involucrarme en el desarrollo de mi estado. Lo que sucede en Chiapas a mí me duele mucho. Me duele que haya desigualdad, me duele que haya pobreza. Me duele que no todos tengamos las mismas oportunidades ni el mismo estado de bienestar. Eso es lo que  nos debe seguir motivando a todos a trabajar”, son las palabras de Aguilar Bodegas recogidas en una entrevista realizada hace algunas semanas.

Con ese pensamiento llegó a la titularidad de la Secretaría del Campo desde donde hasta hace pocas horas fue quizá el elemento más valioso del gobierno de Manuel Velasco Coello.

Si bien José Antonio Aguilar Bodegas tiene una amplia experiencia y reconocida capacidad profesional, particularmente en la administración pública, donde se ha desempeñado en varios puestos durante los últimos treinta años, es de dominio público el importante trabajo que realizó en dicha secretaría.

Rindió protesta en la SECAM los primeros días de enero de 2015, donde atendió a más de un millón 500 mil productores con obras de infraestructura, herramientas, insumos, apoyos económicos y asesoría técnica y tecnológica. En los pasados años dicha dependencia ha recibido un presupuesto de más de 12 mil 600 millones de pesos, que José Antonio supo canalizar para una mayor productividad del campo chiapaneco en medio de un ejercicio responsable y transparente de los recursos.

A parte del mejoramiento productivo del sector agropecuario, Aguilar Bodegas fue un buen mediador para la solución de viejos conflictos con respeto al agro. Es así que en municipios y comunidades indígenas como Acteal y Polhó, que se declararon independientes y donde un gobernador no ponía un pie desde hace muchos años, se logró la paz y un ambiente de respeto mutuo entre los pobladores y la administración de Manuel Velasco Coello. El gobernador no solamente pudo entrar a esos lugares, sino también fue bienvenido y entregó apoyos de los programas destinados a la recuperación y reactivación del campo.

Desde esa dependencia, José Antonio nunca trabajó como político sino como funcionario. Destacó el compromiso hecho por el gobernador Velasco de impulsar el sector productivo y les pedía a los hombres y mujeres del campo que aprovecharan los recursos y siguieran confiando, “porque para Manuel Velasco ustedes son una prioridad en su gobierno (sic)”.

La diferencia entre los políticos exitosos y los oportunistas consiste en que los primeros orientan sus aspiraciones basándose en los resultados que obtienen, mientras los segundos prefieren más hablar que actuar. Que José Antonio Aguilar Bodegas vuelva a ser visto como fuerte aspirante al Gobierno del Estado no es producto de la casualidad, sino del trabajo que ha venido haciendo y de los resultados alcanzados durante largos años.

¿Lograrán los partidos conjuntarse en un proyecto abanderado por Aguilar Bodegas?  No lo sabemos. Pero sin lugar a dudas él es un político que no podemos perder de vista. ¡Chao!

@_MarioCaballero

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