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ESPAÑA… ELOGIO A LA FIDELIDAD

Agustín PÉREZ CERRADA*/Foro Independiente de Opinión**                       

ZARAGOZA, España, 19 de Mayo de 2016./Agustín Pérez Cerrada.- En estos tiempos de abandonos y traiciones, habría que hacer un elogio a la fidelidad y a la lealtad, cuando ser fiel parece que no está de moda. La misma moda nos ofrece ejemplos contrarios con sus modelos de frivolidad. Así, figurones de la política o de la escena, escritores o directores de cine, tiburones de la economía y tantos otros, muestran en sus palabras, en sus negocios o en su vida, que la palabra comprometida ya no es garantía de nada; ya no digamos de los juramentos de amor eterno; ni siquiera los contratos escritos son de fiar, en los que ha de tenerse mucho cuidado con la letra pequeña. Y seguro que encontrarán sesudas justificaciones para hacer lo contrario de lo prometido, tal como dice la letra del conocido bolero “nosotros”: “te quiero con el alma, te juro que te adoro, pero en nombre de ese amor… debemos separarnos”. ¡Vaya paradoja!

Parece que se han olvidado las pautas que en otro tiempo nos orientaban. Aquellas que la literatura plasmó en arquetipos brillantes: Penélope, la esposa de Ulises, modelo de paciencia y constancia que hacen posible la fidelidad; la Ofelia de Hamlet, y del mismo Hamlet, en su fidelidad a la memoria de su padre asesinado; o la fidelidad de D. Quijote de la Mancha a sus ideales, y aun del mismo Sancho Panza, su escudero, que le sigue con fidelidad. Y también, entre los mortales, aquellas figuras que la historia de cada país nos recuerda: el Cid Campeador, que representa la fidelidad del vasallo, al exigir el juramento del rey en Santa Gadea de Burgos; el canciller inglés y humanista Tomás Moro como un ejemplo de fidelidad a Dios; o un Davy Crockett, el mítico héroe norteamericano en la batalla de El Álamo, y tantos otros. Todo ello sin contar con la muchedumbre de padres y madres de familia que viven su fidelidad sin pregonarla, y más la de aquellos que cada día ayudan a sacar adelante a los hijos con alguna carencia.

Los patrones ahora parecen ser otros. El individualismo hedonista sabe poco de lealtades. La prensa amarilla, las revistas del corazón y la televisión con sus programas basura, difunden —o promueven y retribuyen— la frivolidad de figuras superficiales, que llegan a ser aceptadas e incluso aplaudidas. Todo ello contribuye a crear un conformismo ambiental que lleva al ciudadano medio a imitar esos modelos, con comportamientos personales en los que la fidelidad y la lealtad ya no son un supuesto previo de las conductas y de las relaciones: lo permanente es mirado con cautela, dando preferencia a lo efímero, a la levedad. En tal caldo de cultivo, en que lo importante parece ser “hacer lo que todo el mundo hace”, las generaciones jóvenes ignorarán lo que es la lealtad, que lleva a una persona honrada a cumplir los compromisos libremente adquiridos.

La causa del hombre leal le sobrevive, mientras que la causa del egoísta muere con él. La lealtad y la fidelidad tienen que combatir siempre la tendencia natural del hombre a centrar la vida en torno a sí mismo y a los propios intereses.

Ante el conformismo social, habría que reaccionar de alguna manera, como posiblemente habrá reaccionado aquel matrimonio anciano que paseaba por nuestro parque, cogidos de la mano, mirándose como cuando eran novios, cuya contemplación me animó a escribir estas líneas: ellos ya eran un elogio a la fidelidad.

Agustín PÉREZ CERRADA

Foro Independiente de Opinión                        http://foroin.wordpress.com

*Agustín Pérez Cerrada. Avenida Cesáreo Alierta, 27-29, 8º D. Zaragoza (España)

**El Foro Independiente de Opinión es un grupo de profesionales (licenciados en Química, Medicina, Pedagogía, Ingenieros Agrónomo, de Caminos, Profesor Mercantil, Catedráticos universitarios, etc.)

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