MEXICO, D. F., 01 de Julio 2014.- Quienes hicieron la Revolución mexicana por las tierras, por la libertad fueron los campesinos, las mujeres y los hombres del campo, murieron más de un millón de mexicanos, por eso exigimos el respeto a los Ejidos, a las Comunidades Indígenas a la pequeña propiedad, señaló Rosa María Armendáriz Muñoz, Presidenta Confederación Nacional Campesina de Indígenas y Productores Rurales A.C.
No estamos en contra del cambio ni de las reformas que México necesita, pero si estamos en contra de que los hombres y las mujeres del campo sigan pagando, con sus tierras y sus vidas el progreso para que otros se beneficien a su costa.
“Se deben de considerar todas las opciones para que los dueños y/o dueñas de las tierras con hidrocarburos tengan la mejor opción para seleccionar que es lo que mejor les conviene, tienen derecho a ganar, a beneficiarse de los cambios legislativos. A tener una vida digna, a asegurarse un futuro prometedor para ellos y sus familias.”
Armendáriz Muñoz, aseguró que como señala el Partido Revolucionario Institucional, “y los respaldamos en esta propuesta”, en las opciones de que se incluya la venta o renta de tierras, asociaciones entre propietarios y empresas que se encarguen de explorar y explotar el subsuelo, siempre cuidando el impacto ambiental.
Las líder nacional campesina dijo que la creación de empresas ejidales y comunales, emprendedores del campo respaldados y asesorados por el gobierno federal y estatales.
Es por ello en el capítulo cuarto del dictamen debe de beneficiar a quienes han sido marginados del progreso y de su propiedad que es la tierra. De hacerse así se evitarían problemas en doce Estados de la
República y cerca de 300 municipios que se verían afectados y por ende millones de campesinos.
Siempre nos hemos pronunciado en contra de las expropiaciones ejidales y comunales, es contra la Ley, la Constitución, y la ética ciudadana, comentó Armendáriz Muñoz, pero la nada transparente idea de expropiación pone en peligro a los dueños de las tierras.
A nivel mundial está prevaleciendo el despojo de las tierras de indígenas, campesinos, de los dueños de las tierras, que por varias razones se les ha marginado del progreso para que abandonen sus tierras y así apropiarse de ellas. Acotó Rosa María Armendáriz Muñoz.
Datos
En los últimos años la superficie cultivable y con recursos naturales como el petróleo, minerales es objeto de especulación económica y acaparamiento internacional. Poderosos gobiernos, corporaciones privadas y fondos de inversión se están apropiando de millones de hectáreas en los países en vías de desarrollo, como México entre otros, buscando que por la legalización se apoderen de estas tierras.
Cuyo fin es hacer negocios con alimentos y garantizar suministros en épocas de crisis.
Uno de los peores peligros para la humanidad es el hambre, por eso México debe garantizar superficies cultivables y evitar a futuro importaciones millonarias que muchos mexicanos no podrán pagar.
Alteran las relaciones de poder de un territorio y/o de un continente. El fenómeno mercantil consiste en la compra masiva de tierras, de África Subsahariana, Sudamérica la superficie es escandalosa, cifrándose aproximadamente en 227 millones de hectáreas en 2001, cuya superficie explotada podría alimentar a cerca de mil millones de personas en el mundo.
En los países pobres cada semana se vende una superficie aproximada de la ciudad de Londres a inversores privados. No debemos olvidar que la escasez de productos básicos, comida incluida, fue la causa de las revoluciones árabes que acabaron con varios gobiernos.
No se puede confiar en la estabilidad de los mercados, incluido el alimentario, venimos sufriendo la crisis financiera y económica de 2008 y va para largo, hoy, hay más de mil trescientos pobres en el mundo, desnutridos y enfermos.
El incremento del precio de los alimentos orilla a las personas a manifestaciones masivas. Los más pobres son los más afectados.
Una consecuencia directa de este acaparamiento de tierras es apropiarse de los recursos hídricos de estos países, hay sobreexplotación mundial a las reservas hídricas, donde antes había pesca y manglares, hoy están secos y/o contaminados.