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LETRAS DESNUDAS

30 Junio 2017

MARIO CABALLERO

¿GOBERNAR O ASALTAR AL PRI?

La nueva afrenta al senador Roberto Albores Gleason es lógica pero embustera. Lógica porque las ambiciones del poder son más exigentes ante la proximidad de las elecciones de 2018. Sobre todo para los priistas desempleados. Y embustera porque quieren quedarse con el poder del partido acusándolo sin fundamento de cometer delitos graves, como causar división en la militancia. Pero por sus métodos difamatorios, la amenaza y la utilización de priistas que no son priistas, no queda claro qué es lo que quieren sus detractores, ¿gobernar o asaltar al PRI?

Roberto Albores Gleason es un joven político originario de Comitán de Domínguez, Chiapas, cuna del célebre doctor Belisario Domínguez Palencia y de la autora de Balún Canán, Rosario Castellanos. Nació el 16 de febrero de 1979, y es a sus 38 años de edad un político con muchas posibilidades de convertirse en el próximo gobernador de Chiapas. Es esto el motivo de la campaña de odio en su contra.

Desde 2015, una coalición de priistas y políticos corruptos han tratado de desprestigiar la imagen del senador. Lo tachan de inmoral y hasta de anti priista. Mediante cartas abiertas dirigidas al dirigente nacional del partido, Enrique Ochoa Reza, pretenden maliciosamente quitar a Albores del liderazgo estatal del PRI. Con eso buscan, al mismo tiempo, truncarle sus aspiraciones políticas.

Albores Gleason es señalado de haber pactado la dirigencia con el ex gobernador de Chiapas Juan Sabines Guerrero y Humberto Moreira, entonces presidente nacional del PRI. Aseguran que ese fue el factor por el cual el organismo perdió muchos votos en 2012 y 2015. También lo acusan de abusar de su posición para malversar 300 millones de pesos en cinco años.

Además, aseguran que es el responsable de causar “terribles daños” a la operatividad del partido y de utilizar grupos subversivos para fragmentarlo. Pero es una franca difamación.

Lo es cierto es que la situación real del PRI no es como la pintan, y les creeríamos a los calumniadores si sus intenciones de renovar el liderazgo fueran honestas, pero las denuncias son planeadas por viejos priistas que ya tuvieron su oportunidad para guiar las riendas del partido y que sólo lo utilizaron para llenarse los bolsillos, crear redes de corrupción y complicidades que llegaron incluso a obedecer las órdenes de los gobernadores.

Dice un dicho que para tener la lengua larga hay que tener la cola corta.

¿QUIÉNES LO ACUSAN?

Los que están detrás de los líbelos ponzoñosos contra Albores es una descarada alianza de priistas, obedientes a los dictados de Arely Madrid Tovilla, Sami David David, Aquiles Espinosa García, Andrés Carballo Bustamante, entre otros, que quieren secuestrar al organismo que ve en estos momentos sus mejores años desde el 2000. Intentan apropiarse de él a cualquier costo político y a perpetuidad.

  1. Arely Madrid merece respeto sólo porque es una señora de la tercera edad. Tiene 65 años. Por otra parte es el símbolo más transparente del arribismo. En las elecciones de 2006, traicionó al PRI al maniobrar a favor del candidato perredista al gobierno del estado, Juan Sabines Guerrero. Reunida en su casa con sus propios operadores políticos organizó una cruzada en todo Chiapas para ganar votos para Sabines.

 

Al asumir el poder Sabines Guerrero impuso a Madrid Tovilla en la dirigencia estatal del PRI en 2007. Se cuenta que Sabines le entregó millonarios recursos del erario público para el organismo, pero el sabotaje de Madrid al partido no paró ahí, pues se le acusó de vender las candidaturas hasta en 10 millones de pesos.

A su salida, la agrupación política era un desastre. De ser el partido supremo pasó a gobernar nada más el 20 por ciento de la población chiapaneca.

Judas ganó 30 monedas de oro por traicionar a Jesucristo, y Arely Madrid se hinchó de dinero al traicionar al partido y hasta tuvo tiempo de colocar a su hijo Mario Escobedo Madrid en la Secretaría de Organización del instituto, y luego lo hizo regidor en el gobierno municipal de Samuel Toledo Córdova Toledo. Como se dice, el crimen paga.

  1. Andrés Carballo presume de ser un gran político y que lo único que le falta es ser gobernador. Pero en octubre de 2008, fue señalado de estar detrás de una banda de criminales llamados Los BMW, un grupo de riquillos que se dedicaban a golpear a jóvenes de la ciudad. Muchas de las golpizas las subían al Facebook.

A parte de ser protector de delincuentes, Carballo no es un hombre de ética. Ha estado en las filas del PT, PRD, PAN Y PRI, por este último partido ya ha sido presidente municipal, diputado y dirigente estatal. En su etapa como alcalde de Pichucalco se distinguió por sus borracheras en un famoso bar de Tuxtla Gutiérrez. Hoy es una de las personas más odiadas y no sólo por haber dejado al municipio en una profunda crisis económica, sino porque logró que sus hijos sigan gobernando en el lugar y haciendo jugosos negocios con el dinero público.

  1. Aquiles Espinosa es hechura de Arely Madrid, siempre ha sido su lacayo. En diciembre de 2003, fue encarcelado por manejar un automóvil marca Volkswagen con reporte de robo en el estado de Puebla. Ya fue presidente interino del PRI y diputado local.
  2. Sami David también sostuvo la dirigencia del partido, pero no fue elegido sino impuesto por Roberto Madrazo. Llegó a recomponer las torpezas de Aquiles Espinosa, pero lo dejó peor que como estaba. En las elecciones de 2000 fue pisoteado por el dictador Pablo Salazar Mendiguchía.

Estos son los principales personajes que acusan a Albores Gleason de inmoralidad, pero ellos ¿con qué autoridad moral exigen al PRI nacional la renovación de la dirigencia en Chiapas cuando ellos mismos traicionaron a la militancia y la convirtieron en una cueva de ladrones?

LA FARSA

Albores Gleason asumió el mando del PRI el 9 de agosto de 2011. Logró la candidatura de unidad junto con 8 mil priistas, el apoyo de los sectores, organizaciones y presidentes municipales del partido, asimismo con el 98 por ciento del Consejo Político Estatal y el 97 por ciento de los Comités municipales. Que haya obtenido el cargo por la influencia de Juan Sabines, es mentira.

Cuando llega a la dirigencia el PRI gobernaba el 20 por ciento de las alcaldías en el estado. Después de las elecciones del primero de julio 2012, teniendo él a penas once meses en el poder, el organismo pasó a tener el dominio en el 45% de las presidencias municipales. Ese mismo año, en alianza con el PVEM ganó la gubernatura y Chiapas se convirtió en el quinto estado que más votos obtuvo para el presidente Enrique Peña Nieto.

En 2015, el Partido de Calles logró 432 mil 562 sufragios, ganando 26 alcaldías, 10 diputaciones locales y cinco federales. Se posicionó como la segunda fuerza política en el estado, a pesar de estar otro partido en el poder.

Por otro lado, ¿de dónde sacan los acusadores del senador Albores que haya desviado 300 millones de pesos? Si sacamos las cuentas eso equivaldría a 5 millones de pesos mensuales y, obviamente, el partido no recibe ni siquiera el 25 por ciento de dicha cantidad. Otra mentira.

La tercera carta a Enrique Ochoa Reza la firman supuestamente 85 priistas, pero 53 de estos no son militantes del PRI, y entre ellos al menos 24 personas no dieron su autorización para aparecer en dicho documento. Lo que es un delito por falsificación de firmas, falsificación de documentos y usurpación de identidad. Crímenes por los que deben ir a la cárcel los autores intelectuales.

Por otra parte, el responsable es un tal Asunción Cirilo Hernández Santos, que tampoco pertenece a las filas del PRI y la única referencia que se tiene de él es que en 2011 fue detenido en la Ciudad de México por el caso de trata de personas.

Matamos lo que amamos decía Rosario Castellanos. Difamar a Roberto Albores Gleason para quedarse con el control del PRI es desprestigiar al partido, a su vez, que crea una nube de desconfianza en la sociedad.

Si los opositores de Albores no lo saben, en estos momentos no se puede ni ignorar ni atacar al senador. Si lo ignoran, seguirá avanzado sin cortapisas y con ideales firmes hacia la gubernatura de Chiapas; si lo atacan, resaltan su figura. Hay veces que lo simple se enriquece con la polémica.

Los viejos priistas atacaron como por miedo, y con eso nos dicen que Albores Gleason es el enemigo a vencer. ¡Chao!

@_MarioCaballero

yomariocaballero@gmail.com

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