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Gran oportunidad del potencial cafetalero mexicano

+ Eligen a José Julio Espinosa Morales, nuevo presidente de la Unión Nacional de Productores de Café de la CNC

+ De la cafeticultura dependen más de 500 mil productores, la mayoría de zonas indígenas de la vertiente del Golfo de México, de las Huastecas y del sureste mexicano

CIUDAD DE MEXICO, 05 de Diciembre de 2016.- En un ejercicio democrático, uno más en los cuadros directivos de Ramas de Producción de la Confederación Nacional Campesina, CNC, en que está empeñado el senador Manuel Cota Jiménez, se eligió a José Julio Espinosa Morales como nuevo dirigente de la Unión Nacional de Productores de Café.

Durante la elección, que cumplió con los Estatutos, la Declaración de Principios y el Programa de Acción de la CNC, el responsable de todo el proceso, Rubén Escajeda Jiménez, secretario general de la organización, expresó que la renovación de los comités ejecutivos nacionales de las ramas cenecistas abre nuevas opciones para alcanzar índices de eficiencia y calidad en la administración de las propias ramas y una situación similar se presenta en las dirigencias estatales de las Ligas de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos.

José Julio Espinosa Morales, luego de que asumió el cargo, protestó cumplir con los ordenamientos jurídicos, económicos y de plena administración de la organización, ante la presencia de representantes de los 12 estados productores de café que hay en el país. Esta ceremonia formal se realizó en el auditorio del Teatro “Sergio Magaña”, de la Casa del Agrarista.

En su mensaje, Espinosa Morales señaló que el cultivo del café representa para México una fuente permanente de empleos y de ingreso de divisas por efecto de la exportación, pero, aún más importante, dijo, representa el sustento para más de 500 mil familias campesinas, la mayoría de zonas indígenas de la vertiente del Golfo de México, de las Huastecas y del sureste mexicano.

Resaltó que “la gran oportunidad que tenemos, es la creciente demanda del consumo mundial de café. Para el año 2025 se requerirá una oferta de 50 millones de sacos más, de los cuales México puede aportar una buena parte de ese volumen.

“Contamos con potencial productivo por explotar, en la misma forma en que lo han hecho países exitosos en la producción, industrialización y exportación de café”, con ventajas comparativas favorables para nuestros productores, como es el hecho de que la mayoría de países han llegado al límite de su frontera productiva, en tanto que México cuenta con 700 mil hectáreas dedicadas al cultivo, donde es posible incrementar productividad y calidad.

Consideró necesario prepararnos mejor para aprovechar en todo su potencial los mercados nacionales e internacionales. Debemos sortear mejor ser parte del TLCAN y próximamente del TPP. Si bien se ha notado incertidumbre por la participación de países como Vietnam y Perú por aquello de las desgravaciones progresivas para variedades arábigas y robustas, así como de cafés tostados, tenemos tiempo para ser más productivos y competitivos.

Aprovechó la oportunidad para pedir que se escuche la voz de los productores cafetaleros, sobre todo que se ponga en la mesa de discusiones el tema de cupos de importación de café, en particular de variedades de baja calidad para la industria torrefactora y de cafés solubles. “De lo contrario, sería una competencia difícil de salvar”, apuntó el líder de los cafeticultores.

Consideró que ya es tiempo de aplicar en la cafeticultura los resultados de la investigación “aún archivada en los institutos y darle impulso a la innovación tecnológica con mayor ímpetu, ahora más que nunca, por las variaciones climáticas que impactan en la producción, lo cual se agrava por la presencia de plagas y enfermedades”.

Es posible practicar una actividad cafetalera de mayor productividad y eso es posible mediante el aumento del número de plantas por hectárea, con variedades de probada calidad y alta productividad y resistentes a la Roya, los Nemátodos y la Broca, entre otros males.

Propuso varias alternativas de solución en esta actividad. Primero, contar con un marco jurídico que permita tener un órgano rector con facultades, autonomía y presupuesto, a fin de que se integre la cadena productiva y se abran posibilidades de planeación, acciones y desarrollo de programas exitosos.

Es necesario, dijo, depurar un padrón de productores que sea creíble, con definición de objetivos y utilidad del FIRCAFÉ. Asimismo, revisar el esquema de compra y venta en el mercado nacional del café; financiamiento accesible para los pequeños productores; promoción del consumo de nuestro café en el país y el extranjero.

Para este efecto, el dirigente cafetalero propuso que el Ejecutivo Federal emita un Decreto, y reconoció el gran avance logrado por el Poder Legislativo, en particular de los legisladores cenecistas y de la Comisión Especial del Café, de la Cámara de Diputados.

 

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