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SEMÁFORO

22 Julio 2017

SE BUSCA UN JUEZ.

Exal Baltazar Juan Avila/APyPM/APM

VERDE.

En este México moderno, que abre sus puertas a una nueva era, en que la tecnología y el narcotráfico es una moda, es necesario que las autoridades se capaciten y obtengan el respeto de la sociedad que permanece desconfiada ante cada caso en que la justicia se ve burlada y las leyes violadas surge la figura majestuosa de dos grandes personajes de la justicia italiana en una época violenta en la que afrontaron a la mafia y hicieron valer las leyes: Paolo Emanuele Borsellino y Giovanni Falcone.

AMARILLO.           

Paolo Emanuele Borsellino, nace en Palermo, Sicilia un 19 de enero de 1940 y fallece en un atentado perpetrado por la mafia siciliana el 19 de julio de 1992, en la via D’Amelio, en Palermo.

Con 22 años, el 27 de junio de 1962 Borsellino se titula o mención honorifica. El título de la tesis de fin de carrera fue «El fin de la acción delictiva» y su tutor fue el político y jurista Giovanni Musotto.

En 1963 Borsellino aprobó el examen de juez. En 1967 pasó a ser juez de primera instancia en Mazara del Vallo, y dos años después, en 1969, comenzó a trabajar como tal en Monreale, en colaboración con el capitán de los Carabinieri Emanuele Basile. Fue en este contexto donde tuvo la posibilidad de conocer por primera vez la rama sanguinaria de la mafia, en este caso particular la de los corleoneses.

El 21 de marzo de 1975 fue trasladado a Palermo y el 14 de julio del mismo año entró como juez instructor a las órdenes de Rocco Chinnici.

En 1980 la investigación dirigida por Basile y Borsellino tuvo como consecuencia el arresto de los primeros seis mafiosos. Sin embargo, se vio truncada por el asesinato, el 4 de mayo de ese mismo año, de Emanuele Basile, su mujer y su hija.

También en 1980, y bajo la dirección de Chinnici, se formó un departamento de lucha contra la mafia, conocido en Italia como el pool antimafia, en el que trabajarían tres magistrados (Falcone, Borsellino y Giovanni Barrile) y dos comisarios (Ninni Cassarà y Beppe Montana). El pool antimafia fue, en palabras de Borsellino, “un experimento que la ley no contemplaba pero que, obviamente, no fue prohibido.”

Todos los miembros del nuevo departamento solicitaron, de inmediato y expresamente, la intervención del Estado, que no se produjo.

El 29 de julio de 1983 Rocco Chinnici perdió la vida tras la explosión de un coche bomba frente a su casa. A los pocos días el también siciliano Antonino Caponnetto se trasladó desde Florencia a Palermo para ocupar su puesto.

En 1984 se produjeron los arrestos de Vito Ciancimino y de Tommaso Buscetta. Este último, llamado “Don Masino” en el entorno mafioso, fue detenido en São Paulo y posteriormente se le extraditó a Italia, donde comenzó a colaborar con la justicia. Buscetta llevó a cabo una descripción muy detallada sobre una mafia de la que por entonces se sabía poco o nada.

A finales de julio de 1985, Cosa Nostra asesinó a Giuseppe Montana. Sobre la escena del crimen, el otro comisario del pool, Ninni Cassarà, comentó a Borsellino su opinión de que tanto uno como otro eran «cadáveres andantes». A los pocos días, el comisario Cassarà también fue asesinado. Debido a estos ataques, se trasladó a los magistrados Falcone y Borsellino a la sala de visitas de la cárcel de la isla de Asinara, en la costa noroeste de Cerdeña. Allí empezaron a redactar el sumario del futuro proceso de Palermo, conocido en Italia como Maxiprocesso di Palermo. Al cabo del tiempo, y como Borsellino confirmó posteriormente, se supo que los responsables penitenciarios solicitaron a los magistrados el pago por los gastos y una indemnización por su insólita estancia.

El 19 de diciembre de 1986 Borsellino abandonó el pool antimafia para ser nombrado Prefecto de Marsala, la ciudad más poblada de la provincia de Trapani, continuando allí la campaña contra los capos de la mafia. En 1987, después de que Caponnetto dimitiera de su cargo por razones de salud, todos los miembros del equipo (Borsellino incluido) imaginaron que lo más lógico era que Falcone pasase a ocupar su cargo de director del equipo. En cambio, el Consejo Superior de la Magistratura (CSM) no opinaba lo mismo y, a causa de estas divergencias, empezaron a surgir los temores de que el pool antimafia fuera desintegrado.

El 14 de septiembre, el juez Antonino Meli le ganó finalmente la partida a Giovanni Falcone y se convirtió, por cuestiones de edad, en el director del pool. Borsellino solicitó entonces un traslado a la fiscalía de Palermo y el 11 de diciembre, junto al sustituto Antonio Ingroia, comienza su trabajo en la capital siciliana, como fiscal auxiliar.

El 23 de mayo de 1992, en un atentado en la desviación de la autopista A29 hacia Capaci, a pocos kilómetros de Palermo, perdieron la vida Giovanni Falcone, su mujer, Francesca Morvillo, y tres de sus escoltas: Antonio Montinaro, Vito Schifani y Rocco di Cillo. Cuatro días antes del atentado, el 19 de mayo, Paolo Borsellino había concedido una última entrevista en la que habló de las conexiones entre la mafia y el sector industrial del norte de Italia en general, y de Milán en particular, refiriéndose, entre otras cosas, a las investigaciones que estaban en curso acerca de los vínculos entre el senador Marcello Dell’Utri, el criminal Vittorio Mangano y Silvio Berlusconi. Cuando le preguntaron acerca de si Mangano era una especie de «pez piloto» de la mafia del norte, Borsellino respondió que se trataba con toda seguridad de una «cabeza de puente de la mafia del norte de Italia». En cuanto a las conexiones con Berlusconi, prefirió abstenerse de dar juicios definitivos porque no se sentía autorizado a hablar acerca de lo que al tiempo otros magistrados estaban investigando judicialmente.

En las elecciones presidenciales de 1992, los diputados por el Movimiento Social Italiano votaron a favor de la candidatura de Paolo Borsellino a Presidente de la República.

ROJO.

El 19 de julio de 1992, tras haber almorzado en Villagrazia con Agnese, su mujer, y sus hijos Manfredo y Lucía, Paolo Borsellino se dirigió con su escolta a la via d’Amelio, al hogar de su madre.

Un Fiat 126, estacionado frente a la vivienda y cargado con aproximadamente 100 kg de trinitrotolueno, hizo explosión causando la muerte de Paolo Borsellino y de cinco miembros de su escolta: Agostino Catalano, Vincenzo Li Muli, Walter Eddie Cocina, Claudio Traina y Emanuela Loi, la primera mujer del cuerpo de la Polizia di Stato italiana que fallece en acto de servicio. Solo sobrevivió Antonino Vullo.

Salvatore Riina, jefe de la familia de los Corleonesi y considerado también responsable del atentado que acabó con la vida de Giovanni Falcone, su mujer y su escolta, fue sentenciado a cadena perpetua. Bernardo Provenzano, detenido el 11 de abril de 2006, también ha sido inculpado del asesinato de Borsellino. Ambos cumplen condena actualmente. No obstante, las fiscalías de Palermo y de Catania siguen coordinando esfuerzos para esclarecer la posible implicación de nuevos agentes, entre ellos, personas vinculadas con los servicios secretos.

 

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