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LETRAS DESNUDAS

13 de abril de 2015

Mario Caballero

LOS RETOS DE FERNANDO CASTELLANOS

En la década de los cuarenta y principio de los cincuenta existían por lo menos tres requisitos para que un partido o un personaje de la política obtuviera credibilidad ante la sociedad: Primero, guardar buenos principios dentro de los estatutos orgánicos; segundo, trabajar con ética y, tercero, llevar a cabo acciones que redimiesen las condiciones de marginalidad de la colectividad. Hoy, supongo que tristemente, el concepto “credibilidad” ha perdido vigencia.

Antes, para que una agrupación política obtuviera cierta reputación y llegara a fincarse dentro de la confianza de la gente bastaba con que se declararan solemnemente de izquierda, arengar sus buenas intenciones y ofrecer remedios a los históricos problemas de la población, aunque estos fueran impracticables. Por supuesto, la ignorancia y el desinterés de la mayoría de la población ayudaban en mucho a la estafa.

Sin embargo, hoy la sociedad se ha vuelto más crítica debido a la inmediatez de la información; hoy la gente somete al escrutinio público las acciones de los partidos y de sus principales actores; hoy todos se enteran por radio, televisión o internet de los deleznables escándalos de corrupción e impunidad, y lanzan el veredicto a través de las redes sociales que vienen siendo algo así como el sanedrín de los tiempos modernos.

En la era actual, definida por la autonomía de la demagogia, la fuerza del ultraje y la falta de propuesta de las agrupaciones políticas, resulta muy gratificante y loable a la vez observar a un partido político congraciado con la sociedad. Y, quizás, debido a la dificultad que causan estos factores el logro sea mayor para el Partido Verde Ecologista de México, que ha llegado a consolidarse como una alternativa política de éxito ante las circunstancias que envuelven el ánimo del pueblo que, a lo largo del proceso democratizador, ha crecido desconfiando en los partidos, rechazando la falta de legitimidad y sintiéndose diariamente despojada.

 

Empero, el tema básico actual en el Partido Verde en el estado es el cometido de Luis Fernando Castellanos Cal y Mayor por hacer que la institución permanezca en la confianza de la gente y por ofrecer proyectos políticos que beneficien en primera instancia a los chiapanecos y fortalezcan a la estructura partidista con tal de presentarse como garantía de cambio y de progreso.

LA MISIÓN

Luis Fernando Castellanos Cal y Mayor, joven político de 28 años de edad, recibe la dirigencia estatal del Verde Ecologista el 15 de junio de 2014, y en los primeros 100 días de iniciar la empresa visita 25 municipios con el propósito de compartir la plataforma política llamada Agenda de Unidad 122, que consiste en promover la participación ciudadana, promover el respeto a los derechos políticos de la mujer, promover el respeto y el cumplimiento de las leyes y la promoción de la unidad.

Desde el primer día de su dirigencia dejó muy en claro que su tarea es lograr que la militancia verdecologista se consolide y crezca de acuerdo con las exigencias de los tiempos que nos ha tocado vivir. Y para lograr estos objetivos se ha sometido a una incansable incursión por todo el estado, donde al recorrer municipio por municipio comparte el importantísimo mensaje de que para que haya una sociedad más justa y próspera se necesita de servidores públicos comprometidos, de hombres y mujeres con verdadera vocación de servicio, que estén al tanto de las voces de la gente, de sus inquietudes, palpando las necesidades que aquejan en cada rincón de un estado desastrosamente abatido por la cerrazón y la ignominia de los que abusaron del poder.

En la enérgica cruzada, Fernando Castellanos se ha topado con el abrigo y el apoyo de la militancia, que comparte el ánimo y el fervor de un político que se ha ganado la simpatía colectiva a base de trabajo, inteligencia y con ganas de construir mejores condiciones de vida para la gente.

Castellanos Cal y Mayor es un hombre de familia con una preparación académica envidiable, pues tiene en su acervo cultural la carrera de Leyes, un posgrado en Ciencias del Estado cursado en Buenos Aires, Argentina, y estudios sobre Alta Administración Municipal en el ITESM. Por lo tanto, el lenguaje correcto, el discurso eficaz, la visión detallada sobre los fenómenos políticos que nos envuelven no son producto de la improvisación, sino parte de sus facultades intelectuales que giran de acuerdo al nivel y al criterio que la época requiere.

LOS RETOS

El 2012, el gran año de la transición democrática, indudablemente fue un buen año para el Partido Verde: más de 600 mil votos de adeptos al partido fueron sustanciales para la victoria en los comicios pasados para elegir gobernador. Y gracias al enorme respaldo que recibió de la sociedad civil hoy tutela el gobierno en uno de cada tres municipios de la entidad. Al parecer, el partido ha fomentado en los ciudadanos un proyecto de cambio indiscutible.

Luis Fernando Castellanos tiene frente así un compromiso de gran envergadura: conducir al partido verde por ese ya transitado camino de victoria y lograr que la confianza de la gente siga acompañándolos. Y hacer, además, que se idealice a nivel organizacional, en cada militante, en cada uno de los participantes en los comicios en puerta, el modernismo político que está permeando en las estructuras políticas europeas, mismo que  está cambiando la manera de hacer política.

El dirigente Castellanos proclamó estar comprometido en llevar al organismo alejado de los compadrazgos políticos, del paracaidismo presupuestal, del clientelismo, del escándalo y de la corrupción. Y definir, en lo personal y a nivel institucional, que la democracia no es sólo electoral, sino la vía más favorable para repartir los beneficios de salud, educación, vivienda y económicos a una sociedad chiapaneca harta de promesas incumplidas y ansiosa de una propuesta política que convenza.

@_mariocaballero

MARIO CABALLERO

9611019627

 

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