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14 Octubre 2017
MARIO CABALLERO
CÁRCEL: LA EXIGENCIA
Lo digo con mucho respeto: Una prostituta finge mejor un orgasmo que un político sus deleznables ambiciones.
En un vídeo grabado en el interior de una camioneta, el ex gobernador Pablo Salazar Mendiguchía simula tener una conversación telefónica con una persona a quien le asegura que irá “por la libre” al Senado de la República. “Ya lo pensé muy bien. Más de un amigo me ha dicho que es una locura, acepto que es una bendita locura. Mi carrera política siempre la he hecho a contracorriente, es difícil pero no imposible. ¡Vamos a remontar todas las dificultades!”, dice. Cínico.
Es indiscutible que existen dos temas de procuración de justicia que siguen pendientes en Chiapas. El de los ex gobernadores Pablo Salazar Mendiguchía que sueña con volver al poder y el de Juan Sabines Guerrero, que es protegido por el gobierno federal que le otorgó un cargo diplomático para evadir la cárcel. Así, mientras el pueblo de Chiapas padece la más dolorosa ignominia producto de la rapacidad y corrupción que es herencia de dos sexenios, éstos disfrutan de impunidad viviendo en el lujo y las comodidades.
SALAZAR: EL TIRANO
Antes de la insurrección del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en enero de 1994, la carrera política de Pablo Salazar era frívola y desconocida. Pero despegó después de que el gobierno federal y el EZLN firmaran los acuerdos para ponerle fin a los enfrentamientos, pues fue nombrado Secretario de Gobierno durante la administración de Javier López Moreno.
Ese mismo año le otorgaron la candidatura al Senado de la República para el periodo 1994-2000. En la Cámara de Senadores fue miembro de la Comisión de Concordia y Pacificación que unida con integrantes de ambas cámaras legislativas logró los pactos conocidos como los Acuerdos de San Andrés, que por indiferencia del Congreso de la Unión no fueron convertidos en ley tal como se había convenido. De ahí, sin otros méritos, Salazar saltó a la candidatura al gobierno de Chiapas respaldado por ocho partidos políticos.
En periodo de campaña se presentó ante la sociedad chiapaneca como maestro de primaria y fiel devoto de Cristo, tocaba en la rondalla de la Iglesia del Nazareno. Pero al poco tiempo estalló el escándalo de que su título de profesor era falso y que supuestamente nunca había dado clases.
No podemos asegurar que ganó con el voto de la comunidad cristiana y del magisterio, pero obviamente sí le ayudó mucho para ganar las elecciones en 2000. Sin embargo, a pesar del apoyo recibido, durante los seis años de su mandato reprimió todas las manifestaciones magisteriales y estudiantiles cuando en campaña les había prometido resolver los problemas y cubrir todas las necesidades del sector educativo.
En cada marcha los maestros fueron golpeados, humillados y en algunos casos desaparecidos. La fuerza pública actuaba como la Gestapo de Hitler.
En las protestas de la Escuela Normal Rural Mactumatzá, que exigía mejores condiciones para los estudiantes, padres y alumnos fueron brutalmente golpeados por los policías que entraron a las instalaciones para detener a los manifestantes. De esa disputa decenas de estudiantes fueron encarcelados y enviados a la extinta cárcel de Cerro Hueco. Lo más lamentable de la agresión salazarista fue la muerte de un chofer de la escuela que recibió un disparo en el pecho mientras conducía el camión que transportaba a los alumnos que regresaban de una protesta frete a Palacio de Gobierno. La bala salió del arma de un agente judicial.
Al terminar el gobierno, Pablo Salazar dijo: “Heredamos al pueblo de Chiapas gobernabilidad, una administración moderna, finanzas ejemplares con cero deuda y una sociedad con estabilidad y entusiasmo social”. Pero en realdad la herencia que dejó es la siguiente:
– El 24 de marzo de 2001, Salazar mandó a disolver con la fuerza pública la decisión de los magistrados de nombrar presidente del Poder Judicial del Estado a Jorge Clemente Pérez. Imponiéndose así sobre otro Poder constitucional.
– El jueves 10 de octubre de 2002, tres sicarios contratados por Salazar golpearon a Pedro Raúl López Hernández, entonces presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. De la golpiza el abogado terminó en el hospital. Por órdenes de Pablo, el Congreso local le quitó el fuero a Pedro Raúl. Luego fue inculpado de delitos inexistentes y obligado a huir del estado por temor a las amenazas de muerte.
– Entre diciembre de 2002 y enero de 2003, murieron un total de 35 niños recién nacidos por una infección contraída en el Hospital K de Comitán. Los padres de los neonatos alegaron negligencia médica, falta de medicamentos y abandono oficial del gobierno del estado. A buen tiempo los médicos le solicitaron a Pablo Salazar el helicóptero oficial para trasladar a los bebés a la Ciudad de México para ser atendidos, pero se los negó.
– Los días 3, 4 y 5 de octubre de 2005, el huracán Stan causó varias muertes en Chiapas y cuantiosos daños materiales. Varias centenas de familias quedaron sin hogar. Días después de la tragedia el Congreso de la Unión autorizó 11 mil millones de pesos para la reconstrucción, pero Pablo Salazar no entregó el dinero. Simplemente, se lo quedó.
– Se estima que el número de muertos en ese terrible sexenio fue de más de cien personas, entre líderes políticos, sociales y activistas.
SABINES: EL CORRUPTO
Juan Sabines Guerrero era un don nadie cuando vino a Chiapas proveniente de la Ciudad de México. Traía una mano por delante y otra por detrás para cubrir sus vergüenzas. Hoy, sin embargo, es Cónsul en Orlando, Florida, ganando un sueldo mensual de 10 mil dólares.
Ganó la gubernatura de Chiapas en unas polémicas elecciones donde se presume hubo fraude electoral. Fue apoyado por Pablo Salazar quien dispuso de la estructura de gobierno para encumbrarlo. Pero el 7 de junio de 2011, envió a la cárcel a Pablo que fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Cancún y trasladado al penal de “El Amate” acusado de peculado.
Esta es la herencia que nos dejó Sabines Guerrero:
- Al terminar su gobierno, el 33.5 por ciento de la población chiapaneca tenía un grave rezago educativo, un millón 476 mil personas carecían de vivienda, dos millones 878 mil no tenían los servicios básicos en el hogar y un millón 252 mil personas no contaban con una alimentación continua. Entonces, ¿dónde están los miles de millones de pesos que supuestamente fueron utilizados para combatir la pobreza y la marginación en el estado?
- En los seis años que duró en el poder fueron corrompidas las instituciones. Manipuló los tres poderes del Estado, impuso presidentes municipales, controló el Congreso local a través de Zoé Robledo Aburto, utilizó el Poder Judicial del Estado y el Órgano de Fiscalización Superior para proteger a los funcionarios y alcaldes corruptos, manejó los partidos políticos con dinero del erario y así se beneficiaron los entonces dirigentes Arely Madrid Tovilla (PRI), Carlos Palomeque Archila (PAN), Luis Raquel Cal y Mayor (PRD), y hasta creó su propia militancia, el partido Chiapas Unido cuyo primer dirigente fue su esposa Isabel Aguilera.
- En 2012, habían 300 mil pobres más en comparación con la cifra de 2006.
- Del préstamo de 3 mil 870 millones de pesos que le aprobó el Congreso del Estado el 3 de octubre de 2012 para el pago de proveedores, gastos de instrumentación y cambio de gobierno, Juan Sabines Guerrero no dio cuenta de ese dinero y por lo mismo el gobierno actual enfrentó una crisis financiera en sus inicios.
- Al final, Juan Sabines dejó una deuda de más de 40 mil millones de pesos que se pagarán durante los próximos 30 años.
CÁRCEL Y NO PODER
Si algo nos debe este gobierno es justicia en los casos de los dos anteriores ex gobernadores, y eso merece todo tipo de reclamos. Pablo Salazar fue un tirano que abusó de su autoridad para someter a las instituciones e imponer sus caprichos a la sociedad. Juan Sabines Guerrero utilizó el poder para satisfacer su lujuria y egocentrismo. Convirtió al Gobierno del Estado en una francachela. Tanta impunidad es imposible de tolerar.
En el libro La lección de August, RJ Palacio escribió: “No les des ese poder sobre ti. No les des esa satisfacción”. Ha llegado la hora en que alguien en Palacio de Gobierno escuche las miles de voces que exigen justicia para los chiapanecos y cárcel para Salazar y Sabines. De lo contrario, la negligencia gubernamental será la diosa perra que protege a los delincuentes y permite que gobiernen sobre un pueblo mancillado. ¡Chao!
@_MarioCaballero