viernes , abril 26 2024

Crónica de un informe anunciado

30 Octubre 2013/Tapachula, Chiapas.

Carlos Morán/ edición para internet

Es sábado, son las 12:15 del día y estoy a punto de cruzar el puente del libramiento sur, me dirijo al primer informe de Samuel Chacón, que por segunda ocasión rendirá ante el pueblo en un escenario desconocido  para mí,  “El palenque de gallos de feria mesoamericana”. Desconocido el sitio porque nunca estuve de acuerdo con este “elefante blanco” que abusó y se burló de sumisión de los tapachultecos, aunque creo que eso, solo unos cuantos lo sentimos, así que me uniré al pueblo para vanagloriar la imagen de Juan Sabines, ex gobernador de Chiapas, que le dio a Tapachula, lo que merecen los tapachultecos… A mi llegada cientos de personas van por la carretera de regreso a casa, contentos con playera en mano y otros luciéndola sobre el cuerpo. Una mujer cubre con el regalo el cuerpo de su recién nacido de las inclemencias del sol.

En un santiamén ingreso gracias a los oficiales que me abrieron paso y en la entrada, las subordinadas que visten uniformadas de inmediato me reconocen y una de ellas me acompaña hasta mi lugar. Imágenes de Joan Sebastián y Juan Gabriel se cruzan por mi mente, y es que el pueblo está jubiloso, ardiendo de calor,  encendido y excitado a ritmo de la batucada que anuncia segundos a mi ingreso la llegada del edil quien se toca el pecho con estudiada humildad y abriendo sus brazos hacia el público que recibe con beneplácito sus besos y el saludo de un hijo prodigo tan deseado por quienes desde las 10 de la mañana lo esperaban. No esperaron mucho  para finalmente iniciar lo que todos los comunicadores anunciaban: el informe de un edil sobre una administración  heredada en ruinas, pero a salvo por un hombre que luchó por la responsabilidad que hoy ejerce exponiendo por el pueblo su salud. (Porque todos sabemos de la salud de nuestro Edil)

El calor es infernal, sobre todo para el populacho que está apostado en las gradas, teniendo a escasos 90 centímetros del cerebro las hojas de láminas de rebotaban un calor de los mil demonios del medio día, pero es el pueblo y el pueblo posee un pellejo aguantador. El contraste es evidente, abajo las guayaberas blancas de los políticos, empresarios,  así como de chamacos que ya aprenden el camino fácil de la vida política,  y los vestidos de seda y poliéster. Llama la atención morbosa una integrante del gabinete que presume, fuera del lugar, por supuesto, un modelito con incrustaciones de perlas, en corte romano como si se tratase de una velada romántica, a juego sus zapatillas de plataforma reciben los hilos de sudor que corre desde sus muslos, pero bueno, es típico que en esta región algunas mujeres luzcan modelos escandalosos y de noche a plena luz del día, es cultural, como dice un falso premio nacional de periodismo.

El escenario es sobrio e impresionante, no por el tamaño sino por la cantidad de gente que ha llegado por convicción propia y para apoyar a un presidente que hoy está modernizando la ciudad; tal vez una de las obras más molestas que nadie se había atrevido a hacer por temor a la crítica y el escarnio, sobre todo de los comerciantes que tienen que mermar sus ganancias en un 90% por las afectaciones, pero al final de cuentas Samuel no se debe a los comerciantes, sino a un pueblo que votó por él, así que desde hace un año, decidió correr con el juicio de muchos pero el aval de todos para renovar sus calles por nuevas,  no “para siempre”, sino necesarias con iluminación, ¡la iluminación!, que en sus calles ausentes es el cómplice del delincuente… Y Samuel lo sabe, lo siente, por eso está presente.

En  realidad llegué tarde, se me hizo tardísimo porque el peinador no terminaba de arreglarme y la camisa que porte en el evento sufría unos ajustes de última  hora por una malvada mancha que atrajo el agua y la plancha exprés, pensé que no llegaba a tiempo, desde el auto escuchaba la somnífera voz de una locutora de radio que arroja palabras sin temor alguno, y en una de tantas la escuché decir tras la entrevista con la primera dama de Tapachula,  la Sra. Alejandra del Rosario Rodríguez Victorio de Chacón Morales, “que sí, en efecto, el DIF, había realizado obras de cataratas y carnosidad… solo le fato decir que también había atendido hemorragias de sangre”,   es imposible evitar la risa de vergüenza e impotencia ante la ignorancia atrevida de quien osa tomar un micrófono para presumir su pobreza, pero en fin, el caprichoso palenque de Juan Sabines Guerrero construido en Tapachula violando leyes y tranquilidad de muchos pobladores, está a reventar y eso es lo que menos importa.

El acto protocolario comienza y a mi celular llegan mensajes de lo que ocurría en el interior, muchos que estaban ahí no lo hacían por convicción ni por respaldo, sino por intereses personales, deseaban salir en la foto, abrazarse con el edil, hacerle creer, no importaba la dignidad ni el calor, acostumbrados tal vez a caminar con el crucifijo en el pecho, criticando al gobierno con la lengua pero con las manos por debajo recibiendo y suplantando el chuletón, no dejaban de escribir y rumiar desde sus asientos. Contestaba algunos por cortesía pero me llamaba la atención el glamour de la 14ª regidora, que para ese día lució un atuendo original, una pieza realizada por manos de indígenas chiapanecas en medio de una autentica mezcla de telas que diseñó lo que presumió desde su sitio privilegiado en el escenario.

El ex presidente Manuel Pano,  está entre los distinguidos invitados, luciendo una boina española y con un semblante jovial, la batucaba continuaba a coro con la ovación de la multitud  que no se cansa de vitorear el nombre de Samuel, a tiempo que las mantas con agradecimientos  y sus ojitos negros se posaban en particular mirada o llamado para saludar con una sonrisa, lanzar otro beso y comienza el himno nacional.

Nada es casualidad, todo es a propósito, todo tiene un fin y cada área del ayuntamiento ha colaborado para que este magno evento reciba a poco más de seis mil invitados. En el interior no caben más de los que entran, en aquel sitio que ha servido como escenario ideal  para los actos de barbarie en donde una pareja  de gallos exponen sus vidas en un combate a muerte, continúa con los chiflidos y vítores, este pabellón retumba desde sus entrañas y comienza  Samuel a rendir cuentas a través de las pantallas, tantas calles, millonarias inversiones, iluminación, seguridad, modernidad para este jirón de la patria que ha sido el trampolín de muchos y enriquecimiento de otros tantos seguros de la dejadez de un pueblo que no reclama, que no pide justicia y que permite ser usado, vilipendiado…

Antes de comenzar lo de hoy,  solicité sesudas opiniones sobre mi pasión, cosa que no acostumbro a hacer porque tengo un deber honesto conmigo mismo y con quienes me leen, no porque me importen las críticas o porque supongan que yo recibo sobres con billetes de altas denominaciones para redactar mamellazos,  y las respuestas fueron las mismas, -Sé real como siempre Carlos, no hipócrita, no maquilles ni exageres, pégate a la verdad y redacta una crónica con lenguaje coloquial, sin metáforas, porque quienes no aprenden de la crítica, están destinados a vivir dormidos o a cavar su propia tumba- Así que sin preámbulos terminaré diciendo que…

El sonido fue pésimo, y es que el sitio, para cualquier profesional con un poquito de visión, hubiera sabido que la acústica no era la mejor ¡El rebote de la lámina!, y es que el sitio está hecho para eventos barbaros  y no protocolos serios como debe ser un informe;   pocos entendimos totalmente lo que  decían los mensajes y solo se comprendía algunas partes, el calor era ¡De la chingada!, tan  agotador que la gente comenzó a abandonar el palenque, además, la larga espera, dos horas y media en el interior de este recinto que perdió toda formalidad con la presentación de un show travesti como si se tratase de un evento ranchero dirigido a gente baja  y corriente , le dio un sello vulgar o denigró lo poco salvable del informe.

No sé quién haya sugerido la presentación de un travesti imitador de Alejandra Guzmán, en un acto tan respetuoso y formal como lo es la rendición de cuentas de un edil, que seguro estoy, lo que trataba, quien sugirió la puesta del show,  no era de quedar bien con él presidente, sino que éste se expusiera,  abriéndole su evento con un show de barata categoría. Dicho de una manera más simple, le dio a la yugular al evento. ¿Qué habrá pensado Don Ramón Gutiérrez de Gasperín, sin duda uno de los empresarios más honorable de esta ciudad que acudió como una vez me lo dijo –hay que apoyar a este presidente Carlos -.  Creo que alguien debe decirle al presidente, (porque a mí no me hará caso),  que se asesore bien, y desde luego, que haga correr las cabezas que tengan que rodar porque sino, para la segunda será peor. En honor a la verdad, el presidente no merecía esto.

La grupo de batucada brasileña que Cheque Orduña puso de moda, al no estar bien dirigidos, estuvieron a punto de terminar con el evento al hacer  una interrupción equivocada, pero gracias a uno de los muchachitos que  desde lo alto de la cabina cruzaba sus brazos brincando para que se callaran, este agravio se esfumó. Claro que era su culpa porque la lógica ya no es tan lógica y no es lo mismo que logística. Para esto hay que ir a la universidad, viajar un poco, leer, cultivarse…

Quien tenga la responsabilidad de la imagen del ayuntamiento, es necesario que sepa que se hizo fuera del lugar, que su trabajo lo expuso mediocremente y quien no revisó que el sonido fuera el adecuado, merece todo, menos que se le ovacione, al contrario. Lamento sí el presidente no vio estas fallas y se deja marear por quienes le queman incienso en los pies y solo se enfocó en la demostración que el pueblo le hizo,  pero había mucha gente y creo que todo ciudadano, ya merece respeto y que se le honre su dignidad respetándole tiempo y formas.

Finalizo diciéndole a Samuel que me da mucho gusto que haya cumplido un año de trabajo, a pesar de tantas dificultades. Que su trabajo es bueno, pero que sino se aplica y revisa cuánta gente que colabora con él solo desea hacerle  daño, su candidatura para la diputación federal, está en peligro. Por cierto Samuel, me gustó tu pantalón de lino color arena que llevaste, solo que yo hubiera elegido una guayabera mejor,  más original, pero bueno, sé que tampoco aceptarás mí sugerencia.

En general el pueblo demostró que quiere a su presidente porque no llegó ni por la torta que no hubo, mucho menos por el refresco que estuvo ausente y tampoco por la playera con la imagen de nuestro edil; no hubieron acarreados (no es sátira), todos llegaron como yo, por cumplir respetuosamente a una invitación  y querer estar en un evento por demás ¡insuperable!, sólo que el sonido, el show de burdel y fuera del lugar, el calor, el grosero tiempo de espera  y las inclemencias del tiempo, no fueron los mejores regalos de los dioses en ese día para los ahí congregados. Sé que después de lo hoy, me ganaré la indiferencia de la presidencia  y me borrarán de la lista de los invitados  para los eventos posteriores, pero como sabrán, tengo mucho de qué escribir y solo lamentaré no tener el privilegio de estar,  para narrar con justicia lo que otros, por sumisión o comisión, no se atreven a hacer.   ¡Salud y larga vida Samuel!

Para comentarios escríbeme a morancarlos.escobar@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

tres × dos =