jueves , febrero 8 2024

“Prefiero verte muerto que en brazos de otra”

22 Octubre 2013.

Carlos Morán/Zona Libre

¿Qué pasó con las 6 toneladas de víveres que el ejército entregó a la Cruz Roja para los damnificados de Guerrero, alguien podrá informar o transparentar el tema?

Voy a narrar una historia con justicia y espero no perderme en los vericuetos pero ella comenzó escribiendo así… “-No sé por qué cada vez disfruto más hablando contigo. Tiene una gracia casi trágica, agridulce… ¿no? Ya sé que es muy irónico, sin embargo, es lo que hay. A veces pienso que fue una pena no haber aprendido a hacerlo antes, cuando aún te movías por estos lados. En fin, siempre fui mala con las palabras, no vas a descubrirlo ahora…pero estoy aprendiendo, aunque ya no puedas disfrutar de mis progresos ¡peor para ti! Bien sabes que te extraño, pero no quiero hacerte sentir mal. Las cosas son como son ahora, no se pueden cambiar, y…bueno, tú estás allá “en tu nueva vida maravillosa”, y yo acá. Eso es lo único cierto”.

Desde el autoexilio deseaba Nayeli Guadalupe decirle a él que había vuelto al gimnasio, no como terapia para “olvidarlo” porque para que sufriera un poco… ¡ya lo había hecho! En realidad ya lo había olvidado desde hace ciento once veces desde que se había marchado, desde que le había dicho que en realidad no sentía nada por ella, aunque ha  recaído otras tantas poco después, todo hay que decirlo. Así es la vida. Tampoco lo hace, -lo de cuidarse más- porque de repente se le  haya dado por cultivar su lado más frívolo o vanidoso. Él decía cuando compartían largas jornadas nocturnas que le gustaba así como estaba: que se veía “buenísima” y bonita así, y no sé por qué siempre le costó tanto creerlo. Ella pensaba que se lo decía porque la quería, o para asegurar su ración diaria de sexo y otros favores económicos que recibía por inocente amor.

-Ya, ya…ya sé que eso le enfadaba, y creo que ahora le da toda la razón. Él decía tal vez  la verdad, decía que la que tenía problemas de seguridad y autoestima con su cuerpo era ella, que en verdad se veía estupenda y la gente la veía así… Bueno, creo que a pesar de que ya no están juntos, aún sigue aprendiendo cosas con él aunque éste ya no esté a su lado, y eso la emputa. ¿Qué le ofrecieron por allá, en su nueva “vida maravillosa”, que con ella  no tuviera? Perro. Desde que ya no vivía con ella ha comprobado que no le mentía con halagos, sino que era parte de un juego. Incluso muchos de sus amigos y conocidos le han confesado que siempre les ha parecido atractiva, hasta Víctor…, si, su gran amigo Víctor, que parecía tan mosquita muerta, serio, con sus dientitos chuecos y mesurado, hace poco en una fiesta “le echó los perros”, le dijo que toda la vida le había gustado, y que si no se había atrevido antes a “caerle” fue por Carlos. Por un lado se sentí halagada, Víctor es un buen tipo, muy inteligente y no está mal…pero por otro su noviecita, más grande que él en “todo” y  que estaba por ahí cerca, la quería fulminar con la mirada de puta encabronada.

En su interior ella piensa que no es vanidad, no lo dice para causarle celos a su ex, pues sabe que con él es perder el tiempo. Se le han bajado las defensas, y no sabe qué más. “Eso es por el estrés post traumático”. En realidad no sabe cómo sea su vida ahora, en serio quiere pensar que es maravillosa, a pesar de que él se ha encargado de  hacérselo saber con detalles, con lo descarado que es, seguro que la debe estar pasando bien… ¿o acaso le queda tiempo de deprimirse por allá? ¿Seguirá bebiendo tanta cerveza? ¿Es buena la cerveza en ese sitio? Estará muy ocupado, supone. ¿Hace frío, calor,…? Ella entiende que para él debe ser duro comenzar de cero, se imagina que todo es muy distinto…y….a veces piensa (no lo puede evitar)  conociéndolo  como lo conoce, ya tendrá alguna zorra por allá para que se enrede por la noche con él, “y tenga el privilegio” de escucharle roncar… Perdona la ironía, piensa en silencio, pero sabe que no es sano pensar así, que ya no tiene sentido…

El deberá decir que “ella nunca va a cambiar”, que los putos celos le pierden…pero el que se ha largado ha sido él, pues ella sigue ahí, en el mismo lugar. En esta casa donde hasta las cosas preguntan por él. Y eso que las entrañables muchachas, “sus amigas del alma” le ayudaron a limpiar y medio remodelar. Ella sigue andando todos los días por las calles donde no hay recoveco ni andén, en el que algún día no la haya abrazado o besado; y sigue con ese racimo de amigos compartidos a los que siempre que les ve la jeta, no sabe por qué diablos se acuerdo de él.

Escribe y continúa: -Dejaste sembrados tantos buenos momentos por estos lares que…Oye, perdóname…si… no te quiero poner nostálgico, pero es que nunca falta la situación en cualquier reunión o fiesta, donde alguno de nuestros amigos, de manera casi inconsciente, espontánea, diga algo así como: se acuerdan cuando estaba Carlos y fuimos a tal parte… o Charly sí que era bueno para jugar esto, o lo otro…o Carlos decía que… Y claro, de pronto se acuerdan que estoy yo, y… una risa floja general, toso en coro, y cambio de súbito el  tema que termina por apaciguar la tensión. ¡Ah, ellos también te echan de menos eh! Sí, sí que lo hacen. Pero no te perdonan que hayas sido tan ingrato, “tan a tu perro estilo”. Eso de perderte, de marcharte lejos, sin avisar, por muy comprensiva que sea la gente, y por mucho que te quieran es molesto… ¡dímelo a mí!

En el trabajo todo sigue igual. El “imbécil” sigue de jefe de la empresa, y por suerte está menos “lame culos” menos negrero, y menos amargado que antes. Hace poco supimos que lo habían operado de las hemorroides, y sufrió una complicación rectal…ja, ja, ja…Perdona que me burle, pero es que ese engendro se lo merece. Conque duró casi 15 días sin ir a trabajar, y 15 más en los que no podía ni sentarse, y andaba como si estuviese apretando un semilla de frijol con el culo, ja, ja, ja ¡era un espectáculo! …. ¡Dios es grande! dijimos todos en la oficina por esa pequeña justicia divina en forma de “almorranas vengativas” para satisfacción de los oprimidos trabajadores. ¿Te acuerdas de Yesica? mi compañera, la de ojitos de sompopo…la pecosa “desprejuiciada genital” como tú le decías…Pues imagínate que está embarazada de sabe Dios quién, y la pobre de momento no tienen ni idea a quién asignárselo…Es decir, tiene sospechas, pero por esa época estaba obsesionada con quedar embarazada, y “se lo estaba dando” a todos sus amigos guapos y especiales, porque según ella, quería un «buen molde» para su renacuajo, y…bueno, por un lado ha podido materializar su sueño de ser mamá antes de los 25, por los pelos… Pero por el otro tendrá que esperar a que la criatura asome la cabeza para ver a quién se parece. A ella le da igual, está muy bien, no necesita ni pide apellidos ni ayuda económica, ni nada…no olvides que sus padres tienen mucho dinero con la línea de transportes, y dice que no necesita un esposo, es sólo curiosidad. Nos tiene intrigados a todos. Ya te diré algo cuando nazca.

Estuve saliendo con un tipo simpático que me presentó la hermana de Conchis, ya sabes, la culpable de que Artemio se esté muriendo. No era nada feo el personaje, y tampoco era bruto…Bueno, después de que me dejaste tirada como una perra-abandonada, ha sido la primera persona que he traído aquí a casa…No el primero que me he tirado eh, que han habido más. Pero si el primero en dormir conmigo en nuestra antigua cama que compramos en Elecktra. ¿No te estarás enfadando perro-loco? Ya, ya sé que a ti esas cosas te resbalan, y que me  vas a decir lo de siempre “con tal de que no me dejes de amar me da igual” ¡Que te jodan! ¡Que te jodan mil veces! Para ti es tan fácil cínico de mierda, porque sabes que nunca te dejaré de amar. Te supiste largar a tiempo. Bueno, el caso es que ya habíamos salido un par de veces con el espécimen que te cuento, y una noche terminamos aquí. Se portó correcto y todo, y no estuvo nada mal…ya sabes… No es por vengarme de ti, pero la tenía más grande que tú…ja, ja, ja…Ya me imagino la cara que estarás haciendo… Bueno, era la primera noche de pasión, tampoco me iba a poner “a medírsela”…Bromas aparte, no sé por qué diablos no me pude sentir bien del todo. Cuando no es una cosa es la otra. Luego se han acercado otros, pero los veo: o muy mayores, o muy inmaduros, o muy sosos, o muy superficiales, o muy estúpidos, o muy feos, o muy engreídos…y ya en la intimidad no sé, me he vuelto tan selectiva que…me parece que no encuentro lo que quiero ¡No te burles imbécil! Ya sé lo que me vas a decir: “Ya ves y cuando estaba contigo sólo me veías lo poquito malo que tenía, y ahora va a resultar que voy a ser «el hombre de tus sueños», ¡ahora que estoy en la mierda!” Pues sí, perro-tramposo. Y no me da vergüenza reconocerlo. Me cuesta mucho no pensar en ti, extraño tu macabro sentido del humor. Extraño tus horribles guisos, que ahora que no estás, debo decirte que no eran tan malos, te lo decía por envidia, y me hacen mucha falta. Extraño tu cínica risa con tus ojitos de mosca panteonera, y tus desesperantes carcajadas. Añoro tu modo de doblegarme, de desarmarme. Tus payasadas, y la forma de como llenabas con tu energía cada rincón de esta puta casa-museo inundada de soledad pero abarrotada de recuerdos. Extraño tus caricias, como me abrazabas por detrás desde los hombros hasta abajo, con esos brazos flacos pero fuertes,  y me atacabas con tu mano atrevida deslizándose entre mi pubis al menor descuido. Extraño tus palmadas en mi trasero, y tú obsesión por querer que nos bañáramos siempre juntos. Extraño tus manos y la forma como me acunabas cuando estábamos en la cama, con fuerza, como si quisieras meterme adentro de tus sueños. Ya no me importa que no sepas acomodar las compras en el refrigerador, ni en los estantes de la alacena. Ya no me importa que seas tan perro-lento y hayas sido siempre tan incapaz de poner bien la lavadora, o de «descifrar y entender» el jodido control remoto del televisor. Ya no me importa que hagas trampa haciendo la cama, templando solo el tendido, y «maquillando» las sabanas por debajo. Ya me da igual que siempre que trapearas el suelo dejaras la mitad del polvo y la mierda en los rincones y sitios más ocultos, por ceguera o huevonería. Ya me importa un pito si te gustan mucho las otras mujeres, porque antes también te gustaban igual, y aun así, vivías conmigo, y nadie te obligaba…me da igual si alguna vez te “echaste” a esta o aquélla y yo no me di cuenta. Por mí ¡como si te las quieres tirar a todas! pero esta noche sólo quisiera dormir contigo, y sentir ese potente chorro rompiendo el silencio de la madrugada cuando te levantes a orinar somnoliento, y verte una vez más haciendo ridículas muecas ante el espejo mientras te afeitas los pocos pelos en tu cara de cirujano depravado…Me da igual si quieres ver un infame partido de  fútbol del América contra las Chivas. Ya no me importa que se te dañe el carácter cada vez que tengamos que comprar en un supermercado lleno de gente, o que hagas «mala jeta» cuando tengas que esperarme mientras me pruebo ropa en diez tiendas para finalmente no llevar nada. Ya no me importa nada de eso. Me conformaría con verte viendo la televisión  en tu sillón un domingo, con la cerveza encima de tu estomago liso. Me conformaría con saber que llegaré tarde y me esperas para cenar con uno de tus “creativos y horribles guisos” Me conformaría con tomarme unas cervezas contigo hablando, filosofando estiércol existencial en el patio de la casa bajo el árbol de almendra que trajo tu mamá de Arriaga en su última visita: como al principio, como siempre. Me conformaría con que te levantaras a medianoche a matar los horribles zancudos y cucarachas que tanto pánico y asco me causan. Ya ves, ahora que me has dejado perro-asqueroso, me conformo con poco, he devaluado mi orgullo y mi dignidad…me conformaría con oírte roncar a mi lado esta noche, ¡y más bajo no puedo caer!

Y tú sinvergüenza, y tú ¿por qué no dices nada? ¿Por qué te quedas tan callado? Tan bien te tratan por allá. Tan rápido me olvidaste y te dan lo que yo no fui capaz de darte. Si ya decía yo, éste en menos de una semana ya tendrá otra, y es perfectamente capaz de adorarla el muy estúpido, y no volverme a hablar jamás, repitiéndole y haciéndole las mismas caricias que me hacía a mí.

Sabes, a Artemio también lo dejo la novia.  Si, la arpía esa. El pobre Artemio quedó en la ruina y la semana pasada me dijo que te echaba mucho de menos, y más en estos momentos,  me dice que ha descansado…que está “jodido pero contento”. Quien más…a ver, ah, el señor Rodrigo, el viejito de aquí a la vuelta se consiguió una muchacha…bueno, más bien está viviendo con la empleada que venía a hacerle la limpieza. Quién iba a imaginar que el anciano ese fuera un inseminador nato, a los 71 años ha preñado a su muchachita…y la chica no tendrá ni 20 años, pero el viejo anda todo orgulloso con su muchacha embarazada… ¡es un espectáculo! Y según me dice la mujer, el señor Rodrigo se porta muy bien con ella.

Bueno, por hoy no más chismes, si sigues con tu hermetismo tendré que suprimírtelos. Tengo un problema contigo: la cagaste Carlos… ¡la cagaste! esto no se le hace a una amiga. No así. No puedo olvidarte, sé que sería lo más sano para mí, pero no quiero olvidarte. Me da igual que te hayas ido y que ahora estés muy bien, y tengas “una vida maravillosa”…me haces falta, incluso cuando “me toco” solita por las noches…no puedo pensar en otra cosa que no seas tú, ya no me hace falta ni siquiera mi ración de porno en internet para excitarme. ¡Esto no es justo! Necesito que me digas qué hago con esa condenada ropa que dejaste, con tus fotos…ya sé que estas muy lejos, y no vas a devolverte por esas minucias pero: podrías decirme algo ¿no? Con tus libros sí me vas a perdonar, me los pienso robar a menos que puedas evitarlo regresando. Cuando estabas aquí no los disfrutaba tanto, eran simplemente tus condenados libros a los que a veces parecías querer más que a mí. Incluso muchas veces me desesperaba estar recogiéndotelos de todas partes donde los dejabas tirados. Pero sabes, desde que me dejaste perro-callejero de mierda, he aprendido a amarlos, he releído varios de los que tanto te gustaban, y ahora puedo entender por qué los amabas tanto, y por qué diablos tenías esa puta forma de ver la vida que tanto odiaba y hoy adoro… En serio, te puedo ver en muchas páginas, en varios personajes. Sé que esto no es sano, pero es menos sano haberte perdido así…Por cierto, he pensa…

Hasta pronto perro-hermético, perro-descarado…me tengo que ir. Espero que no te olvides de mí, yo intentaré olvidarte por 112 ava vez, pero no te garantizo nada. Sabes… lo único que me duele y no te perdonaré jamás, es que no te hayas despedido, pero bueno…, qué más se podía esperar de ti.

En realidad te extraño, pero la verdad, y no me importa irme al infierno, ¡Prefiero verte muerto que en brazos de otra! No es cierto que uno sea feliz viendo al gran amor que nos dejó, contento en brazos de otra, eso solo puede sentirlo una santa, y las santas no saben lo que es tener un hombre en la cama y menos que te dejen sin un adiós… Atentamente. Nayeli

Para comentarios escríbeme a morancarlos.escobar@gmail.com

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

1 × dos =