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LETRAS DESNUDAS

01 de abril de 2015

Mario Caballero

 Oscuridad en la política

 No sea hallado en ti quien practique adivinación ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas. Deuteronomio 18:10-12.

Es sorprendente cómo en las últimas dos décadas han proliferado los negocios del giro esotérico, y todavía más la gran afluencia que tienen. Las personas en la actualidad son atraídas muy fácilmente por esas antiguas doctrinas filosóficas como la santería, la hechicería y la brujería que desde siempre han sido censuradas por la Iglesia Católica, que con enseñanzas parapsicológicas, rituales y tradiciones incomprensibles prometen resolver lo que nada ni nadie puede hacer. Parece que retar las leyes naturales se está convirtiendo en un hábito que no le pertenece a ninguna clase social en concreto, sino a todas.

Las necesidades humanas son vistas por los empresarios del esoterismo como índice de rentabilidad, como oportunidad de hacer negocio y continuar viviendo del capitalismo que impera en todas las naciones. Pero las necesidades son variadas y diferentes en cada persona, y para cada una de ellas hay un artilugio para contrarrestarles las penas internas, las del corazón y las que zozobran la ecuanimidad de la mente. Y los clientes más asiduos son los traicionados, los que pasan por un trance amoroso, los frustrados y los que padecen enfermedades terminales e incurables.

Las casas psíquicas son lugares llenos de misticismo, misterio y olor a incienso; son recintos que albergan manojos de albahaca, imágenes de santos conocidos e ignotos, altares llenos de veladoras, estampitas, figuras de yeso y madera; son lugares donde lo santo desaparece y se reinventa inútilmente entre libros espirituales y oraciones a San Esquipulas, a la Santa Muerte que proporciona al lugar no sólo ese toque tenebroso y lúgubre, sino también clarifica la falsedad de lo que quiere hacerse pasar por sagrado.

En una tienda esotérica ubicada sobre la primera calle poniente sur, en el primer cuadro de la ciudad, luce una imagen de la santa muerte a tamaño natural, con su afilada guadaña en la mano derecha, un reloj de arena en la izquierda, el mundo bajo sus pies y mostrando los dientes en una escalofriante sonrisa. Ahí, las tiradas de cartas, la lectura de las manos, del café y los ojos son los servicios principales, pero también la gente se amontona en la búsqueda de las pociones de la suerte, del jabón abre caminos, de los polvos de Ven A Mí, Corderito Manso, Venganza Santa y el “Amansa Guapo”, que es el más solicitado por las pequeñuelas desesperadas de amor y cariño, y según cuentan es más efectivo que San Antonio puesto de cabeza.

HECHICERÍA EN LOS POLÍTICOS

Lo oscuro, lo que tiene qué ver con el mal le está cubriendo gran terreno a lo que le pertenecía a lo sagrado y lo celestial, también está ganando fieles partidarios que antes adoraban a Dios, le rezaban a la Virgen de Guadalupe y le pedían a San Judas Tadeo, el santo de los imposibles, por sus penas y fracasos.

En la guerra y en el amor todo se vale, dicen. Sin embrago, gracias a este aforismo se desprenden macabras historias de políticos (Beatriz Paredes, Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Genaro García Luna), que han acudido a estos centros espirituales y no a tener una limpia de agua ardiente o una pasada de huevo con loción verde y albahaca, sino para invocar a los muertos, para pedir su consejo, para requerirles su dirección para sobresalir en la escabrosa carrera política y poder vivir por mucho tiempo de ella.

No hay sorpresa en esto: se presume que muchos personajes de la política (algunos en ciernes y otros con un avance significativo) acudieron a la hechicería entre muchos motivos por sentirse incapaces de destacar por sus propios medios, o por su imposibilidad para cumplir con el cargo, o por ambición, o por “tratar de resolver la problemática social y económica de su territorio”. Encontraron, pues, en las artes oscuras la vía rápida y el medio más eficaz para granjearse el respeto de sus contrincantes y, asimismo, el respaldo y la simpatía de la sociedad.

Cuando catearon una de las propiedades del ex fiscal Mariano Herrán Salvatti, hoy fuera de las habitaciones de “El Amate”, encontraron una imagen de la Santa Muerte, que a sus pies tenía una buena cantidad de cartas que estaban prensadas bajo las veladoras y escritas por la propia mano de Herrán, el brazo ejecutor en el sexenio de Pablo Salazar. Lo que había escrito en ellas eran peticiones de protección y ayuda.

Otro caso es el de Carlos Salinas de Gortari (se cuenta que la mayoría de los políticos que han pisado Catemaco con el fin de consultar a los brujos son de militancia priista (José López Portillo, Luis Echeverría, Ernesto Zedillo, etc.), quien le pidió a Gilberto Rodríguez Pereyra, más conocido como “El Brujo de los Presidentes”, un amuleto de protección.

Cuando un periodista entrevistó al mencionado brujo acerca de los trabajos que le había hecho al ex presidente Salinas, éste contestó lleno de presunción: “A él (refiriéndose a Carlos Salinas) le hice un talismán. Y tan efectivo me salió que sigue sin pisar la cárcel”.

Sin embargo, el caso de hechicería que más ha llamado la atención es el de Elba Esther Gordillo Morales. José Gil Olmos, en su libro titulado Los Brujos del Poder, detalla cómo la maestra viaja hasta el país de Nigeria para ser tratada por un grupo de brujos.

En el ritual, se le pide a Elba Esther que se desnude y es bañada con sangre de león. Y mientras le dejan caer la sangre sobre su cabeza, ella la frota sobre su cuerpo y repite sin cesar el nombre de Ernesto Zedillo, presidente en turno a quien desea hechizar para que decline en su decisión de sacarla de la dirección del SNTE. Posteriormente del baño de sangre los brujos la cubren con piel de leonina y la llenan de invocaciones en lengua extraña. Al final del rito la maestra Gordillo cae desmayada.

Despierta tres días después. Se levanta y viaja a París a visitar a San Charbel, santo católico a quien tanto venera. Es ahí cuando recibe la llamada de Ernesto Zedillo, que con mucho afecto le dice: “¿Dónde estás negrita querida? Necesitamos hablar”.

PARA MAGDALENA

El senador Roberto Albores Gleason propone que la lucha del Partido Revolucionario Institucional sea para alcanzar una política de resultados, que coadyuve con el proyecto transformador del presidente Enrique Peña Nieto y del gobernador Manuel Velasco Coello. El trabajo de Albores Gleason ha tenido gran aceptación en todos los municipios a los que ha llegado. Sin lugar a dudas, Albores está posicionando a su partido en la confianza de la gente y recobrando la credibilidad antes perdida. Fantástico… Me preguntan dónde pueden encontrar al director general del Colegio de Bachilleres de Chiapas, José Antonio Aguilar Meza, porque en su oficina nunca está. Búsquenlo en alguna de las cantinas de Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal o Comitán, porque es su costumbre frecuentar esos centros de esparcimiento. Aguilar Meza se siente en las nubes, al lado de Dios. Y dice que del COBACH nadie lo saca. ¿De dónde radica tanta prepotencia?… Au revoir.

@_MarioCaballero

MARIO CABALLERO

9611019627

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