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LETRAS DESNUDAS

21 diciembre 2018

MARIO CABALLERO

EL ASESOR DE LA CUARTA

La última vez que Yassir Vázquez Hernández fue visto en Tuxtla Gutiérrez fue la tarde del 10 de enero de 2013. Eran alrededor de las 6:30. Estaba en un puesto de venta de celulares instalado en el pasillo principal de Plaza del Sol.

Se le veía bastante mal. Muy desmejorado. Era notoria su pérdida de peso. Su rostro demacrado y la ropa descompuesta daban a entender que las cosas no le iban del todo bien. No se parecía en nada a aquel joven arrogante que los tuxtlecos tuvimos la desgracia de conocer.

Lo vi justo en el momento de salir de un restaurante donde minutos antes había estado tomando un café con dos distinguidas personas. “Mira qué cínico. Cómo se atreve a mostrarse en público después de habernos robado”, me dijo una de ellas. La otra se limitó a dibujar un gesto de repudio en su cara. Los tres pasamos al lado suyo, pero ninguno le soltó un insulto. Aunque se lo merecía.

Y no fuimos los únicos en notar su presencia. La gente que lo reconoció volteaba a verlo pero con ardientes miradas de coraje. Su acompañante se dio cuenta de eso y mejor tomó distancia del ex alcalde de Tuxtla Gutiérrez. Fingió haber recibido una llamada telefónica para separarse de quien probablemente era su jefe.

Después de esa fecha no supimos nada de Yassir, sino hasta el 9 de junio de 2015 cuando apareció en una foto al lado del ex futbolista Cuauhtémoc Blanco, quien dos días antes había ganado la presidencia municipal de Cuernavaca, Morelos, respaldado por el Partido Socialdemócrata.

La selfie que Vázquez Hernández se había tomado con quien ahora es gobernador del estado de Morelos causó indignación en las redes sociales. Con esa autofoto Yassir hizo creer a todo mundo que él era asesor de Blanco. Incluso un diario de circulación nacional dijo que formaba parte del grupo de estrategas que había manejado la campaña política y hasta que había sido un elemento importante sin el cual el candidato de MORENA no hubiera podido levantarse con el triunfo.

Sin embargo, era mentira. Una treta inventada por Yassir para tener sus cinco minutos de fama.

Dos días más tarde, el dirigente del PSD en Morelos, Eduardo Bordonave Zamora, negó rotundamente que Yassir Vázquez fuera asesor o colaborador de Cuauhtémoc Blanco. Aseguró, además, que nunca realizó ningún tipo de trabajo para el entonces candidato a la alcaldía, pero que sí lo vio tomarse la foto al igual que las miles de personas que se acercaron al ex americanista.

Recientemente, otra foto de Yassir provocó escándalo. En ésta, tomada el mismo día de la toma de protesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, dentro del recinto legislativo de San Lázaro, vuelve a aparecer junto a Blanco. Viste traje color azul y corbata verde. Está cachetón. Sonriente. Pletórico. Se le ve disfrutando el momento al lado de otras personalidades de la política que también fueron invitadas para tal efecto.

Ahí, se presentó como el asesor principal del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo y del Partido Encuentro Social.

SÓLO PODREDUMBRE

Yassir Vázquez Hernández gobernó la capital Tuxtla Gutiérrez entre 2011 y 2012, heredando una deuda de casi mil millones de pesos. Su gestión se recordará por el proyecto de remodelación del centro de la ciudad, que terminó siendo una pestilente tapadera de corrupción.

Vázquez Hernández es hijo de maestros. En sus años de miseria tomaba caguamas en la cantina El Tubazo y comía botanas de carraca. Le gustaba sentarse en la mesa del fondo y escuchaba las canciones de Los Tigres del Norte. Las del Buky lo hacían llorar. Pero hoy se presume que posee una inmensa riqueza que incluye residencias en Acapulco, hoteles en Cancún y cuentas bancarias millonarias.

Fue parte del corrupto gobierno de Juan Sabines Guerrero, exgobernador de Chiapas que lo adoptó como un hijo. Le dio puestos de primer nivel, poder y al final lo convirtió en presidente municipal de Tuxtla.

En agosto de 2011, Yassir junto con Sabines Guerrero pusieron en marcha la obra Qué viva el centro, que consistía en demoler la superficie de rodamiento vehicular, instalar drenaje nuevo, reconstruir la terracería y colocar concreto. Asimismo, destruir las banquetas para instalar tubería nueva de agua potable, cableado subterráneo y la infraestructura de los servicios de telefonía. Dicho proyecto incluiría mobiliario como bancas y basureros de cantera, aceras con rampas, luminarias y el sembrado de árboles de la región. Dijeron que los trabajos concluirían en diciembre de 2011, pero hasta la fecha siguen inconclusos.

José Guadalupe Camacho (Pepe Camacho) fue el encargado de la obra. Informó que cada calle costaría dos millones de pesos, dando una inversión total de 200 millones, de los cuales el 50 por ciento era recurso del ayuntamiento capitalino y el restante del gobierno del estado.

Pero sólo a un tonto se le pudo ocurrir achicar las calles y avenidas de Tuxtla Gutiérrez, donde en promedio circulan diariamente 159 mil vehículos. Transitar en la hora pico se vuelve una odisea. Debido a ello se incrementaron los accidentes, que en su mayoría son causados por colectiveros y taxistas que no tienen la más mínima cultura vial.

De esa obra con la que Sabines y Yassir pretendían pasar a la historia, hoy tenemos concreto fracturado, adoquines incompletos en las aceras que las hacen inseguras para los peatones e imposibles para las personas en sillas de ruedas. También hay pedazos de tubo y cables que sobresalen del piso. Hay faltantes de tapas de drenaje y las que fueron puestas están rotas. Me tocó ver cómo una mujer de mediana edad se rompió una pierna al caer en un agujero donde debió haber una tapa de registro.

Para su ejecución, el gobierno de Yassir Vázquez contrató 148 empresas. Cada una recibió alrededor de un millón 300 mil pesos, dinero que invirtieron a su antojo. Muchas de ellas fueron empresas fantasmas, que nunca pudieron ser localizadas en los domicilios que asentaron en los contratos.

A todo esto, Pepe Camacho obligó a todos los contratistas a comprar el material de construcción y rentar la maquinaria a su hermano Mike. Si a éste le quedaban a deber, los extorsionaba, amenazaba y hubo casos en que se quedó con la maquinaria de algunos contratistas, que es de lo que vive hoy el tal Mike.

Se presume que Mike Camacho facturaba bajo prestanombres. Y tanto él como Pepe fueron socios de Randy Vázquez, hermano de Yassir, quien con el dinero que los hermanos Camacho desviaron de dicha obra, puso un lujoso bar en Playa del Carmen.

Yassir renunció al cargo el 28 de marzo de 2012, dejando la obra a medias y un boquete en el presupuesto. Dejó deudas por contratos de obra pública, papelería, medicamentos, energía eléctrica e impuestos. Además, se dice que renegoció el pago mensual con Proactiva Medio Ambiente, S.A. de C.V. (hoy Veolia), que benefició a la empresa española con mejores remuneraciones y moches para el ex alcalde.

Una auditoría practicada en 2013 a la administración de Yassir Vázquez reveló irregularidades por más de 558 millones de pesos. Otra, realizada por el Órgano de Fiscalización Superior del Congreso del Estado, encontró un desfalco por 234.7 millones de pesos en la ejecución de obras que contenían calles, el sistema de agua potable, servicio de alcantarillado, alumbrado, entre otras.

Las revisiones del OFSCE documentan pagos excesivos, falta de comprobantes y trabajos liquidados no ejecutados, por mencionar algo.

¿PERDÓN Y OLVIDO?

Una fuente me ha dicho que Seth Yassir Vázquez vaga regularmente entre la Ciudad de México y Querétaro. Y que con bastante frecuencia viaja a la ciudad de Puebla, donde tiene una mansión en el fraccionamiento Kloster 2,2,2, segunda sección.

También me ha dich, que Yassir compró un departamento valuado en 800 mil dólares en Cancún, Quintana Roo.

Su exuberante fortuna no puede venir de un trabajo honesto, sino de la delincuencia. Sobre todo cuando sabemos que antes de ser un nuevo rico vivía en una casa de interés social, de las que da el Infonavit.

¿Saben los de la Cuarta Transformación todo esto? ¿Saben que tienen contratado a alguien que desde 2013 está denunciado ante la PGR por enriquecimiento ilícito, asociación delictuosa, peculado y por complicidad en el fraude de 40 mil millones de pesos al erario de los chiapanecos?

O, acaso, ¿será Yassir Vázquez Hernández otro de los beneficiados de la amnistía que ofreció el presidente López Obrador a corruptos y criminales? ¿Con gente como él piensan transformar al país? ¡Chao!

@_MarioCaballero

 

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