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LETRAS DESNUDAS

29 Junio 2016

Mario Caballero

Osorio: el vendedor de agua con azúcar

En el fútbol hay empates que consagran a un técnico, como aquel donde la selección mexicana logró la igualada ante Holanda en el Mundial de Francia 1998, que con un equipo más limitado que el holandés, Manuel Lapuente hizo los cambios correctos para obtener un punto de oro que le dio el pase a octavos de final.

¿Pero qué podemos decir del director técnico cuando su equipo es aplastado por sus errores y egocentrismo? ¿Qué explicación técnica le podemos dar al 7-0 que le propinó la selección de Chile a la de México? La mejor que escuché proviene precisamente de Manuel Lapuente, la misma noche de la derrota: “el técnico Osorio salió con una media cancha débil y con un cuadro que no había jugado junto nunca en las últimas semanas”.

Juan Carlos Osorio hizo mal la estrategia por no haber medido bien las fortalezas de la defensa y media cancha chilena. Salió con un equipo frágil al poner tres delanteros y no cuatro medios que le dieran movilidad al grupo y proveyera de balones a los atacantes, y cuando vio que las cosas no funcionaban, en lugar de corregir y cubrir los espacios, lo repitió al meter otros dos delanteros en vez de dos medios de contención.

Por la soberbia de Osorio es que ganó Chile. Esta vez no fueron los jugadores los que perdieron, sino fue Osorio el que no les ayudó a ganar porque en dos ocasiones desestimó a los chilenos: con la alineación del primer tiempo y con los inútiles cambios del segundo.

Un aficionado serio del fútbol, como somos los mexicanos, no teme más en un entrenador que el ánimo por experimentar, armando alineaciones sorprendentes, poniendo jugadores fuera de su posición habitual y pensando las estrategias sobre la marcha del partido. A eso le apostó Osorio el humillante sábado 18 de junio. ¡Oh, las ideotas creativas!

Y los resultados del experimento desgraciadamente fueron los esperados: el técnico colombiano en lugar de pensar cómo hacer jugar mejor al equipo que tiene, intentó ganar un juego importante inventando un equipo que no tiene y al final todos terminaron sin saber a qué juegan.

TECNICO DE LA MEDIANÍA

Lo que a mí me parece proverbialmente increíble es que Juan Carlos Osorio no haya venido ante el público con su renuncia en la mano después del gran fracaso que fue su dirección técnica frente a los siete goles de Chile y los ninguno de México.

Ahora, ¿en qué estarían pensando los directivos de la Federación que a cambio de pedirle la renuncia a Osorio como un mínimo lenitivo contra el mal sabor de boca que deja su rotundo fiasco, decidieron ratificarlo en el puesto con miras al Mundial de Rusia 2018?

Y así fue como lo justificó Guillermo Cantú, secretario general de la FEMEXFUT: “La derrota ante Chile nos lleva a evaluar la forma y el fondo porque todos quedamos a deber, pero nos ayuda a reflexionar, reconocer y corregir los errores. Eliminar todo sería fácil, pero hemos decidido continuar con el proyecto”.

La razón se fue de vacaciones. ¿Reflexionar qué? ¡Por Dios! ¿Evaluar la forma y el fondo de qué? ¡Por favor! Si sólo estamos hablando de echar a la calle al técnico de la selección de fútbol por inepto, no de entender por qué los libros de Paulo Coelho se venden tanto sin son incultos y de mal gusto.

¿En qué fiarse para decir que bajo el mando de Osorio se ganarán los próximos partidos contra El Salvador y Honduras, ya no digamos lograr la calificación al Mundial que ya es mucho pedir?

Lo cierto es que Juan Carlos Osorio llegó a México sin el mínimo consenso de respeto por sus dotes técnicas, y a todos nos sorprendió su contratación al saber que en su único paso por el fútbol mexicano su desempeño fue catastrófico, perdiendo siete de los once partidos con el Puebla, en el torneo Clausura 2012, y terminando en la penúltima posición de la tabla general.

Antes de eso, ya con licencia de director técnico, había conseguido un quinto y un cuarto lugar con los Millonarios de Bogotá, en el 2006 y 2007, en su natal Colombia.

De ahí migró a Estados Unidos y tuvo un desempeño regular con el Chicago Fire, llevándolo hasta las semifinales de la Conferencia del Este. Y esto fue suficiente para abandonar el club y contratarse con el Red Bull New York, equipo con el que gana el campeonato de la Conferencia del Oeste y disputa la final de la MLS. Pero es renunciado en agosto de 2009 por malos resultados.

En el 2010, con el Once Caldas gana su primer título en el fútbol colombiano. Y en el 2011, vuelve a jugar por el campeonato pero es derrotado en la final en la serie de penales contra Junior de Barranquilla. En el torneo siguiente es despedido otra vez por malísimos resultados. Así fue como meses después llegó al Puebla, en el 2012, y esta triste historia la sabemos todos.

Luego, dirige al Atlético Nacional por cuatro años, desde el 03 de mayo de 2012 hasta los primeros días de 2015. Ahí consigue seis títulos. El último equipo que dirigió antes de la selección mexicana fue el São Paulo de Brasil, equipo que capitaneó en 28 partidos pero con más penas que glorias.

Podemos darnos cuenta que Osorio es un gran técnico pero de la localidad, un entrenador muy mediano, porque sus mayores logros provienen de su lugar de origen y no del extranjero, no del fútbol europeo que se considera el mejor del mundo. Y esos éxitos rescatables fueron en una buena racha, y todos sabemos que una buena racha la tiene cualquiera, hasta el panadero del barrio.

De tal suerte, las esperanzas de que haga volver al equipo verde por la senda del triunfo son escasas.

EL CINISMO

“¿Quieres seguir vendiendo agua con azúcar o quieres cambiar la historia del mundo?”, le preguntó Steve Jobs al director de PEPSI. Y la selección mexicana ha estado por mucho tiempo en manos de vendedores de agua con azúcar. Juan Carlos Osorio es uno de ellos.

Ignoramos hasta dónde va a llegar con sus estrategias estrambóticas, pero el hecho inmediato es que su ratificación en el TRI no fue bien recibida por la fanaticada. Y los pronósticos que los expertos dieron para el equipo nacional apuntan a muchos días más de humillación.

Si la continuidad de Osorio lo aplicamos a la política podríamos darnos cuenta que las razones de que vivamos siempre en el mal humor social, es que en México ninguna persona importante renuncia por el hecho de rendir malas cuentas.

Una renuncia a tiempo no le quita a nadie el peso del fracaso, pero sin duda mejora el ánimo de la sociedad y la imagen del renunciante, al mismo tiempo que éste no queda marcado por el cinismo de seguir en el puesto como si nada hubiera pasado.

En este punto, Osorio será ese técnico mediocre que con cinismo alargará su fracaso para deshonra de los mexicanos.

PARA MAGDALENA

EN LAS PRÓXIMAS semanas se estará renovando la dirigencia del PRI en Chiapas. Ya varios han levantado la mano para relevar al talentoso senador Roberto Albores Gleason, que durante las elecciones del 2012 y 2015 hizo que el viejo partido recobrara su grandeza. Como en los tiempos de antaño, mares de personas salieron convencidos a votar nuevamente por el PRI, por el partido de sus amores. Sin duda de ningún género, Albores Gleason hizo que la gente volviera a creer en la política. Por eso son los buenos resultados del partido. Y el trabajo legislativo que hace en la Cámara de Senadores ha sido vital para el desarrollo de varios sectores de la sociedad chiapaneca y para la credibilidad de la clase gobernante. ¿Lo veremos en la boleta para el 2018? Seguramente sí. Caso contrario sería un error… EL MAGISTERIO DISIDENTE anunció que los bloqueos serán permanentes. ¿Estarán conscientes los maestros de los daños que están causando? Lo dudo mucho. Los empresarios ya mostraron su enojo al pedirle al gobierno del estado que utilice la fuerza pública para desalojarlos porque entre bloqueos, marchas, saqueos y plantones están llevándolos a la quiebra. Tienen razón. Como también la tienen las miles de personas que por culpa de los bloqueos están perdiendo sus trabajos a los que no pueden llegar. A ellos sí que nos los corran porque no se presenten a trabajar, pero a los demás qué. Eso no me parece justo. Los maestros podrán hacer con su vida lo que les pegue su regalada gana, “están en su derecho” –como ellos dicen-, pero a nosotros que ya nos dejen vivir en santa paz… Au Revoir.

@_MarioCaballero

yomariocaballero@gmail.com

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