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DE FACTO

30 Marzo 2017.

Miguel Angel Culebro Acevedo

+ Como en Feria, en Edomex.

+ La subasta en Chiapas, ahí va.

La versión popular: “me fue como en feria”, aplicable hoy en el estado de México, con su feria electoral, demuestra que lo que no ha sorprendido a ningún ciudadano con credencial para votar -y hasta los muertos “resucitan para votar”-, ahora no tiene comparación para la compra del voto, cuya disputa del poder, se insiste e insisto, el resultado será el referente para las elecciones de 2018, que con el mismo esquema, -con su edición corregida y aumentada-, habrá desde dinero en efectivo, pasando por enseres domésticos, despensas, material de construcción y ¡hasta casas!, según se menciona con insistencia en las redes sociales, que las tres instancias de gobierno en manos del PRI, están dando a millones de mexiquenses.

No sorprende la derrama de miles de millones de pesos para mantener el poder en manos del Grupo Atlacomulco y queda demostrado con la candidatura de Alfredo del Mazo III, depositario del poder, algo así como el de la realeza, impuesto hoy por consanguinidad, -siendo primo del presidente de la república-, al que le ponen a disposición los recursos públicos por toneladas y sin escatimar ceros, que sumados desde el gobierno federal, junto con el dinero público de algunas entidades no les perdonaron separarse del concubinato, pese a que uno pretendió romper el casual amasiato y, a base de amagamientos se sumaron y sumaron el dinero que les exigen para hacer ganar al precio que sea a Alfredo del Mazo.

Lo que si sorprenderá y mucho, es el precio que tendrá cada voto, sobre todo el del 20 por ciento de indecisos a los que tienen que cautivar el día de la elección en Junio, con 500 pesos cada uno, de más de un millón y medio de ciudadanos que están en duda si cruzan el logotipo de Morena, con la fotografía de Delfina Gómez, la candidata a gobernadora o se lo dan a Alfredo III. Pero esa cantidad es para el día de la elección, sin embargo, antes les harán el cortejo con material de construcción, enseres domésticos, despensas y si fuera cierto, algunos se sacarán la rifa del tigre, con la donación de una casa. En promedio, el precio por cada uno de ese millón y medio de indecisos será de cinco mil pesos… multipliquemos: nada más o nada menos que SIETE MIL QUINIENTOS MILLONES DE PESOS. Pero si lo prefiere, que el 20% de votantes el PRI los considera cautivos, es decir, sus votos seguros, resulta la misma cantidad para que acudan a las urnas a sufragar por el tricolor. Nadita.

Pero si Enrique Peña Nieto estuviera obligado por el grupo político que lo acuerpa, a hacer ganar al precio que sea a Alfredo III, en conjunto, el dinero público del gobierno federal y de algunos estados, -si no es que de todos donde tienen arraigado sus intereses- gastarán en promedio CATORSE MIL MILLONES DE PESOS, para mantener la joya de la corona… ¿Y los votantes?… ¡cómo en feria!

Si las encuestas y sondeos son el referente para hacer una feria electoral en el estado de México, sin duda que la preocupación para la presidencia de la república y para el grupo que gobierna, manda y desmantela a este país es mayúsculo, pues las cifras le dan una ventaja a Morena de manos o menos cinco puntos porcentuales, pese a que apenas este domingo arrancarán “oficialmente” las campañas, cuyas acciones adelantadas en la precampaña, el PRI no remontó y mucho menos lo hizo el PAN, que se van a la baja en la preferencia de los votantes.

Poner a disposición del candidato priista no solo la infraestructura gubernamental, sino toda la maquinaria pesada para planchar el traje a la medida a su candidato, con la suma de las siglas obligadas, sobre todo que no le dieron oportunidad de apartarse de ese amasiato, al tucán, convertido en ave de rapiña y otros dos partidos, cuya influencia de la aún mandamás: Elba Esther Gordillo, es síntoma que arrebatarán el poder, cuyo encono por la reacción de hartazgo social, les puede dar un revés, pese a la insultante suma de dinero que gastarán.

Siete mil quinientos millones de pesos, es una cantidad que sin duda alguna resolvería los problemas de salud en algunos estados, sin descartar al más marginado y saqueado: Chiapas. Pero también resolvería añejos problemas de construcción y equipamiento de escuelas; se podrían introducir miles de metros lineales de tubería para agua de consumo humano; sin duda alguna se resolvería miles de metros lineales de drenaje y tampoco quedaría duda que se alimentaría a millones de personas en extrema pobreza alimentaria. Bueno, se podría estimular a la pequeña y mediana empresas, con apoyos emergentes sin acudir a los usureros de costumbre, tanto de gobierno como de la banca pública.

El costo de la elección a gobernador del estado de México, tiene precio y es el precio más elevado de la historia de este saqueado país. Es insultante a los márgenes de pobreza y a las deficiencias o carencias de servicios públicos y a la inseguridad que priva. La corrupción tiene ese precio, el de miles de millones de pesos para mantener el poder; eso y más nos espera para el 2018… ¿y los votantes?…. ¡como en feria¡

Y en Chiapas no se cantan mal las rancheras. Cada semana se abre un  episodio más de la ruleta del poder, que no para y simula donde dará el premio mayor; cuya recomposición permite al gobernador Manuel Velasco Coello ir ajustando la dirección de a donde mandar la señal de ungir a los candidatos con más posibilidad de retener la gubernatura. A diferencia de la disputa real por el poder en el estado de México, en este saqueado rincón del sureste mexicano se va confeccionando el interés local a los intereses que se juegan en la entidad mexiquense, pues dependiendo del resultado podrán darse por la distinción de la candidatura con igual o menos apoyo en Chiapas.

En calidad de mientras, ya se especula que se hacen sendos acuerdos en la cúpula de las perversidades del poder, para ir perfilando al destapado Roberto Albores Gleason, a quien quieren comparar como si fuera Alfredo III, con la diferencia de que Roberto Albores Guillén, pese a ser de un grupo de poder de mucho peso, no está en la misma calidad de interés que Peña Nieto con su primo. Por si la presión allende fronteras fuera insalvable, Manolo Velasco ya paseó una vez más al diablito, al lado de Miguel Ángel Osorio Chong, apenas hace 24 horas. Pero si no hay acuerdo en el PRI, por Albores, Manolo tienen a la mano a José Antonio Aguilar Bodegas, que es su gallo.

Frente a ese escenario, la disputa en el seno de Morena la mantiene Rutilio Escandón Cadenas, quien un día sí y otro también se le cae de la gracia personal a Manolo, sin embargo, el gobernador chiapaneco no estará exponiendo su futuro político o su seguridad frente a Andrés Manuel López Obrador, que para eso también saltaría como emergente el senador Zoé Robledo Aburto, quien por cierto acaba de ponerse en el ojo del huracán en la bancada que según anunció se separó del PRD, mientras que se supone, Zoé ya no era miembro de ese partido… ¿o sí?.

Manolo está jugando sus cartas en un dilema, cuya referencia mexiquense habrá de dilucidarse para el mes de Junio, ya cerquita. ¿Pero qué cree, mi apreciable lector?; si ninguno de esos escenarios le fueran afines a los intereses de ésta entidad y el PRI pasara a la tercera fuerza política en el estado de México, cuyo futuro presidencial estaría casi definido para el próximo año, Manolo puede sacar la carta fuerte que luce públicamente y su candidato a la gubernatura sería sin duda alguna, Enoc Hernández Cruz… Sí, así como lo lee, porque entonces Manolo no sufriría “la imposición del centro” y tendría mano para decidir en Chiapas, con la injerencia de Juan Sabines Guerrero y previo acuerdo con el peje…. Nada es casual en política y solo falta esperar al mes de junio y sabremos de qué lado masca la iguana. Me queda pendiente el tema de la corrupción en el Cobach, donde su titular, Jorge Enrique Hernández Bielma, está salpicado de inmundicia hasta el cuello. Lo comentaremos en próxima entrega… ahí está pues… ¡YA

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