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Capacitan a productores indígenas en elaboración de abono orgánico

+ Estudiantes de Desarrollo Sustentable de la UNICH se vincularon con familias de la Comunidad de «La Florecilla» para transformar residuos mediante el trabajo de la lombriz de tierra.

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chiapas, 23 de Septiembre de 2013.- Alumnos del quinto semestre de la licenciatura en Desarrollo Sustentable, de la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH),  capacitaron a 13 familias de  la comunidad de «La Florecilla» del municipio de San Cristóbal de Las Casas, en el uso de materiales orgánicos para la producción de hortalizas.

Con el proyecto “Educación Ambiental e Implementación de Abonos Orgánicos”, los jóvenes de la licenciatura en Desarrollo Sustentable, ponen en  práctica la teoría aprendida en las aulas, enriqueciendo sus conocimientos al convivir y compartir las experiencias adquiridas en la UNICH, con las familias de la comunidad La Florecilla, quienes agradecieron la participación de los jóvenes al brindar apoyo y nuevas prácticas de cultivo en la comunidad.

Alfredo López Gómez comentó que como colectivo de estudiantes, realizan sus prácticas de campo y vinculación comunitaria en la comunidad de La Florecilla, donde «anteriormente solo se cosechaba maíz y frijol, hoy trece familias han sido beneficiadas con la seguridad alimentaria al producir acelgas, calabaza, betabel, rábanos, papas, entre otros, gracias a la implementación de abono orgánico lombricultura».

Por su parte, Mario García Álvarez explicó que la capacitación que se le brindó a las 13 familias de la comunidad La Florecilla consistió en explicar y poner en práctica la técnica para la transformación de residuos sólidos orgánicos mediante el trabajo directo de la lombriz de tierra, también denominado vermicultura o cultivo de gusanos.

Luis Alberto Gómez Hernández, estudiante de Desarrollo Sustentable, reconoció que  el desconocimiento de prácticas alternativas del uso de la tierra, ha generado un mal uso del suelo tales como sobrepastoreo, monocultivos, aplicación de herbicidas, tumba y quema, lo que conlleva a un deterioro del medio ambiente; todo esto quizá debido al desconocimiento del proceso y función de elaboración de abono orgánico por lo que no se utiliza en las prácticas cotidianas de esta comunidad.

Finalmente el grupo de estudiantes de la UNICH exhortó a cambiar los hábitos de siembra, «ya que cultivar es dar a la tierra lo necesario para que fructifique, es decir, dar un tratamiento adecuado, que no deteriore el medio ambiente y que genere ganancias tanto económicas como ambientales».

 

 

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