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LETRAS DESNUDAS

09 Noviembre 2021

MARIO CABALLERO

 EL ESTILO PERSONAL DE GOBERNAR DEL DR. ESCANDÓN

A muchos tal vez no les guste y a otros quizá hasta les incomode, pero desde que asumió el mando del Gobierno del Estado, el Dr. Rutilio Escandón no ha parado de demostrar que llegó al poder con la convicción de gobernar.

Días tras día, empieza la jornada desde temprano, con las Mesas de Seguridad, revisa las tareas de un día anterior, gira nuevas instrucciones a sus funcionarios, establece contacto con los distintos niveles de gobierno, con los otros poderes, sale de gira, supervisa las obras en ejecución y los logros alcanzados hasta ahora por su administración han eclipsado, por completo, a los gobiernos que le precedieron y que, de por sí, ya nadie quería recordar.

Repito: a algunos quizá nos les guste la forma de hacer política del gobernador Escandón Cadenas, especialmente aquellos que añoran el pasado, pero por lo vivido hasta ahora nos permite vislumbrar lo que será su muy estilo personal de gobernar durante los años que le restan al sexenio, que -dicho sea de paso- ha traído importantes beneficios para la sociedad chiapaneca.

Fue en 1974 el año en que vio la luz El estilo personal de gobernar, obra del gran Daniel Cosío Villegas. Quien ya lo haya leído dirá que ese libro lo escribió con la intención de describir y analizar el gobierno de Luis Echeverría Álvarez. No lo discuto, pero tampoco los que ya lo leyeron me dejaran mentir que ese ensayo, aunque tiene casi cincuenta años, sigue vigente para el análisis político en México.

Escribía Cosío Villegas: “el temperamento, el carácter, las simpatías y las diferencias, la educación y las experiencias personales” del presidente o gobernante influyen “de un modo claro” en toda la vida pública de un país. Más claro aún, decía que el gobierno de una nación, de un estado o de un municipio tomaba sus características de acuerdo con los deseos, convicciones, obsesiones, formación, ideas, en fin, la personalidad del Ejecutivo.

CARACTERÍSTICAS

Sin lugar a dudas, cada gobernante tiene su estilo que se refleja en cómo toma las decisiones de su gobierno y en cómo hace política. El gobernador Rutilio Escandón tiene el suyo. Sus características las hemos presenciado a lo largo de estos casi tres años.

Lo primero que se puede notar a simple vista es que tenemos un gobernador que fomenta la democracia y la pluralidad. Nunca se ha visto que quiera concentrar todo el poder en su figura. No hay indicios que haya buscado que todo gire a su alrededor.

Entiende que él es la máxima autoridad en el estado, pero con su actitud ante el manejo del poder nos dice que no es la única. Él toma las decisiones: desde las más importantes hasta las más pequeñas. Sin embargo, es un gobernante que delega, que sabe establecer responsabilidades, que busca la colaboración con los distintos órdenes de gobierno y con todas las instituciones.

Esto se ve en las Mesas de Seguridad, estrategia en la que convergen los tres poderes del Estado, el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional, Protección Civil, la Secretaria de Seguridad, de Salud, de Gobierno, funcionarios municipales, entre muchos otros.

Es decir, él es el que gobierna Chiapas, pero sabe escuchar y valorar las opiniones de sus subalternos para tomar las mejores decisiones. De otro modo, siendo un experto en leyes y no uno en materia de salud, el estado no habría tenido los extraordinarios resultados en el combate a la pandemia de coronavirus. Lo más deseable era que nadie hubiera muerto por esta enfermedad, pero hasta ahora hemos sido el estado que mejor la ha pasado durante este tiempo de contingencia sanitaria, con la menor tasa de fallecimientos y contagios por Covid. Y ahí están las cifras.

En una plática que sostuve hace algunos meses con el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Juan Óscar Trinidad Palacios, me dio a conocer que la relación que ha tenido con el gobernador ha sido de respeto mutuo y colaboración. El Dr. Escandón nunca ha intervenido en las decisiones del Poder Judicial, ni impuesto nada y menos todavía ha trasgredido su autonomía.

Por el contrario, han colaborado en objetivos comunes, pero cada quien con agenda propia y respondiendo a las necesidades de los chiapanecos desde sus respectivas trincheras. De hecho, esta es una de las partes centrales de su estilo, el respeto por las instituciones, el Estado de Derecho y la Constitución.

Como prueba está que el gobernador Rutilio Escandón no ha influido ni presionado en el fallo de un juez, ni en la aprobación de una iniciativa de ley, promoción o determinación del Congreso del Estado, ni en la resolución de los órganos electorales, ni ha abusado de su autoridad para sacar ventaja, como en el programa de vacunación anticoronavirus.

Otro ejemplo, fue la orden que giró a los funcionarios del Gobierno del Estado a no interferir en las elecciones del seis de junio, ni política ni económicamente. Él, por su propia cuenta, no operó para que un amigo suyo o un aliado obtuvieran una candidatura a través de sus influencias. Tampoco ejerció presión sobre los partidos políticos, ni siquiera con su partido, Morena, que actuó con plena libertad en la designación de sus candidatos y en el desarrollo de todo el proceso electoral. Como pocos, ha mostrado compromiso con la legalidad, la transparencia y la independencia institucional.

Aparte de estas características, el gobierno de Rutilio Escandón ha sido de profundas convicciones e ideales firmes. Cree que a través de la política de rendición de cuentas, austeridad y ahorro en el manejo de los recursos públicos, se pueden lograr mejores rendimientos.

Resultado de ello son las obras de infraestructura en la capital del estado, la remodelación, construcción y mejoramiento de hospitales y clínicas públicas, la apertura de caminos, el mantenimiento de carreteras, la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales y redes de distribución de agua potable en diferentes municipios del estado, así como los incentivos y dotación de equipo a los cuerpos de seguridad.

También está convencido que la transformación de la vida pública de Chiapas y de México comienza por tener servidores públicos comprometidos con la sociedad y en el combate a la corrupción.

Por eso ha sido determinante a la hora de deshacerse de un mal elemento de su gobierno e incluso ha pedido que sea llamado a rendirle cuentas a la justicia si éste ha abusado del cargo para obtener beneficios personales. Como fue el caso de Geovany Alexander “N”, que terminó en la cárcel tras detectarse que traficaba influencias desde su puesto en la Secretaría General de Gobierno.

LO QUE VIENE

Durante los próximos tres años y lo que resta de éste, lo que debemos esperar del gobernador Rutilio Escandón es claridad y determinación. Lo veremos consolidando las alianzas de colaboración que han logrado que Chiapas sea uno de los estados con la menor tasa de delitos de alto impacto, tomando decisiones en materia de salud bajo la recomendación de los expertos, aplicando los recursos en obras de mayor prioridad, sin solicitar más deuda pública y procurando la paz social y la tranquilidad entre los pueblos a través del diálogo y la legalidad.

@_MarioCaballero

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