+ Íconos automotrices que recorren el corazón del sureste mexicano.
+ Diseño, historia y mecánica que cobran vida en la ruta maya.
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de diciembre de 2025.- El Rally Maya México se ha consolidado como uno de los eventos de regularidad más emblemáticos del continente. A lo largo de sus ediciones, este museo rodante ha llevado a los participantes por caminos que atraviesan selvas, pueblos históricos, zonas arqueológicas y ciudades llenas de identidad como Mérida, Campeche, Valladolid entre otros.
En este recorrido, auténticas piezas de colección se convierten en protagonistas. Modelos que marcaron épocas, autos con grandes historias deportivas, sedanes que significaron avances tecnológicos en su tiempo y obras de lujo artesanal avanzan sobre una ruta donde conviven la ingeniería clásica y la herencia viva del mundo maya. A continuación, seis de los vehículos más representativos que han participado en distintas ediciones del rally.
Porsche 911 Targa
El Porsche 911 Targa es uno de los estandartes de la marca alemana dentro del RMM. Equipado con un motor bóxer de seis cilindros refrigerado por aire de 3.0 litros, genera entre 180 y 200 Hp, suficiente para ofrecer una experiencia de conducción deportiva que, aún con más de cuatro décadas encima, sigue siendo única.
Su nombre “Targa”, derivado de la famosa Targa Florio en Sicilia, rinde tributo a una de las carreras más duras de la historia. Este modelo introdujo un concepto revolucionario para su época: un descapotable protegido por un arco antivuelco fijo, solución que combinó seguridad, rigidez estructural y sensación de manejo al aire libre.
En el Rally Maya México, este 911 no solo destacó por su desempeño, sino por su legado. Equipos al volante del Targa han obtenido reconocimientos como el trofeo «El Corazón Maya», símbolo de constancia y espíritu de competencia. Su presencia aporta deportividad clásica y una conexión auténtica con la filosofía de conducción pura.
BMW 2002
El BMW 2002 es un modelo clave en la historia de la marca y uno de los sedanes compactos más influyentes del siglo XX.
Este auto fue la base para la consolidación de BMW en campeonatos europeos de turismos, donde variantes del 2002 ayudaron a forjar la reputación deportiva de la marca bávara. Su combinación de agilidad, estabilidad y carácter lo convirtió en un favorito tanto en competencias como en carretera.
Cuando participó en el Rally Maya México, el 2002 retomó ese espíritu de dinamismo, demostrando cómo un sedán compacto puede mantener precisión en etapas de regularidad y ofrecer un manejo directo en rutas donde predominan curvas, caminos rurales y paisajes tropicales.
Mercedes-Benz 250 S
La elegancia alemana se manifiesta de manera impecable en el Mercedes-Benz 250 S de la serie W108. Dotado de un motor seis en línea de 2.5 litros con aproximadamente 130 Hp, este modelo simboliza el lujo sobrio y la ingeniería precisa que caracterizó a Mercedes durante las décadas de los sesenta y setenta.
Su diseño, obra de Paul Bracq, se distingue por líneas limpias, proporciones equilibradas y una presencia imponente que continúa siendo admirada en la actualidad. En su época, el 250 S destacó por ofrecer un manejo refinado, gran comodidad y una solidez estructural que lo hizo especialmente confiable en viajes largos.
Dentro del Rally Maya México, el 250 S representó la unión entre comodidad y rendimiento. Es un sedán capaz de mantener un ritmo constante, absorber irregularidades del camino, además de combinar el estilo clásico con la exigencia técnica de una competencia de precisión.
Ford Model A
El Ford Model A puede ser el ejemplo más claro de como el RMM no solo celebra la historia automotriz, sino que la pone en movimiento. Con un motor de cuatro cilindros que produce unos 40 Hp y una velocidad máxima cercana a los 105 km/h, este vehículo fue un salto tecnológico enorme respecto al Model T, incorporando avances en transmisión, frenos y ergonomía.
Su diseño previo a la Segunda Guerra Mundial, con carrocerías robustas y mecánica simple pero confiable, lo convierte en un vehículo tan carismático como resistente. Verlo participar en un rally moderno es atestiguar una cápsula del tiempo funcionando con precisión, desplazándose entre comunidades mayas, haciendas históricas y paisajes que parecen retroceder décadas.
El Model A simboliza la diversidad del Rally Maya México, autos potentes, elegantes y otros que narran el origen mismo de la motorización.
Jaguar E-Type
El Jaguar E-Type es una obra maestra del diseño británico. Equipado con un motor seis cilindros en línea de 4.2 litros de 265 Hp, es un deportivo que ofrecía cifras de desempeño sorprendentes para su época. Su frenado con discos en las cuatro ruedas y su suspensión trasera independiente lo situaron a la vanguardia tecnológica en los años sesenta.
Enzo Ferrari llegó a describirlo como “el auto más bello jamás construido”, comentario que sigue resonando entre aficionados. Su silueta alargada, sus proporciones armoniosas y su carácter de gran turismo lo convirtieron en un ícono de estilo y rendimiento.
En el RMM, su presencia fue impactante. Recorrer caminos entre cenotes, arquitectura colonial y zonas arqueológicas subraya su aura de aventura clásica, combinando belleza, historia, así como potencia con el encanto del entorno maya.
Rolls-Royce Phantom III
Pocas máquinas definen el lujo artesanal como el Rolls-Royce Phantom III. Equipado con un V12 de 7.3 litros y un diseño avanzado para su época, este auto es una pieza única de ingeniería previo a la Segunda Guerra Mundial. Con solo 727 unidades producidas, su presencia en el RMM es un acontecimiento por sí mismo.
El Phantom III combinaba potencia, suavidad y sofisticación técnica, incorporando soluciones poco comunes en la década de 1930 como sistema de lubricación centralizado y materiales de alta calidad, tanto en su chasis como en su carrocería, normalmente fabricada por carroceros especializados.
En la ruta maya, su figura imponente avanza casi como un cortejo real entre paisajes tropicales y sitios arqueológicos. Su participación resalta el contraste entre el lujo británico de otra era así como la profundidad histórica del sureste mexicano.
Un rally donde la historia, cultura e ingeniería se encuentran
Más que una competencia, el Rally Maya México es una travesía cultural. Cada edición permite descubrir la identidad del sureste con su gastronomía vibrante, tradición artesanal, sus ciudades coloniales, zonas arqueológicas y sus comunidades llenas de historias. En este escenario, los autos clásicos no solo compiten, sino que dialogan con el paisaje, convirtiendo cada kilómetro en un homenaje al pasado.
Estas máquinas, hoy convertidas en joyas en movimiento funcionan como embajadores del tiempo, demostrando que la belleza automotriz no está en el presente, sino en la capacidad de mantenerse viva. En el Rally Maya México, cada auto escribe un capítulo más de su propia historia mientras resalta la riqueza cultural del país.
Para más información, consulta www.rallymaya.com.
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