IA: ¿Quién entrenará a quién?

El dilema ético que las empresas deben resolver antes de adoptarla

  • La norma ISO 42001, clave para garantizar un uso ético, transparente y seguro de la inteligencia artificial en las empresas.
  • La capacitación debe ser continua y estratégica para transformar procesos, cultura organizacional y talento humano.
  • Ante la falta de regulación gubernamental, la autorregulación y el apego a estándares internacionales otorgan ventajas competitivas.

La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser un tema de ciencia ficción. Ya opera entre nosotros y, como afirma Francisco Carlos, especialista en transformación digital, “no va a esperar a nadie”. El verdadero reto no radica en los algoritmos, sino en cómo las organizaciones se adaptan para utilizar esta tecnología de manera efectiva, estratégica y ética.

“La IA no va a reemplazar a las personas en el futuro cercano. Serán las personas que sepan usarla quienes desplacen a las que no lo hagan”, ha señalado el especialista en diversos foros. Su advertencia cobra fuerza con la llegada de la norma internacional ISO/IEC 42001:2023, que establece lineamientos para implementar IA sin perder el control, la transparencia ni el enfoque en los derechos humanos.

Más allá del entusiasmo tecnológico, hablar de inteligencia artificial hoy significa replantear estructuras internas sobre cómo se toman decisiones, se forman los equipos y cómo se enfrentan riesgos invisibles como los sesgos replicados por modelos automatizados.

“Un modelo de IA que evalúa créditos puede ser tan eficiente como peligroso. Si no lo vigilas, puede terminar discriminando a ciertos segmentos o grupos de personas sin que nadie lo note”, alerta el responsable de la firma consultora GeneratIA.

La publicación de la Norma internacional ISO/IEC 42001 en diciembre de 2023 busca atender precisamente estos dilemas. Ofrece un marco de gobernanza, gestión de riesgos y ética para organizaciones que están empezando a implementar IA o que desean hacerlo con bases sólidas.

El panorama regulatorio, sin embargo, avanza lentamente. En países como México, el debate está en curso, pero aún lejos de consolidarse. Muchas empresas enfrentan una decisión ineludible: esperar a que llegue la regulación… o tomar la delantera: “La autorregulación no es una opción: es una necesidad”, señala.

La propuesta concreta incluye la creación de Centros de Excelencia en Inteligencia Artificial (AI CoE), donde se integren líderes corporativos, expertos técnicos, equipos legales y áreas operativas. La idea no es adoptar la IA como una moda, sino integrarla al corazón mismo del negocio: “Se trata de construir cimientos sólidos. La IA es como un río: no se detiene, pero sí podemos dirigir su cauce”.

El argumento no es sólo ético; también es competitivo. Según PwC, las organizaciones que incorporen IA con criterios de responsabilidad y propósito ganarán ventaja en productividad y reputación. En sectores como el financiero, los beneficios pueden ser significativos en múltiples procesos internos, desde la atención al cliente hasta la evaluación de riesgos.

Para las organizaciones que inician este camino, contar con asesoría especializada puede marcar la diferencia. Francisco Carlos sugiere apoyarse en entidades técnicas con experiencia en la materia. Entre ellas, destaca la labor de BSI Group, organismo que participa activamente en el desarrollo de normas como la mencionada ISO/IEC 42001 y que acompaña a empresas en su implementación ética y regulatoria.

“No basta con adoptar tecnología. Hay que saber construir con ella, como un lego. Bloque por bloque, con propósito y dirección”, concluye Francisco Carlos, CEO de Generat IA.

Acerca de BSI

BSI (British Standards Institution) es la empresa de estándares de negocios que equipa a las organizaciones con las soluciones necesarias para convertir los estándares de mejores prácticas en hábitos de excelencia. Formado en 1901, BSI fue el primer organismo nacional de normalización y miembro fundador de la Organización Internacional de Normalización (ISO). Más de un siglo después, continúa facilitando la mejora comercial en todo el mundo ayudando a sus clientes a impulsar el desempeño, administrar los riesgos y crecer de manera sustentable mediante la adopción de estándares internacionales de sistemas de gestión, muchos de los cuales originó BSI. Reconocida por sus marcas de excelencia, incluida BSI Kitemark™, reconocida por los consumidores, la influencia de BSI se extiende por múltiples sectores, incluidos el aeroespacial, automotriz, entorno construido, alimentación, salud y TIC. Con 84,000 clientes en 193 países, BSI es una organización cuyos estándares inspiran la excelencia en todo el mundo.

Visite la página https://www.bsigroup.com/es-MX/

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