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TRES DE OÍR, UNO DE HABLAR

02 Mayo 2018

Manuel Zepeda Ramos

Eran los primeros meses de 1989 y también los del gobierno de Salinas de Gortari.

En Baja California se iba a dar la primera elección constitucional del sexenio, el primer domingo de julio.

Habían en la precampaña distinguidos baja californianos que aspiraban a la gubernatura del estado por el PRI: el negro Martinez Palomera, Armando Gallego, Margarita Ortega, Gustavo Almaraz, El “Chumamo” Hernández Montaño. Al PRI nacional llega el Senador Luis Donaldo Colosio con el nuevo presidente y Eduardo Robledo Rincón, amigo de Colosio, también Senador de la República, se convierte en subsecretario general adjunto.

El que esto escribe recibe una invitación de Robledo para incorporarme a la que habría de ser la campaña al gobierno de Baja California. La acepto emocionado. Significaba producir la propaganda en Radio y televisión -Baja California nos llevaba un buen trecho al respecto-, la propaganda impresa -carteles, volantes, trípticos, historietas, carteleras-, y algo al que le tenia muchas ganas desde hacía buen tiempo: experimentar propaganda impresa marginal convertida en periódico de bolsillo.

Fueron cuatro meses de intensa actividad en los que pude trabajar con muy buenos resultados: la utilización de impresos y audiovisuales en una propaganda política.

La candidata resultó ser Margarita Ortega Villa, joven abogada por la Universidad Autónoma de Baja California, formada bajo el gobierno de Milton Castellanos Everardo, Chiapaneco de nacimiento y pariente cercano mío -ver Las Grandes Lluvias, primera novela de la zaga de Eraclio Zepeda, Fondo de Cultura Económica-, con quien me reencontré y con quien aprendí mucho de política electoral.

Todos los domingos me iba a comer con la Pimpi y sus hijos, la mayoría de mi edad, a un ranchito en Mexicali que tenía rumbo al aeropuerto en donde criaba borregos pelibuey.

-Como vamos Milton, le preguntaba.

– No vamos bien, me contestaba seco, respuesta que me hacía sentir muy mal por la gran responsabilidad que traía a cuestas.

-Por qué, Milton?

– Porque esto es como el box.

– Como el box, no entiendo.

– Si, hombre! Como el box: en cada round, tres por uno. Tres minutos de oír y uno de hablar. Margarita está al revés: habla tres y escucha uno. Podemos perder.

El resultado, ya lo conocemos. Perdió Margarita Ortega Villa: fue la primera concertasesión del gobierno de Salinas de Gortari y el beneficiario, Ernesto Rufo Appel. Vendrían todavía en ese sexenio muchas otras concertasesiones.

He traído a la memoria estos momentos sucedidos hace casi 29 años allá en Baja California, porque el único candidato que va como el box, que escucha tres minutos y habla uno para amarrar propuestas, es José Antonio Meade Kuribreña.

No pasa un día de la campaña sin que en sus discursos haga muchas propuestas, todas producto de la consulta a la base electoral. Son propuestas que habrán de convertirse en Programa de Gobierno una vez que alcance la Presidencia de la República el primero de julio.

Esto que propone Pepe Meade, no es sencillo. Está avalado por las dos décadas de trabajo intenso en el servicio activo federal para el beneficio de México. Trae tanta información en el “disco duro” que, con solo escuchar la petición de acciones, aparecen de inmediato las ideas que después se vuelven propuestas sensatas y necesarias para darle a nuestro país herramientas de trabajo para realizar acciones que nos lleven al desarrollo de las zonas productivas de México.

A nosotros los chiapanecos nos gustan las propuestas que lanzó en Tapachula, todas factibles y posibles.

El despegue turístico de Chiapas para el mundo, que significa poner al alcance del Planeta las ciudades Estado del primer imperio Maya y sus enclaves en la selva de belleza indiscutible  que las acompañan. Se traduce en una gran infraestructura de conectividad, artes escénicas, museos de sitio, hotelería y servicios para que el desarrollo del turismo histórico, cultural, de naturaleza y aventura, tenga dimensión mundial, que se vuelva atractivo para los que viajan por el Planeta -son muchos millones de turistas cada año-, para que nuestro estado aporte lo suficiente para seguir aumentando el gusto por Mexico de los habitantes de la tierra que ya nos ubican como la sexta potencia en el Mundo del turismo y queremos seguir creciendo.

El tren moderno Tapachula-El Mayab, habrá de tener una riqueza extraordinaria. No únicamente será una medio de comunicación para los turistas y para el intercambio de productos de todo tipo. Será también el vehículo que lleve y traiga por las vías del tren toda la riqueza cultural de los habitantes de la Frontera Sur para que se conozcan todas esas manifestaciones que habrán de consolidarnos como pueblo de pueblos ante el Planeta.

Son muchas ideas que Pepe Meade ha ido pepenando por nuestro país en sus giras buscando el voto de los mexicanos, que las convierte en propuestas viables, necesarias para el desarrollo de México. Las reuniones con empresarios y productores agropecuarios en Tapachula, que habrá de pergeñar la zona agropecuaria de Puerto Madero, estoy seguro que habrán de generar ideas claras para el avance de la producción en Chiapas, que lo convierta en un estado de relevancia de interés continental.

Lo qué pasó el ultima día del mes de abril en Cozumel, también es de tomarse en cuenta. Escuchando a los empresarios de la isla, surgió en la mente de Pepe Meade otro proyecto importante para el desarrollo de esa zona turística tan importante: en temporada baja, Cozumel puede convertirse en la capital del deporte. Me imagino a Cozumel lleno de los mejores triatlonistas del mundo compitiendo en ese maravilloso mar y en esa isla de ensueño, o la convención mundial de buzos reunidos para dirimir sus diferencias técnicas, o los mejores futbolistas del mundo dando clínicas a los niños que puedan asistir, o la creación de una prueba de equitación que convoque a los corceles y jinetes más destacados del Planeta. Todo eso se puede hacer con un presidente creativo, lleno de ideas para el desarrollo nacional.

No es un asunto de ofensa, por Dios, pero los otros candidatos se esfuerzan por proponer asuntos de interés para los electores, pero no les sale. Prefieren  la confrontación, el reclamo, la palabra fácil, la burla que, al final de cuentas, se traduce en nada.

Sin duda, Pepe Meade ha redoblado el paso. Sin duda, seguirá proponiendo ideas y más ideas que le den a nuestro país pertrecho necesario para consolidar su prestigio bien ganado en su actuar por el mundo. Sin duda, será el próximo Presidente de México.

Pepe Meade lo sabe y lo seguirá haciendo: como el box; tres de escuchar y uno de hablar.

Queremos un presidente de ideas, que las desarrolle en México y que sepa decirlas ante el mundo. Queremos experiencia, queremos honradez.

Queremos alguien que acabe con la impunidad.

Es Pepe Meade y el futuro de la Nación.

 

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