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Sube a 85 la cifra de muertos por explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo; aún hay 58 hospitalizados

Cómo ocurrió la explosión, antecedentes de ordeña y la actuación del Ejército: Lo que se sabe de la tragedia en Tlahuelilpan/Animal Político 

Milenio

CIUDAD DE MEXICO, 20 de enero de 2019./Milenio.- El secretario de Salud Jorge Alcocer informó que el número de muertos por la explosión del ducto de Pemex en Tlahuelilpan, Hidalgo, aumentó a 85.

“Habíamos anunciado en la mañana de 79 defunciones, se suman otros seis, que suman 85 fallecidos”, dijo durante la cuarta conferencia de prensa en el Palacio Nacional.

Añadió que aún hay 58 personas hospitalizadas y que hoy se trasladó a un niño con quemaduras a la ciudad de Galveston, en Estados Unidos.

A su vez, el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, dijo que el gobierno federal apoyará a los familiares de las víctimas que murieron en la explosión.

“Ayudaremos con todos los gastos médicos, tratamientos, gastos funerarios, féretros y llevar los cuerpos a los sitios donde estén sus familias”, aseguró.

Agregó que hasta el momento han sido identificados nueve de los 68 cuerpos y siete ya fueron entregados a las familias.

Cómo ocurrió la explosión, antecedentes de ordeña y la actuación del Ejército: Lo que se sabe de la tragedia en Tlahuelilpan

Animal Político

CIUDAD DE MEXICO, 20 de enero de 2019/Animal Político.- La gente se acercó para tomar gasolina. A las 16:50 horas del viernes 18 de enero, Pemex reportó una toma clandestina en el kilómetro 226 del ducto Tuxpan-Tula, en la localidad de San Primitivo del municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo. Decenas de pobladores, al ver brotar el combustible, en un chorro que alcanzó hasta los seis metros de altura, se aproximaron para tratar de llevárselo en bidones.

Una escena que se ha vuelto recurrente, en diferentes estados del país, con los casos de ordeña de ductos, aunque esta vez los acontecimientos derivaron en una explosión que cobró la vida de 85 personas, mientras otras 58 seguían heridas, en diferentes hospitales.

De acuerdo con el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, tras el reporte de Pemex las Fuerzas Armadas acudieron “inmediatamente” y “después de las 17:00 horas” ya se encontraban en la zona donde se registró la toma clandestina, que está a unos 13 kilómetros de la refinería de Tula. También llegó personal de Seguridad Pública del municipio, la Agencia de Seguridad Estatal, personal de Protección Civil y Bomberos.

Ahí, según Fayad, la acción de autoridades locales y militares fue tratar de persuadir a la gente, para que se retirara del lugar, porque corría peligro al estar en contacto con el combustible. Pero la mayoría ignoró ese llamado.

A las 18:50 horas, las autoridades de Hidalgo ya tenían confirmado que hubo una explosión, que dejó decenas de personas lesionadas. Transcurrieron al menos un par de horas, entre el reporte de Pemex al Ejército sobre la fuga de hidrocarburo (16:50 horas) y la explosión; tiempo en que la gente estuvo recopilando gasolina en garrafas, algunos incluso haciendo uno o dos recorridos, para llevarse la mayor cantidad posible, de acuerdo con testimonios.

Los horarios mencionados son los que dio el gobernador de Hidalgo en conferencia conjunta con autoridades federales, aunque el diario El País citó el testimonio de un militar, mencionando que el ducto fue detectado por una patrulla del Ejército desde las 14:oo horas.

La actuación del Ejército

El secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, dijo en conferencia de prensa que el oficial del Ejército que se encontraba al mando de la base de operaciones, encargada de revisar esa zona de ductos de Pemex, tenía 25 elementos bajo su mando, y que detectaron la toma clandestina en Tlahuelilpan “todavía en un momento que no tenía mucha salida el combustible”.

Según el reporte que le dieron al titular de Sedena, “había algunas personas ahí, cercanas a la toma”, y “poco a poco fue incrementando la salida de combustible en el ducto en la toma clandestina hasta llegar a alcanzar seis o siete metros de altura.

Cuando empieza a incrementarse esta salida del combustible del ducto también se reúne una mayor cantidad de personas; informa el oficial  que había entre 600 y 800 personas que empezaron a llegar ahí, al área de la toma”.

Según lo explicado por el secretario, cuando llegó la presencia militar a la zona de la toma clandestina, “había algunas personas”, y luego, al observar cómo brotaba el combustible, se congregó más y más gente, hasta ser unas 800. Entonces los elementos del Ejército buscaron persuadir a los habitantes, para que se alejaran, sin tener éxito.

Cresencio Sandoval aceptó que la cantidad de pobladores “obligó” a los 25 elementos del Ejército a hacerse a un costado, aunque no explicó por qué en ese lapso de tiempo no llegaron más militares para reforzar la acción. El titular de Sedena también detalló que no detectaron que los habitantes que acudieron por el combustible tuvieran algún tipo de arma.

En cuanto a otras corporaciones, el gobierno de Hidalgo solo indicó que había acudido personal de Seguridad Pública del municipio, la Agencia de Seguridad Estatal, personal de Protección Civil y Bomberos, aunque sin detallar la cifra de elementos.

“Él (el oficial a cargo, del que no dio su nombre) busca evitar que las personas se acerquen al ducto por la peligrosidad que éste presentaba, trata de persuadirlos, a los pobladores, pero hacen caso omiso y se tornan algunos de ellos un poco agresivos, y al verse rebasado por la cantidad de gente que estaba llegando con sus recipientes para llenarlos de combustible, es  obligado a retirarse a un costado, busca no tener una confrontación”, relató el secretario de Defensa.

“No se retira del área, queda ahí a un costado, pendiente de lo que  estaba sucediendo. Y sigue incrementándose la gente, siguen llegando pobladores con los recipientes para llenarlos de combustible. Inclusive, informa que hay personas que se llenan de combustible en sus ropas por la misma presión que tenía la salida”, agregó.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, consideró que fue correcta la actuación del Ejército.

“La actitud, la acción del Ejército fue correcta, les diría yo que oportuna. No es fácil ante una multitud hacer prevalecer el orden, aun explicando sobre los riesgos”, mencionó el mandatario federal.

“En el caso de que se hubiese pedido auxilio, no se hubiese logrado  mucho, porque todo esto se da también de repente, llega muchísima gente y hay el antecedente que cuando se dan estos casos no se respeta  ni siquiera a los elementos del Ejército, se enfrenta la población. Hay otros casos sobre esto”.

El 13 de enero pasado, se reportó el caso de 10 militares que fueron retenidos durante varias horas por pobladores de la localidad de Santa Ana Ahuehuepan, en Tula, Hidalgo, al realizar un operativo contra el robo de combustible.

Los antecedentes de ordeña

El ducto Tuxpan-Tula, en el que se dio la toma clandestina que derivó en la explosión en Tlahuelilpan, “es muy importante porque surte a la refinería de Tula con gasolinas o con componentes para la gasolina”, dijo el titular de Pemex, Octavio Romero Oropeza.

Según el funcionario, el ducto Tuxpan-Tula estaba suspendido desde el 23 de diciembre, y hasta el 16 de enero había sido reactivado, para el “proceso de empaque” de gasolina Premium y el componente llamado MTB.

El titular de Pemex explicó que cuando detectaron actividad irregular en el ducto Tuxpan-Tula, se redujo la presión aplicando los protocolos correspondientes, aunque no detalló la hora en que se realizó el cierre de válvula.

“Se venía operando a 20 kilogramos de presión, y cuando ocurre esto, la suspensión y el cierre en la válvula, ya se queda en apróximadamente cinco o seis kilogramos de presión”, mencionó.

Romero Oropeza apuntó que en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo, a lo largo del ducto Tuxpan-Tula, se habían detectado 10 tomas clandestinas de hidrocarburo en los últimos tres meses.

El 18 de diciembre pasado, dijo, en el mismo municipio ya se había desatado un incendio, por una toma clandestina, y tardó 12 horas en apagarse.

En respuestas a solicitudes de información, Pemex indicó que en Tlahuelilpan, Hidalgo, han sido detectadas tomas clandestinas al menos desde 2011, cuando se registró un caso; luego fueron seis en 2013, ocho en 2014, dos en 2015, seis en 2016, y tres entre el uno de enero y el 16 de febrero de 2017.

Tlahuelilpan, a 70 kilómetros de la ciudad de Pachuca, tenía una población de 19,389 habitantes hasta el registro del Inegi de 2015. De acuerdo con los datos de Coneval, de ese año, la mitad de su población tenía condición de pobreza, y 7.1% pobreza extrema.

La agencia AFP relató que sus periodistas hicieron un recorrió por el poblado cercano al lugar de la explosión, y observaron calles pavimentadas, con servicios y comercios. Los pobladores les mencionaron que se dedican a la agricultura y el transporte.

Un vecino mencionó que, al ganar muy poco, algunos campesinos ven como una oportunidad el involucrarse en actividades como la extracción de combustible de tomas clandestinas, su compra y venta.

“Para muchos como yo, que no acabamos la secundaria, los huachicoleros también generan empleo para las familias pobres, y los políticos no sufren de las carencias que nosotros sufrimos, y además no vamos a comprar la gasolina a 20 pesos, porque no nos alcanza”, dijo a Notimex un habitante de la zona.

Testimonios

“Yo nada más llegué porque me dijeron que estaban regalando gasolina”, relató al diario Reforma un campesino de 37 años, Édgar, quien acudió a la toma clandestina en Tlahuelilpan el viernes. En su caso, alcanzó a llenar un garrafón con gasolina y luego se alejó, por lo que no sufrió heridas.

“Yo me salvé porque ya había sacado un garrafón y lo vine a dejar, y cuando yo regresé por el otro, fue cuando vimos la explosión. Yo vi cuando explotó y apenas iba a entrar otra vez.

“Cuando iba la mitad del camino, que se prende. Aventé el pinche garrafón y a correr. Todavía me jalé a un chavo que iba bien quemado. Lo aventé ahí a la zanja, ahí nos aventamos los dos adentro de la zanja, y ya de ahí otro chavo nos ayudó a salir, pero yo cuando salí ya mi gasolina ya no estaba, o sea no me llevé nada”.

Otro poblador, de acuerdo con testimonios recabados por Notimex, coincidió en el relato de que el viernes comenzó a extenderse el rumor de que “estaban regalando gasolina”, en Tlahuelilpan, aunque “la gente que llegó no sabía (extraer gasolina), venían hasta de Actopan y otros pueblos de por aquí”.

Los heridos

De las personas hospitalizadas, 49 tienen entre 15 y 34 años, la mayoría de ellos hombres, según dijo el secretario de Salud federal. El gobernador de Hidalgo habló de siete menores de edad lesionados, entre ellos un joven de 12 años.

Algunos de los pacientes, dijo el gobernador, sobre todo los menores de edad, serían trasladados al hospital Shriners, en Galveston, Texas. En la página del gobierno de Hidalgo, las autoridades han publicado listas actualizadas de los nombres de los heridos, su ubicación y su estado de salud.

La investigación

En cuanto a la investigación sobre la toma clandestina, qué originó el incendio y quiénes son los responsables, el fiscal General, Alejandro Gertz Manero, dijo que policías ministeriales acudieron a la zona, para recabar evidencia, y que ya cuentan, entre otros elementos, con videos de los momentos en que la gente acudía para llevarse gasolina de la toma clandestina.

Sin embargo, dijo, en la investigación hay una serie de limitantes, por lo que se hará lo que sea “humanamente posible” para esclarecer el caso.

“Las personas que estaban más cerca de la explosión fallecieron y eran los que estaban realmente pegados al área donde ocurrió esta desgracia. Entonces, tenemos una serie de limitaciones, de investigación, pero eso no significa que no podamos llenar todo el espectro de investigación alrededor, con todos los peritajes que vamos a levantar de voces, de sonidos, de videos, de toda clase de pruebas y las testimoniales que nosotros ya estamos levantando en la población”, dijo Gertz Manero.

En una conferencia de prensa el sábado, el funcionario mencionó que las primeras diligencias ya han dado datos preliminares, respecto a la forma en que ocurrieron los hechos.

Una hipótesis, dijo, es que muchas de las personas que se acercaron por gasolina utilizaban ropa sintética, que tiene la posibilidad de “generar reacciones eléctricas”; esto, mientras el ducto afectado “estaba cargado con gasolina de muy alto octanaje”.

Ese es un principio de investigación, dijo Gertz, “no es una contundencia, ni un resultado final”, que el movimiento de tantas personas en un área cargada  de gases, además del combustible líquido brotando de la toma, “pudo haber generado esa explosión”.

Gertz Manero, cuestionado por la prensa, mencionó que “evidentemente” alguien hizo de manera intencional una perforación en el ducto, para obtener hidrocarburo de manera ilegal, aunque definir con precisión quién lo hizo tiene las limitantes ya mencionadas.

El incendio por la toma clandestina en Tlahuelilpan, según los datos oficiales, duró unas cinco horas. A las 00:02 horas ya del sábado 19 de enero, Pemex informó que ya había sido sofocado.

 

El gobernador Fayad, sobre el tema de las indagatorias, dijo que “se cuenta ya con 59 carpetas de investigación iniciadas en las agencias del Ministerio Público, para asentar los datos de las  víctimas”.

La postura de AMLO

El presidente de México, tras la tragedia en Tlahuelilpan, dijo que su gobierno seguirá combatiendo el robo de hidrocarburos, aunque en los casos de perforaciones a ductos y habitantes que acudan a tratar de llevarse el combustible, no se buscará una confrontación.

“Nosotros vamos a seguir convenciendo, persuadiendo a la gente. Nosotros tenemos la convicción de que el pueblo es bueno, que es honesto”, mencionó López Obrador.

“Que, si se ha llegado a estos extremos, a estas prácticas es porque se le abandonó por completo, y esto significa que no han tenido posibilidad de satisfacer sus necesidades básicas, porque hay millones de pobres en el país, gente que no tiene ni siquiera para lo más indispensable. Por eso es que ha proliferado este tipo de actitudes”.

López Obrador ha acusado que en los gobiernos federales previos se permitió el robo de hidrocarburos y pérdidas millonarias para Pemex, el llamado huachicoleo, por lo que activó una estrategia de cerrar ductos en casos específicos y cambiar el sistema de distribución, optando por pipas, lo que ha provocado desabasto en diferentes entidades, entre ellas Hidalgo.

Mientras el mandatario federal ha pedido paciencia y apoyo de los ciudadanos, partidos de oposición critican la estrategia y la afectación a la gente, que no puede recargar con normalidad combustible.

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