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El papa Francisco nombra a Rodrigo Aguilar Martínez como nuevo obispo de San Cristóbal de Las Casas

+ Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, nuevo obispo de San Cristóbal de Las Casas, sustituirá a partir de Enero próximo a Felipe Arizmendi Esquivel, quien renunció  cuando cumplió 75 años de edad.

CIUDAD DE MEXICO, 03 de Noviembre de 2017./Agencias.-  Rodrigo Aguilar Martínez, actual obispo diocesano de la ciudad de Tehuacan, Puebla, fue nombrado por el papa Francisco como nuevo obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, según consta en la página oficial de internet de la Confederación del Episcopado Mexicano, donde se refiere que la información fue publicada este día en el diario L’Osservatore Romano.

El Papa Francisco nombró a monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, nuevo obispo de San Cristóbal de Las Casas, en sustitución de Felipe Arizmendi Esquivel, quien renunció el 1 de mayo de 2015, cuando cumplió 75 años de edad.

Al conocer la noticia, Aguilar Martínez quien era obispo de Tehuantepec, Puebla y antes de Matehuala, San Luis Potosí, dijo, en un breve mensaje, que quiere conocer y unirse al caminar marcado por el III Sínodo Diocesano y por el Plan Diocesano de Pastoral.

Pidió a los católicos de la diócesis de San Cristóbal, trabajar juntos “en espíritu sinodal, como nos invita el papa Francisco, avivando la fe y la esperanza. Que las dificultades no nos desalienten, sino que se conviertan en oportunidades que nos forjen. Necesito de su oración, cuenten con la mía”.

El nuevo obispo, quien asumirá el cargo el 3 de enero próximo, agregó que “Con el favor de Dios, emprenderemos esta nueva etapa de la vida diocesana el 3 de enero de 2018, con la protección e intercesión de san Cristóbal mártir”.

Señaló que valora “el caminar de la diócesis, con una larga historia de fe y numerosos obispos, desde el primero, Fray Bartolomé de las Casas, hasta los más recientes, monseñor Samuel Ruiz García, Raúl Vera López, Felipe Arizmendi Esquivel y Enrique Díaz Díaz”.

Subrayó: “Acojo con amorosa devoción su voluntad (de Dios) de concluir mi servicio pastoral en Tehuacán e iniciarlo en San Cristóbal de Las Casas. Cristo Jesús, venerado en la diócesis como el Señor de Tila, que me llama y me envía, también me da testimonio como Camino para ir al Padre por su Misterio Pascual, que me da vida para darla yo también en bien de muchos”.

Arizmendi Esquivel, por su parte, manifestó que durante los 17 años y medio de obispo de San Cristóbal “he procurado mantenerme fiel a lo que dije el día de mi llegada a San Cristóbal: No vengo a competir, ni a destruir, sino a complementar”.

Remarcó: “Nunca quise competir con mi ilustre antecesor, Mons. Samuel Ruiz García. El abrió caminos que habían sido inspirados por el Espíritu Santo en el Concilio Vaticano II. Luchó arduamente, con persecuciones, por la defensa y la dignidad de los pueblos originarios, para que se respetaran sus derechos. Promovió la paz, siempre con el cimiento de la verdad y la justicia. No se debe perder su herencia pastoral”.

Expresó que su servicio “era complementar la atención pastoral a lo que los signos de los tiempos fueran indicando, y que son retos actuales para la diócesis, como la migración, interna y externa, las traducciones bíblicas y litúrgicas a los idiomas indígenas, la consolidación del diaconado permanente, la promoción de la mujer, la evolución global de la niñez y la juventud, la pastoral urbana, la organización de los catequistas de comunidades, la promoción de vocaciones religiosas y sacerdotales, la renovación del Seminario Diocesano, la pastoral de las familias, la evangelización por los medios de comunicación”.

Informó que a partir del 4 de enero próximo regresará a su diócesis de origen, Toluca, “donde me dedicaré, mientras Dios me conceda vida y salud, y de común acuerdo con esa diócesis y con mi diócesis actual, Tenancingo, a escuchar a las personas en confesión y en asesoría espiritual”.

Por su parte, Rodrigo Aguilar se desempeñó durante 11 años como obispo de Tehuacán, luego de que el 28 de enero del 2006 fue nombrado en ese cargo por el entonces papa, Benedicto XVI, tomando posesión el 30 de marzo de ese mismo año, proveniente de la diócesis de Matehuala, donde recibió su ordenación episcopal el 31 de julio de 1997, por nombramiento del papa Juan Pablo II.

Rodrigo Aguilar fue el cuarto obispo de Tehuacán, llegó para sustituir a Mario Espinosa Contreras, quien de aquí partió a Mazatlán, Sinaloa; antes de él estuvo a cargo de esta diócesis Norberto Rivera Carrera, quien recibió el nombramiento como arzobispo primado de México, él llegó en sustitución de Rafael Ayala y Ayala, quien meses antes falleció siendo obispo diocesano tehuacanense.

Desde que era obispo de Matehuala ocupó cargos en el Episcopado Mexicano, la mayoría de ellos en la Pastoral Familiar; sus compañeros lo encajonaron en esos trabajos desde el 2000 cuando se le nombró presidente de esa comisión hasta el 2003; tres años más tarde se le asignó como responsable de la Dimensión de Familia y presidente de la Comisión de Familia, Juventud y Laicos donde se ha mantenido hasta la actualidad.

Rodrigo Aguilar llegará a la diócesis de San Cristóbal de las Casas, en sustitución de Felipe Arizmendi Esquivel, quien tuvo que presentar su renuncia como obispo de esa demarcación, debido a que ya alcanzó la edad (75 años) que la Iglesia Católica marca como límite para desempeñarse en ese cargo.

Llegará a una diócesis emblemática donde los feligreses se distinguen por su participación en aspectos de índole social, esto marcado por el trabajo que realizó en esa zona el ya fallecido obispo, Samuel Ruiz, cuya labor le valió su postulación como Premio Nobel de la Paz, por su trabajo en favor de los pueblos indígenas y su mediación en el diálogo entre el Gobierno Federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), lo último efectuado en la catedral de San Cristóbal de las Casas.

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