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La Estafa Maestra: Robles dice que sí avisó a EPN sobre irregularidades y desvíos

Animal Político

CIUDAD DE MEXICO, 13 agosto de 2019./Animal Político.-  La defensa de Rosario Robles dijo en la audiencia que comenzó el lunes y se extendió hasta la madrugada del martes que la exsecretaria sí informó al presidente Enrique Peña Nieto sobre las presuntas irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación, cometidas con el esquema de La Estafa Maestra.

Según Rosario Robles, le dijo al presidente Peña Nieto de estas irregularidades por diferentes vías y en distintos momentos: en giras de trabajo y en reuniones de gabinete.

La defensa también argumentó que José Antonio Meade supo de las irregularidades que la ASF detectó en Sedesol, cuando se firmó el acta de entrega recepción de esa secretaría y el excandidato presidencial sucedió a Robles.

La comunicación entre Rosario Robles y el presidente ocurrió a través tres vías: reuniones de gabinete, giras de trabajo que compartieron y vía telefónica a través del “teléfono rojo”, argumentaron los abogados de la exsecretaria.

Tras 6 horas de audiencia, la defensa de Robles expuso que las acusaciones de la Fiscalía General de la República sobre la omisión de informarle a su superior jerárquico, en este caso al expresidente Peña Nieto, no tienen sustento debido a que sí se le comunicó y con ello se demuestra la “voluntad” de la funcionaria en atender las irregularidades señaladas por la ASF.

El aviso al presidente Peña Nieto fue mencionado en dos ocasiones durante la audiencia en el Reclusorio Sur. Se mencionó para desestimar la acusación del ejercicio indebido de la función pública, delito del que se acusa a Robles.

La defensa también indicó que José Antonio Meade fue advertido de las irregularidades detectadas por la ASF en el acta de entrega recepción de la Sedesol, el 27 de agosto de 2015, cuando el excandidato presidencial asumió la titularidad de la dependencia y Robles fue nombrada titular de Sedatu.

“En el contenido del acta se estableció e informó el estado en el que se encontraban los señalamientos de la Auditoría y los procesos abiertos de fiscalización y que deberían ser tomados en cuenta por el nuevo titular”, dijo Oscar Ramírez, uno de los abogados defensores de Rosario Robles.

Entre las pruebas presentadas por la defensa de la exsecretaria se encuentran el expediente de investigación realizado en 2015 por el Órgano Interno de Control, en el que se rechazan irregularidades cometidas en los convenios con las universidades autónomas del Estado de México y Morelos.

También se presentó un oficio firmado por Rosario Robles el 26 de enero de 2017 en el que instruye a Emilio Zebadúa, entonces oficial mayor en Sedatu, de “abstenerse de la celebración de convenios con instituciones públicas como parte de la excepción al artículo 1 de la Ley de Adquisiciones”.

Sobre los testimonios de exfuncionarios de la Sedesol y Sedatu que advierten haber avisado a Rosario Robles de las irregularidades, la defensa desestimó dichos testimonios argumentado que ninguno hace mención a un aviso directo a la titular, ni informan qué convenios específicamente se señalan con irregularidades, o cuándo exactamente ocurrieron los supuestos avisos.

“Tomando el toro por los cuernos”

Robles se presentó desde las 17:10 horas del lunes en el Reclusorio Sur, como se lo ordenó el juez, para reiniciar la audiencia que se había suspendido el pasado 8 de agosto, cuando su defensa pidió más tiempo para recabar pruebas a su favor.

Al llegar, la exfuncionaria federal, vestida con ropa blanca, insistió en que era inocente. “Como siempre se los he dicho, con las faldas bien puestas. Tomando el toro por los cuernos y dando la cara”, dijo Robles.

“Estoy aquí antes de las 6 para presentar la defensa y demostrar mi inocencia. Confío plenamente en la autonomía del Poder Judicial”, agregó antes de presentarse ante el juez, acompañada por sus abogados, que presentarían durante la noche sus argumentos, para tratar de frenar un proceso penal en contra de su cliente.

La audiencia comenzó a las 18:00 horas pero tuvo una pausa pronto, a los 30 minutos, cuando el juez Felipe de Jesús Delgadillo estableció un receso, debido a que la Fiscalía General pidió revisar la documentación de la defensa de Robles.

Los abogados de la extitular de Sedesol y Sedatu argumentaron que la Fiscalía General no había aceptado recibir los documentos de prueba el lunes por la tarde, ni antes de la audiencia; y la Fiscalía, en tanto, señaló que no fue avisada sobre que acudirían a entregarles la información.

Por esa situación, la Fiscalía pidió una hora para revisar los papeles. El juez reprendió con esta frase: “No sé para qué me vienen a pedir permiso a mí si ya saben que es su obligación (revisar las pruebas antes de la audiencia)”.

Al regreso de esta pausa, la audiencia continuó hasta la madrugada del martes, con la expectativa de saber si la Fiscalía General lograría que el juez vincule a proceso a Robles, e iniciar así entonces el proceso legal, al considerar que existen suficientes pruebas para seguir la investigación por el delito de ejercicio indebido del servicio público.

O si, por el contrario, el juez de control decidía cerrar el caso porque los presuntos hechos delictivos no existieron, o no había pruebas suficientes para imputar a la persona acusada.

Aún en este caso, la Fiscalía tendría la posibilidad de apelar la decisión del juez durante tres días hábiles. O puede seguir investigando para, en caso de encontrar más pruebas, solicitar una nueva audiencia.

La FGR, desde la audiencia del pasado 8 de agosto, acusó que Rosario Robles, como titular de la Sedesol y la Sedatu, supo desde 2014 de distintas irregularidades cometidas en las dependencias después de que funcionarios le avisaran en persona y por escrito. Además de que recibió distintos oficios de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en los que le informaron de los desvíos detectados.

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Según la parte acusadora, Robles no hizo nada por detener el presunto fraude ni le avisó a su superior, que en este caso era el presidente Enrique Peña Nieto. Por ello, se le acusa del delito de ejercicio indebido del servicio público, que provocó un desvío de al menos 5 mil 73 millones de pesos.

“Rosario Robles no evitó las conductas irregulares de terceros, y no administró con transparencia y honradez los recursos de Sedesol y Sedatu”, acusó el 8 de agosto el agente de la Fiscalía, Mario Fonseca, que hizo una presentación sobre los 27 convenios que Sedesol y Sedatu firmaron con universidades.

Robles, extitular de Sedesol y de la Sedatu, es la primera exsecretaria de Estado en enfrentar un citatorio judicial por La Estafa Maestra, el sistema de corrupción revelado por Animal Político y Mexicanos Contra la Corrupción  y la Impunidad, que involucró a 11 dependencias del gobierno federal,

Previo a la audiencia de este 12 de agosto, en una entrevista con Animal Político, quien era auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, relató que tuvo hasta cinco reuniones con Robles, entre 2014 y 2017, para señalarle las irregularidades de La Estafa Maestra, y que también el presidente Enrique Peña Nieto fue alertado, además de diputados y la Secretaría de la Función Pública.

Y aún así, no fue detenido este esquema fraudulento.

Con información de Nayeli Roldán

ANTECEDENTE:

Dos testigos clave: el as bajo la manga de la FGR en la acusación contra Rosario Robles por La Estafa Maestra

+ Dos exfuncionarios de la Sedesol y Sedatu aseguran haber avisado a Robles de las irregularidades desde 2014, de primero forma verbal y después por escrito.

Jesús Santamaría y Andrea Paredes

Por Manu Ureste y Nayeli Roldán

CIUDAD DE MEXICO, 9 de agosto, 2019.

La Fiscalía General de la República (FGR) tenía preparado un as bajo la manga para demostrar que Rosario Robles, extitular de Sedesol y Sedatu, supo de los presuntos desvíos de La Estafa Maestra desde 2014 y no los detuvo: el testimonio de dos testigos clave y 12 oficios que la Auditoría Superior de la Federación le envió para avisarle sobre las irregularidades.

Rosario Robles es la primera exsecretaria de Estado en enfrentar un citatorio judicial por La Estafa Maestra, el sistema de corrupción revelado por Animal Político y Mexicanos Contra la Corrupción  y la Impunidad, que involucró a 11 dependencias del gobierno Federal, ocho universidades públicas y 186 empresas para desaparecer recursos públicos.

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La Fiscalía buscó imputar a Robles del delito de ejercicio indebido de la función pública, gracias al testimonio de dos exfuncionarios de la Sedesol y Sedatu, quienes aseguraron haber avisado a la exfuncionaria de las irregularidades desde 2014, primero de forma verbal y después por escrito.

También relataron un encuentro con el exauditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, en junio de 2014, funcionarios de la Sedesol y la entonces secretaria, Rosario Robles.

Después de que Portal le informara del “abuso” de la dependencia sobre exceptuar licitaciones para contratar proveedores y, en su lugar, hacer convenios con universidades, y el presunto desvío de recursos públicos, Rosario Robles “dio por terminada la reunión de manera abrupta”, según los testimonios.

También 12 oficios enviados a Robles en 2015 por parte del área jurídica de la Auditoría Superior de la Federación, en la que le informó sobre los pliegos de observaciones, es decir, listado de irregularidades detectadas en la Sedesol.

Todo ello demuestra, según la Fiscalía, que Robles tuvo pleno conocimiento del esquema de desvío y no sólo no avisó al presidente Enrique Peña Nieto, su jefe directo, sino que no hizo nada para detener las irregularidades que causaron un probable y grave daño a la Hacienda Pública Federal por 5 mil 073 millones de pesos.

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Lo anterior, son algunas de las principales claves de lo sucedido en la audiencia inicial de Rosario Robles, que arrancó a las diez de la mañana de ayer jueves, cuando la exsecretaria de Sedesol y Sedatu llegó una hora antes de lo programado en el citatorio de la Fiscalía.

“Aquí estoy”

Rosario Robles llegó a bordo de una camioneta gris que conducía Julio Hernández Barros, uno de los seis abogados que integra el ‘batallón’ legal que la defiende en este caso, y voz de la exfuncionaria en los medios desde que el pasado 29 de julio se diera a conocer el citatorio de la Fiscalía General de la República.

Portando el llamativo vestido de color blanco que ya utilizó en su última comparecencia como funcionaria en octubre del año pasado, cuando también dio explicaciones ante la Cámara de Diputados por irregularidades en La Estafa Maestra, Rosario Robles entró a pie a las instalaciones del Reclusorio y no a bordo de la camioneta.

Antes de bajar del auto, Rosario dejó el abrigo Burberry beige en el asiento del copiloto, y escoltada por abogados y sus hermanas se abrió paso entre decenas de periodistas, cámaras y fotógrafos, que hicieron guardia desde la noche para tomar imágenes de su llegada.

-Rosario, ¿está tranquila? -le preguntaron, en alusión a las palabras del entonces presidente Enrique Peña Nieto que se hicieron virales, cuando en un evento de la Cruzada Nacional contra el Hambre, en abril de 2013, le dijo que estuviera tranquila ante las primeras acusaciones de corrupción en Sedesol publicadas en medios de comunicación.

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Rosario, en mitad de la tempestad mediática, continuó avanzando hasta acceder al estacionamiento del inmueble, dejando atrás los empujones, golpes, y los jaloneos de la prensa.

“Aquí estoy, como prometí. Dando la cara como la he dado siempre, y muy tranquila”, dijo en respuesta a un grito de “corrupta” que le espetaron un par de manifestantes.

En la Sala 1 donde se llevó a cabo la audiencia, la exsecretaria de Sedesol y Sedatu tomó asiento junto a su séquito de abogados mientras, un par de filas atrás, su hija Mariana Moguel, se levantaba constantemente para hacerle comentarios al oído, o para dejarle alguna caricia en el hombro en señal de apoyo.

Finalmente, a las 12:08 horas de la tarde, con algo más de una hora de retraso, el juez de control Felipe de Jesús Delgadillo Padierna apareció en la sala ofreciendo una disculpa por las fallas en la logística de la audiencia.

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“No estamos acostumbrados a tener tantos medios en la sala”, admitió el magistrado, en alusión al espectacular interés mediático que generó que una exsecretaria de Estado, por primera vez, enfrente las acusaciones en un Tribunal por el caso de La Estafa Maestra.

“Guarde silencio y acate mi determinación”

Pocos minutos después de arrancar la audiencia, la defensa de la exfuncionaria hizo su primer movimiento sobre el tablero al tratar de sacar a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de la jugada.

En el citatorio contra Robles, la Fiscalía presentó a la Auditoría como “víctima indirecta” por los presuntos desvíos millonarios en Sedesol y Sedatu a través de universidades públicas en el mecanismo de fraude conocido como La Estafa Maestra.

Sin embargo, para la defensa la presencia de la Auditoría como “víctima indirecta” no estaba justificada, argumentando que ésta es un órgano técnico de revisión y control de los recursos públicos, pero no el dueño de éstos, que son del Estado.

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“La víctima es solo la que resiente el daño. Y el erario público no le pertenece a la Auditoría”, insistió el abogado Julio Hernández, mientras Robles asentía con la cabeza.

Tras escuchar a las partes, el juez se tomó media hora, en lo que Rosario Robles intercambió numerosos papeles y notas con sus abogados.

“La petición de la defensa es infundada”, concluyó el juez de control, que argumentó que la Auditoría está facultada para investigar hechos ilícitos y puede participar en la acusación de la Fiscalía, anulando así el primer movimiento estratégico de la defensa.

Insatisfechos con la decisión, la defensa volvió a la carga.

Sorpresivamente, uno de los abogados de Robles planteó que la audiencia debía diferirse a otro día por la existencia en un juzgado de Tapachula, Chiapas, de un juicio de amparo de un co-imputado en este mismo caso, del que no quiso revelar su identidad.

Argumento que fue rechazado de manera tajante por el juez Felipe de Jesús Delgadillo, quien consideró que ese juicio de amparo no afectaba en nada a la audiencia de Rosario Robles, y propinó la primera regañiza a la defensa.

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“No se va a diferir la audiencia. Y no intente diferirla tramposamente por un amparo de un co-imputado de nombre que además se reserva”, advirtió el magistrado al abogado, quien ante el intento de contraargumentar la decisión fue amonestado de nuevo con tono severo: “Guarde silencio y acate mi determinación”.

“No se preocupen, todo está arreglado”

Luego del primer round y de la reprimenda del juez, la Fiscalía comenzó la narración de los hechos por los que busca imputar a Rosario Robles por el delito de ejercicio indebido de la función pública, que tuvo como consecuencia un presunto daño al erario por más de 5 mil millones de pesos.

En la exposición de hechos -y tal vez de toda la audiencia-, la frase más repetida por los agentes de la Fiscalía fue que Rosario Robles “tenía pleno conocimiento” de múltiples irregularidades en la firma de convenios en Sedesol y Sedatu con universidades públicas y con organismos estatales de comunicación, como Telemax Sonora, Radio y Televisión de Hidalgo, y el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social.

“Rosario Robles no evitó las conductas irregulares de terceros, y no administró con transparencia y honradez los recursos de Sedesol y Sedatu”, acusó el agente de la Fiscalía, Mario Fonseca, que hizo una dilatada presentación de los 27 convenios que Sedesol y Sedatu firmaron con universidades.

A las tres de la tarde, tuvo que irse a un receso de dos horas, luego de que la defensa de Robles solicitara múltiples precisiones acerca de quién firmó los convenios, cuándo, y cuáles fueron los presuntos daños al erario que se derivaron de cada uno.

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A la vuelta del receso, los regaños del juez continuaron hacia la defensa, luego de que ésta interpelara continuamente a la Fiscalía mientras exponía el contenido de los convenios, iniciando una pelea entre ambas partes que fue cortada de tajo por el magistrado.

“Abogado, ya se acotaron las precisiones que pidió la defensa. No puede interrumpir a la Fiscalía. Eso no está en ningún tratado. Es una norma básica de respeto”, señaló el juez irritado con la actitud de la defensa.

Con la cara apoyada en la mano, y negando en varias ocasiones con la cabeza, Rosario Robles escuchó durante otras tres horas a los fiscales exponer los numerosos datos de prueba obtenidos a raíz de decenas de oficios que darían cuenta de que, desde 2014, fue avisada en múltiples ocasiones por las irregularidades en su dependencia, y de los testimonios clave de dos exfuncionarios que estuvieron a su cargo.

Los testigos son: José Antolino Orozco, exdirector de Geoestadística en Sedesol y ex jefe de la Unidad de Planeación en Sedatu; y María del Carmen Gutiérrez Medina, extitular de la Unidad de Planeación en Sedatu del 1 de noviembre de 2015 al 30 de noviembre de 2018.

Los testimonios de los testigos aseguran que Rosario “tenía conocimiento” de que al interior de la Sedesol y de la Sedatu existía una “estructura” paralela dedicada a la simulación de servicios, la falsificación de firmas en convenios irregulares, y la fabricación de entregables que se bajaban de internet.

Según refirió la Fiscalía, los funcionarios implicados en la firma de los convenios con universidades eran frecuentemente citados en una oficina paralela a la Sedesol y a la Sedatu, en la calle Tennyson 125, en Polanco, donde estaban Emilio Zebadúa, oficial mayor de Rosario en Sedesol y Sedatu y su mano derecha, y otros funcionarios.

Ese inmueble, y otros más en las colonias Polanco y Anzures, habrían sido utilizados por los funcionarios de ambas dependencias federales durante las gestiones de Rosario Robles, para falsificar documentos utilizados en el esquema de La Estafa Maestra.

De acuerdo con los testimonios recabados por la Fiscalía, en las oficinas donde se creaban los entregables, a los funcionarios implicados les decían: “No se preocupen, todo está arreglado”.

“Es inaudito que no pidan medidas cautelares”

Tras la exposición de la Fiscalía, el juez consultó a Rosario Robles si quería hacer alguna declaración en su defensa, a lo que la exsecretaria de Estado, aconsejada por sus seis abogados, declinó diciendo: “Prefiero guardar silencio, su señoría”.

Lo que sí pidió la defensa al juez fue que éste suspendiera la audiencia por 72 horas para poder presentar argumentos, pruebas, e incluso testimonios, a favor de Rosario Robles frente a las acusaciones de la Fiscalía. Petición que el juez, tras haberla negado en un inicio hasta dos veces por considerarla infundada, finalmente aceptó, suspendiendo la audiencia hasta el próximo lunes a las 18 horas.

La Fiscalía, por su parte, no pidió alguna medida cautelar contra Rosario Robles. Es decir, no pidió al juez que, por temor a una posible fuga, Rosario Robles entregara su pasaporte, o que su domicilio fuera vigilado por la policía, algo que el juez consideró como “inaudito”.

Rosario Robles, tras ser advertida por el juez de que ahora ya está obligada a comparecer el próximo lunes a la audiencia, volvió a reiterar que se presentará para continuar con su defensa.

“Estaré aquí, como estuve hoy, de manera completamente voluntaria para hacer frente a todas las acusaciones. Cuando me enteré de esto estaba fuera del país, pero aquí estoy. Respeto la ley y estaré el próximo lunes”, aseguró la exfuncionaria, para poner fin a una audiencia de casi 10 horas de duración.

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