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DESDE ESPAÑA: LA CELEBRACIÓN LITÚRGICA DEL PAPA FRANCISCO

ZARAGOZA, España, 02 de abril de 2020/ *Roberto Grao Gracia/ **Foro Independiente de Opinión.- El pasado día 27 de marzo de 2020 fue un día histórico especial en la Iglesia Católica. El Santo Padre Francisco celebró un acto litúrgico televisado para todo el orbe católico, con homilía, oración, exposición y bendición con el Santísimo Sacramento, para rezar y pedir por todas las personas contagiadas, afectadas y fallecidas por la inesperada pandemia mundial del llamado coronavirus Covid-19 que en poco tiempo se ha extendido por todo el mundo desde China donde se originó en el mes de diciembre de 2019.

Fue una celebración magnífica, impetrando el Papa Francisco la ayuda de Jesucristo y la protección de la Virgen María, con fe, humildad y esperanza, para que esta situación de indefensión que padecemos todos ante la grave dolencia que se está difundiendo y afectando a más personas cada vez, termine pronto y recobremos todos, creyentes y no creyentes, la paz, la alegría y la confianza de convivir sin precauciones extraordinarias de confinamiento en nuestras casas por orden de las autoridades, como ahora sucede.

Esta pandemia, a día de hoy, está afectando a 188 países, con 725.000 casos y 34.000 personas muertas. Se celebró con el fin de que no avanzara más, que se detuviera y recuperáramos todos la serenidad alterada por el desconocimiento de los médicos y su tratamiento, pensando que nos puede atacar o suceder a cualquiera en cualquier momento lo que implica la extensión de un inevitable temor a ser uno la siguiente víctima contagiada por la pandemia, con evidente peligro de muerte, sobre todo de los más ancianos, es decir, las personas con 70más años de edad.

Repito, fue una celebración preciosa, magnífica, profundamente humana y divina, la que celebró el Sumo Pontífice Francisco con gran dignidad y aplomo.

Mientras la celebraba y todos implorábamos la ayuda divina, yo comencé a preguntarme por qué no se había celebrado antes un acto semejante contra el aborto inducido que produce millones de víctimas cada año en el mundo y por qué no se celebra en lo sucesivo también cada año para lograr que el Señor detenga ese holocausto y se vaya reduciendo el número de abortos inducidos.

Veamos las cifras del aborto inducido según la OMS Organización Mundial de la Salud y el Instituto Guttmacher de Nueva York. Se estima que en el periodo 1990-1994 hubo 50 millones de abortos cada año en el mundo, o sea, 250 millones de seres humanos matados en el seno de sus madres a los que se les impidió nacer.

En el periodo 2010-2014 aumentaron los abortos a 56 millones cada año, en total 280 millones. Se calcula que en el periodo 2015-2019 se mantiene el número de abortos de 56 millones. Estos son los datos de los que se tiene constancia estadística registrada a nivel mundial; del resto de los años no hay ningún dato recogido públicamente, pero aun considerando que el número de abortos fuera inferior en los años 1995-1999, 2000-2004 y 2005-2009 a razón de 45 millones por año, serían 675 millones más de abortos, con lo que al principio de 2020 el número total de abortos se estima en unos 1.485 millones de niños y niñas a los que se les ha privado el acceso a la existencia de modo violento y cruel, una cifra realmente tremenda y estremecedora.

Y ello sin contar los años desde 1973 en que se aprobó la despenalización del aborto en EEUU y las sucesivas aprobaciones en los demás países del mundo civilizado occidental (en España se aprobó en 1985) que hasta llegar a 1990 son 17 años de abortos tanto clandestinos como legales, que no se han contabilizado y aumentarían a unos 1.550/1.600 millones el total de realizados.

¿No justifican estas cifras la celebración de un acto de fe y amor de Dios semejante al celebrado en el Vaticano el día 27 de marzo de 2020, por el Papa Francisco repitiéndolo cada año mientras dure la pandemia del aborto inducido?

¿No nos harían estas celebraciones abrir más los ojos a todos, los católicos y los no católicos e incluso a muchos no creyentes que no están comprometidos por su ideología o por sus beneficios económicos derivados de las clínicas abortistas a fomentarlo, ante el tremendo holocausto que supone el aborto inducido, para tratar de que Dios le ponga remedio y nosotros colaboremos más consciente y responsable-mente con El? Yo creo que sí. Reflexionemos.

Roberto Grao Gracia

Datos personales:

*Roberto Grao Gracia. DNI: 16 942 843 P.- Profesor Mercantil.

ZARAGOZA

**El Foro Independiente de Opinión es un grupo de profesionales (licenciados en Química, Medicina, Pedagogía, Ingenieros Agrónomo, de Caminos, Profesor Mercantil, Catedráticos universitarios,

 

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