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DE FACTO

12 Diciembre 2017

Miguel Angel Culebro Acevedo

¿Perdonarán la mayoría de los chiapanecos el saqueo?

Las elecciones de 2018 han causado muchísimas expectativas; tienen a todos los mexicanos en el mayor interés de si será posible desterrar el pillaje y frenar la hambruna que ya se reciente en muchos estados, principalmente en los del sur-sureste del país o si a fuerza de represión y suspensión de garantías, en un estado de sitio, se siga imponiendo el modelo económico que hace de los mexicanos un ejército de esclavos para el trabajo, sin futuro alguno, mientras se sigue desmantelando el país para unos cuantos.

Pero qué sucede en Chiapas y vale la pena preguntarnos: ¿perdonarán la mayoría de los chiapanecos el saqueo indiscriminado que ha encabezado Manuel Velasco Coello?… Las elecciones de 2018 están cargadas de esperanzas, -quizá falsas esperanzas- para más de dos millones de coterráneos, cargadas de ilusiones y quizá como en otros sexenios, de falsas ilusiones, con la expresión de “esperemos que las cosas, ahora sí cambien”, porque el empobrecimiento ha llevado a ocupar en las estadísticas oficiales, a ser este terruño el primer lugar en corrupción, encabezado por el actual gobernador; el primero también con más municipios en extrema pobreza en el país… y lo que es imperdonable, el primero en ser desplazado toda una comunidad con más de cinco mil habitantes indígenas, que empiezan a morir de frío y hambre, por la indiferencia de Manuel Velasco, quien a costa de presionar al presidente Enrique Pena Nieto, ha dejado correr la versión que el conflicto entre Chenalhó y Chalchihuitán, es solamente de límites, cuando de fondo, el conflicto religioso no se ha resuelto nunca, es más… se agravó.

Por esos pleitos caseros en las perversidades del poder, la urgencia de que las cosas cambien, se refleja en la disputa que allende frontera se traen los que son ajenos a Chiapas, que como Velasco, solo vinieron llenos de odio y rencor, con sendas frustraciones de existencia social a hurtar a más no poder, a disponer de conciencias y haciendas para su beneficio personal y familiar, como desde la presidencia de la república y las demás instancias de gobierno, contagiados todos de la codicia, enfermos de poder y de dinero, saqueadores y despreciativos de la vida humana.

En eso radica la esperanza hoy en día que los chiapanecos estamos urgiendo y que estaremos a prueba, quizá por última vez, si es posible no equivocarse nuevamente y decidir por el menos peor y elevarlo a la gubernatura. Por eso mismo no suena descabellado que el que saldrá huyendo de tierras chiapanecas, con las alforjas repletas del pillaje: Manuel Velasco Coello esté buscando la garantía de la impunidad, en esa ya cacareada pretensión de ser Senador, sin concluir el plazo que le impone la constitución chiapaneca, de estar al frente los seis años de gobierno.

La insistencia de que los conflictos sociales arreciarán iniciando el año, cuyos herederos, los alcaldes, no sabrán cómo resolver, porque se verán amenazados de ser amarrados y expuestos con su integridad física y sus vidas, como ya empieza a suceder antes que concluya este año, tampoco resulta ilógico, -pese a que he sostenido que en política a la mexicana no existe la lógica- que Eduardo Ramírez Aguilar no pueda consolidad su máxima aspiración, de llegar a ser gobernador y tenga que buscar ser también Senador, mientras que Roberto Albores Gleason sea virtualmente el candidato a la gubernatura por el PRI y seguramente obligarán a Manuel Velasco que a su vez obligue a Eduardo Ramírez ajustar la alianza con el Verde.

Si lo que se especula a mil ochenta kilómetros de la capital chiapaneca, que Manuel pedirá licencia para separarse del cargo, -para marzo próximo-, los chiapanecos podrán reaccionar para entonces, que ni con una cajita mágica “de corazón” que les mata el hambre más allá de tres días, puedan ver su realidad y cifrar sus esperanzas para definir si quieren mantener el pillaje a fuerza de dádivas y demás espejitos o buscar desterrar por siempre las figuras que los mantienen sumisos y esclavos de su decisión.

Por Morena, pese a que hasta hoy se insiste que Rutilio Escandón Cadenas es el candidato a la gubernatura, más allá de los límites de Chiapas, insisten los conocedores que podría ser sustituido por Zoé Robledo, en aras que sea garantía de triunfo, sin Manuel Velasco en el gobierno, dado que este no le apostará al PRI la espada filosa que le dejarán caer.  ¿Y los demás aspirantes?… hasta ellos quisieran saber que destino les depara el futuro inmediato… no hay bola de cristal… ahí está pues… ¡YA!

 

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