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ARCANO POLÍTICO

28 enero 2019

Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ

Tambores de guerra de invasión por el petróleo venezolano

El Niño Dios te escrituró un establo/ y los veneros del petróleo el diablo, observó el jerezano de 33 años, Ramón Modesto López Velarde Berumen de 33 años, conocido como Ramón López Velarde, al publicar el 24 de abril de 1921 en la Suave Patria, 3 meses antes de morir el 19 de junio del mismo año.

Una visión que llevó a llamarle el Poeta de la Revolución Mexicana, empero, trasciende tiempo y circunstancia, fronteras y geografía. Una imagen que emerge con fuerza y vigor en el sonido de los cañones bélicos que anuncian la invasión del que se siente el más poderoso del planeta, Estados Unidos a Venezuela.

Se desgarran las vestiduras porque un ex empleado del Metro en Caracas, viola los derechos humanos de unos 32 millones de venezolanos, tres millones en el exilio, y manipular las presidenciales que le llevaron a  asumir el 10 de enero de 2019 ante el Tribunal Supremo de Justicia porque la Asamblea Nacional lo desconoce.

La escalada retórica alcanza su clímax el 26 de enero, cuando consigue Estados Unidos una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad. Muestran a Maduro como una amenaza a la estabilidad del mundo. Un maratón de 30 oradores. Después de cinco horas, es difícil proclamar a los vencedores. Mostraron músculo a la invasión que viene.

Los europeos dan el ultimátum de que en ocho días se fije fecha de nuevas presidenciales o reconocen al desconocido opositor de 35 años autoproclamado presidente el 23 de enero y con una marginal carrera política de diez años y que a partir de la tercera semana de enero cobra una inusual, por decir lo menos, presencia mundial.

Más, nada es de generación espontánea. Hasta los fenómenos naturales tienen sus causas y tiempos. “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”, escribió el profeta Amos en el capítulo tercero de su Eclesiastés. La doctrina de 1630 del Destino Manifiesto de Estados Unidos del puritano John Cotton:

“El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino”.

Un concepto teocrático que la perfecciona el columnista John L. O’Sullivan del New York Morning News, el 27 de diciembre de 1845: “…el derecho de nuestro destino manifiesto a poseer todo el continente que nos ha dado la Providencia para desarrollar nuestro gran cometido de libertad y autogobierno”.

Con esta base, es normal que molestara al demócrata Barack Hussein Obama II, entonces de 48 años, que el presidente de Veneuela, Hugo Rafael Chávez Frías, de 55 años, en Puertos Petroleros del Lago Maraciabo, en la lancha Canaima encabeza a las 12:30 horas del 8 de mayo de 2009 la ocupación militar de activos de 60 petroleras transnacionales.

El primer cálculo del ministro de Energía y Petróleo y presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Rafael Ramírez, es que sólo en el lago de Maracaibo y con la entrada en vigencia de esta ley pasarán a manos del Estado 39 terminales y muelles, 5 diques astilleros, 300 lanchas, 30 remolcadores, 30 gabarras, y 61 lanchas de buzos.

La estatal PDVSA también absorberá en su nómina a más de 8.000 trabajadores que hasta el momento prestaban sus servicios a las empresas contratistas. Esta operación, sostiene Chávez, le permitiría a Venezuela reducir un 20% los costes de producción, pues, según él, la empresa privada absorbía en ganancias un equivalente al 50% del coste de producción de un barril.

Argumentó la ejecución de una ley que reserva al Estado las actividades de exploración y producción. Petrolera lo que de facto es una ley de expropiación de hidrocarburos aprobada la noche del jueves anterior y decretada por el Presidente en la madrugada del viernes para habilitarlo legalmente.

Una fiebre expropiatoria que de 2007 a 2010, nacionalizó empresas de servicios eléctricos, de telecomunicaciones, decenas de miles de hectáreas de siembra y plantas procesadoras de alimentos, puertos regionales, hoteles y bancos.

Venezuela, mayor productor petrolero sudamericano, ya instauró en 2007 en la riquísima Faja del Orinoco un sistema de empresas mixtas entre PDVSA y otras firmas, en las que el Estado posee al menos 60% del capital.

Todas las empresas extranjeras aceptaron, menos las estadounidenses ConocoPhillips y ExxonMobil, que denunció el caso ante un tribunal de arbitraje internacional y reclamó US$10.000 millones como compensación. Un problema que al morir Chaávez Frías el 5 de marzo de 2013, en Caracas, hereda y gana el sucesor.

El 10 de marzo de 2017 el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversión (Ciadi) reconoció el apego legal de Venezuela sobre la participación de la Exxon-Mobil en el proyecto petrolero de Cerro Negro, que explota yacimientos de crudo pesado, en la llamada Faja Petrolífera del Orinoco, una vasta reserva de crudo pesado y extrapesado.

Sin embargo, desde 2013 en los estertores del tercer periodo de Chávez Frías, desde el Salón Oval de la Casa Blanca de Obama se diseña e inicia el hostigamiento contra Venezuela, en donde piensan que aprendieron la lección del fallido embarco a Cuba desde octubre de 1960.

En aquellos años la televisión tardaba en crear escenarios de desabasto de alimentos y medicamentos e incluso, su financiamiento a fallidas invasiones a la isla caribeña, podrían ser las causas del fracaso contra Fidel Castro Ruz y en el Tercer Milenio, con la velocidad de las redes y programas cibernéticos desde la Dirección Nacional de Espionaje que controla desde la Casa Blanca a una veintena de agencias creían el triunfo asegurado.

Al 20 de enero de 2017 en que asume la presidencia de Estados Unidos Donald John Trump, de 71 años y con la herencia nazi y del Ku Kus Klan, el fracaso ostensible aumenta la pérdida de prestigio a su poderío la sentencia del 10 de marzo, máxime que designó como secretario del Departamento de Estado al magnate Rex Wayne Tillerson, director ejecutivo de Exxon Mobil Corporation entre 2006 y 2016.

Si bien es cierto que el magnate es amigo del presidente de Rusia Vladimir Putin, también es cierto que es el principal damnificado como directivo de la petrolera en las acciones expropiatorias venezolanas y es atribuible también la derrota jurídica.

«Hay una campaña brutal contra Venezuela fundada por ExxonMobil», dijo Nicolás Maduro Moros en una entrevista con Telesur en julio de 2015. «ExxonMobil ha financiado campañas de televisión, de radio y de prensa, así como a partidos políticos en el Caribe, específicamente en Guyana», acusó.

El conflicto de interés económicos se cruza con la acusación electoral de la injerencia rusa y el magnate petrolero deja la cabeza diplomática estadounidense el 31 de marzo de 2018 en que asume Michael Richard «Mike» Pompeo de 53 años, 14 años más joven, y es un empresario que antes de asumir la dirección de la Agencia Central de Inteligencia dijo que quiere una CIA más «agresiva, brutal, despiadada e implacable».

Nombres de protagonistas que muestran que todos los caminos venezolanos conducen al petróleo, en donde muchos especialistas pronostica que el petróleo dejará de existir el año 2062. Sin producción y con reservas de algunos serán sumamente valiosas o totalmente obsoletas y entonces se tendría que estar completamente preparados e inmersos en las fuentes de energía renovables para seguir subsistiendo.

Organismos internacionales estima que la demanda energética primaria, representa el petróleo el 31 por ciento en el mundo, el 13 por ciento las renovables que incluye la hidráulica y la biomasa. Mientras que la energía solar podría cubrir el 23% del suministro mundial en el 2040 y el 29% en el 2050.

Para la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en el mundo a 2015 hay reservas por 1,65 billones de barriles, que a una producción de 83 millones de barriles al día tardarían 54 años.

Curiosamente, Venezuela es el país con más reservas probadas y al ritmo actual de producción tendría petróleo para más de 300 años y en contraste, el considerado mayor país petrolero, Arabia Saudita solo para 70 años. Las reservas de Estados Unidos se estiman en 36 mil 520 millones de barriles y México 9 mil 800 millones.

A finales de 2018, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) admitió en su informe la posibilidad de una sobreoferta de petróleo en 2019: «Pese a que el mercado petrolero llegó al equilibrio, los pronósticos para 2019 sobre el aumento de la producción de petróleo en los países que no integran la OPEP muestran que la oferta superará el crecimiento de la demanda mundial lo que provocará una sobreoferta de petróleo en el mercado».

En total, la oferta petrolera en los países no OPEP se estima en 59,86 millones de barriles diarios en 2018 con incremento a 62,09 millones de barriles diarios en 2019. Mientras que a cifras de 2015, el consumo petrolero de Estados Unidos era de 19 millones 400 mil barriles diarios y produce menos de 10 millones.

Así, el orgullo lastimado política y judicialmente por un presidente sudamericano que era un trabajador del Metro y su cercanía al Comandante Chávez le encumbró, se suma a la sed energética de un país que se siente el centro del mundo y si mintió sobre falso arsenal nuclear en Irak, es pecata minuta una más sobre el eje del mal Latinoamericano Bolivia-Cuba-Venezuela como amenaza al mundo.

Sin embargo, ya no es tan fácil. Como se vio el sábado 26 de enero en la reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU, en que Estados Unidos mostró un músculo atrofiado ante la fortaleza creciente de China y una mermada Rusia pero aún fuerte, en donde el equilibrio del terror pasó se bipolar a tripolar.

Un animal herido es más peligroso cuando se le acorrala por la desesperación del instinto sin percatarse ni medir sus acciones suicidas, y en este intermedio, corre el riesgo la sangre de inocentes que solamente tienen la esperanza en que la ONU pueda silenciar los tambores de guerra de invasión o sea el final como en la Sociedad de Naciones.

Nos leemos en http://arcanoradio.blogspot.mx/, asociada a RNU y a RFI y afiliada a la Voz de América, otra forma de escuchar para ver el mundo en busca de la verdad, desde la cabina de transmisión Gilberto Armienta Calderón, en algún lugar del Cañón del Sumidero en el corazón de la otrora Selva Lacandona.

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