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ARCANO POLÍTICO

26 junio 2018

Crónica de un fraude anunciado

* Una campaña de los partidócratas contra una campaña «invisible»

Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ

La «invisible» campaña para la telecracia y mediocracia que creen poder hacer presidentes. Foto: Arcano Radio.

Semivacios los lugares de la campaña de AMLO, el candidato de EPN y Tel Aviv Sa y Azteca, Foto: Internet.

Es inédito. Y parece que nadie lo nota. Los medios electrónicos se aferran a la añeja idea de ser hacedores de presidentes. Los analistas se sujetan al pasado. Crean su propia realidad: Una contienda entre indoctrinados partidos políticos con tres protagonistas de figuras diseñadas por las encuestas falsarías de lo cotidiano.

Un escenario a modo en donde es inexistente el cuatro protagonista: El Independiente. “Si lo discriminamos, lo marginamos, si no lo mostramos al público, jamás existió, no existe ni existirá”, parecen mentirse goebbelianamente los industriales de la información que redujeron a los periodistas a un estado paría de obreros de la información.

Se divide el proceso electoral en dos escenarios: El mediático o virtual de la oligarquía propietaria de medios electrónicos y prensa escrita y la realidad de los electores que descubrieron las bondades del desarrollo tecnológico en las llamadas redes sociales que dan su razón de ser a la libertad absoluta en la internet.

Ellos, los oligarcas bastardos del Becerro de Oro creen ilusamente que podrán determinar el resultado de las elecciones con jugosas ganancias publicitarias entre los candidatos que responden, todos ellos, a sus órdenes porque simplemente son sus empleados, de primer nivel, pero empleados al fin y al cabo.

Y de fuera, como siempre pasa, llega la visión de la realidad. El País de Madrid parece contaminado de las prácticas comerciales de sus colegas mexicanos, insistió con entusiasmo en el año sobre el inminente triunfo de Andrés Manuel López Obrador, con su “profundo análisis” del 3 de junio, recapitula y admite que no está garantizada.

Más claro y directo el 24 de junio, Mary Anastasia O’Grady, periodista del The Wall Street Journal publica el artículo “La elección de México está en juego”, y refiere que pese a la ventaja de 10 puntos en las encuestas a favor del tabasqueño sobre el panista queretano Ricardo Anaya, una derrota para el tabasqueño no puede descartarse.

Hay dos puntos refutables a simple vista a la visión de la editorialista del rotativo neoyorquino: 1.- Centra la lucha electoral entre López Obrador contra Ricardo Anaya y José Antonio Meade Kuribreña ignorando al Independiente y 2.- Sustentan una cuestionada ventaja en desacreditadas encuestas de socios o codueños en los medios de comunicación.

Parece no entender los usos y costumbres de los encuestadores amafiados con industriales de la información y menciona The Wall Street Journal que queda mucha incertidumbre. Se carece de una idea clara de las preferencias del electorado porque una “gran cantidad de hogares mexicanos que se niegan a participar” en las encuestas.

Desglosándose este punto: La metodología que dicen usar en las encuestas, mencionan una muestra de mil 500 a dos mil personas y en letra chiquita informan que del 45 al 55 por ciento de los entrevistados, se negaron a informar, por lo que se reduce su “representatividad” del 0.0001 por ciento al 0.00001 por ciento.

En otras palabras, se toma la respuesta o no respuesta de mil 500 a dos mil personas para “reflejar” la intención del voto de 89 millones de electores, que simplemente es ridículo, máxime que las preguntas son inducidas hacia el candidato que se pretende favorecer, la zona en que supuestamente realizan el muestreo y el resultado inexacto.

Con esta irrealidad, los periódicos y televisoras se engolosinan en la estructuración de una imagen que responda al aumento de los ingresos publicitarios en un clima de desconcierto aunque se maneje al más violento como líder, para sembrar el miedo y generar declaraciones, análisis y artículos que venden periódico o raiting y publicidad.

Fue “investigado” y redactado antes del 24 de junio en que iniciaron las campañas, por la paisana del John Mill Ackerman Rose, materia gris de AMLO y jactancioso consultor para la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional ubicada por el filósofo filadelfiano de izquierda Avram Noam Chomsky, como pantalla de la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés).

Por lo tanto es difícil que hubiese registrado los vacíos escenarios en que cerró su campaña López Obrador en Nuevo León, Jalisco y Veracruz, y el super lleno de la Macro Plaza Monterrey del independiente Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, El Bronco, en que sus seguidores son de convicción al pagar ellos mismos su transporte y comida.

Con las cifras abiertas a quien desee consultarlas, El Bronco suma cerca de 10 millones de seguidores en las redes sociales, que dieron su nombre, edad, dirección y número de credencial de elector. Una cantidad similar al padrón entregado por el PRI a la cuestionada autoridad electoral, y muy superior a los 300 mil de MORENA.

Tenemos entonces, una campaña de grandes concentraciones con acarreados en camiones de 80 mil pesos por día, promesas de 200 pesos por acarreado con torta y frutsi y sobre todo, visible y publicitada por los industriales de la información y otra “invisible” con grandes reuniones en la campaña a ras de suelo del candidato frente a frente con sus electores.

La desesperación de los partidos por su caída en vía libre al ser denunciados penalmente por su deshonesta gestión pública, les lleva a mentir sobre el potencial triunfo de un de los suyos, para clamar el “voto útil” que frene el apocalíptico tabasqueño, cuando en realidad se ha negociado entre ellos y buscan anular al independiente.

A menos de una semana del proceso electoral, parece definida la contienda entre los candidatos visibles y el invisible aunque muy visto en redes sociales, y el riesgo de que el Instituto Nacional Electoral cometa un fraude oficial contra El Bronco y a favor de López Obrador, al recordar que el padre del consejero presidente fue asesor del MORENO.

No soslayemos que el mismo Lorenzo Córdova Vianello fue cercano colaborador de la outsourcing del periodismo Carmen Aristegui, hija de un español rescatado por Lázaro Cárdenas y empleada de la televisora estadounidense CNN que transmitió la primera guerra en Irak sin que nada se viese.

Los plumones que se borran, la distribución de la papelería electoral con la empresa MyM del ex presidente Vicente Fox Quesada, computadores sin capacidad de resistir un apagón, la sospechosa lentitud de levantar los resultados preliminaries y los antecedente de Córdova y Benito Nacif Hernández con Ciro Murayama Rendón en su proceder personal contra El Bronco, anticipan el fraude electoral con pronóstico reservado.

Nos leemos en http://arcanoradio.blogspot.mx/, asociada a RNU y a RFI y afiliada a la Voz de América, otra forma de escuchar para ver el mundo, desde la cabina de transmisión Gilberto Armienta Calderón, a un lado del Cañón del Sumidero en el corazón de la otrora Selva Lacandona, deforestada desde 1972 por Manuel Velasco Suárez que consumó su nieto Manuel Velasco Coello y su mami.

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