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LETRAS DESNUDAS

02 Diciembre 2017

MARIO CABALLERO

CHIAPAS UNIDO: LAS SUCIAS MANOS DE SABINES

“Abandona el busto del dintel de mi puerta./ Aparta tu pico de mi corazón/ y tu figura del dintel de mi puerta./ Y el cuervo dijo: “Nunca más”. Son versos del poema El cuervo de Edgar Allan Poe. En una metáfora nada forzada, Juan Sabines Guerrero se ha convertido para los chiapanecos en una maldición, en un espíritu maligno, en un pájaro de negro plumaje que se niega a abandonarnos. Sabemos que se encuentra en el consulado mexicano de Orlando, Florida, refugiado bajo el suave manto de la inmunidad diplomática, pero jamás emprendió el vuelo. Si alguien pregunta si sacará sus sucias manos del poder, le contestarán: “¡Nunca más!”.

Mientras muchos tienen la atención puesta en lo que hace cada aspirante que busca ser el próximo gobernador del estado, estamos perdiendo de vista lo que el ex gobernador Juan Sabines está tramando para seguir en el poder a través de su partido político Chiapas Unido, que un primer momento se llamó Partido Orgullo Chiapas (POCH).

Conocido como el “Doctor del Palacio”, Nemesio Ponce Sánchez fue el encargado de crear dicho instituto. Si antes había dirigido operativos policiacos, persecuciones políticas, encarcelamientos contra los opositores del régimen, destierros de indígenas y desapariciones forzadas, como las de muchos líderes campesinos, construir de la nada un partido político era cosa sencilla para el torvo y autoritario ex subsecretario de gobierno.

Si de algo ha carecido el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) es de autonomía frente al Poder Ejecutivo estatal. En una situación inaudita le otorgó el registro al POCH tres meses antes de que se celebraran las elecciones del 1 de julio de 2012. Las “autoridades electorales” en complicidad con Nemesio Ponce evadieron las leyes, incurrieron en la falsificación de documentos, falsificación de firmas, robo de identidad y, fraudulentamente, el proceso concluyó con la aprobación de un juez nombrado por el mismo IEPC.

Así fue creado el Partido Orgullo Chiapas, bajo el patrocinio del poder. Para el colmo del cinismo tuvo el mismo logotipo que el Instituto Chiapas Solidario, y para posicionarse políticamente utilizó las llamadas asambleas de barrio que cada 20 de agosto, día del cumpleaños de Juan Sabines, celebraban también su creación.

“El Partido Orgullo Chiapas se perfila como la opción de izquierda moderna cercana a la gente y se compromete a impulsar políticas públicas que lleven inmerso el sentir de la población”, decía uno de los postulados del organismo. En esa “izquierda moderna” se afiliaron funcionarios sabinistas como Alejandro Gamboa López, ex secretario de Desarrollo y Participación Social, y Jaime Culebro Guillén, ex titular del Instituto de Comunicación Social. Sorprendentemente, al poco tiempo de su creación el POCH había logrado organizar Comités Municipales en un 75 por ciento del territorio chiapaneco.

El primer dirigente fue Carlos Alberto Herrera Ruiz, amigo personal y ex colaborador de Sabines Guerrero, que fue asesor de los diputados del PRI en el Congreso del Estado y luego titular del antiguo Comité Estatal de Construcción de Escuelas, hoy INIFECH. Quien había sido acusado de acoso laboral y de sustraer varios millones de pesos de los fondos de COCOES, era premiado con un liderazgo partidista.

En las elecciones de 2012, el POCH ganó -¿ganó?- dos presidencias municipales y tres diputaciones locales.

María Isabel Aguilera, esposa del mandatario y entonces presidenta del Sistema del DIF Chiapas, fue nombrada dirigente estatal del partido en sustitución de Herrera. El objetivo de colocarla en esa posición no sólo era tener el control político, sino también impedir que personas ajenas al grupo de Juan Sabines tuvieran acceso a las prerrogativas que por supuesto iban a parar a las cuentas bancarias de la cúpula del POCH.

Isabel Aguilera llegó a Chiapas a finales de los años noventa. Es originaria del estado de Tlaxcala donde además ganó un certamen de belleza. Cuando pisó por primera vez tierras chiapanecas lo hizo con una sandalia cuyo costo no podía rebasar los doscientos pesos. Su atuendo de aquellos años, humildes y baratos, no se compararon con los que se marchó al finalizar el gobierno de su esposo. Pues eran prendas de diseño exclusivo.

Cuando asumió la dirigencia del POCH, el 17 de agosto de 2012, era toda una señora adinerada y soberbia, pero ignorante del buen oficio político. Su liderazgo en el partido fue una simulación. De acuerdo con los comentarios de Mercedes León Hernández, cómplice y fiel ayudante de la ex primera dama, Isabel Aguilera mandaba las instrucciones a los subordinados desde un lugar desconocido y a través de videoconferencias y mensajes de whatsapp. Ella era quien cobraba los 389 mil 205 pesos que el IEPC entregaba al partido mensualmente como parte del financiamiento público.

Además de los sustanciosos recursos recibidos por el IEPC se rumoró que el partido de Juan Sabines recibía carretadas de dinero del erario de los chiapanecos por autorización de Nemesio Ponce. Fue un festín de corrupción en el que se beneficiaron muchos miembros de la mafia sabinista, mismos que hoy siguen regodeándose en la impunidad, jugando golf, bebiendo champaña, viviendo en lujos departamentos en Cancún, la Ciudad de México, Acapulco y Miami. Mientras los dueños legítimos de ese dinero padecen hambre y mueren en las comunidades rurales por enfermedades curables como la fiebre y la diarrea.

 

En los comicios de 2012, el POCH obtuvo solamente 21 mil votos. Con eso quedó confirmado que su creación no fue para robustecer la democracia y presentarse ante el gran electorado como una alternancia política de éxito y vanguardia, sino como una caja chica con la que el gobierno de Sabines Guerrero pudiera seguir saciando su voracidad.

Parte esencial de su fracaso electoral fue la mala elección de sus candidatos. Para muestra un botón, dice el dicho. Primeramente, le dio la candidatura al gobierno del estado a Marvin Lorena Arriaga, que después de ser encargada de elaborar la síntesis informativa de la Comisión Estatal de Derechos Humanos pasó a ser directora del CONECULTA con un rendimiento desastroso. Sin una pizca de simpatía y con grandes dotes caciquiles, fue desechada.

Marcela Bonilla Grajales fue quien después asumió esa candidatura, cuyo mayor logro era haber sido señorita Chiapas en el lejanísimo 1987. Ahora bien, ¿a quién se le ocurrió la grandiosa idea de que una restaurantera que sabe más de la preparación de las botanas de carraca y chuti podía generar una campaña política competente? La campaña de Bonilla Grajales fue un ridículo monumental no sólo por la ignorancia de ésta, sino también por la estupidez de los que la hicieron candidata.

CHIAPAS UNIDO

El Partido Orgullo Chiapas es hoy Chiapas Unido. El dirigente actual es Miguel Ángel Córdova Ochoa, “El amigo Migue”, uno de los políticos del sabinato más acaudalados del estado. Pesan sobre él señalamientos de nepotismo, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, corrupción con los programas sociales y desvío de recursos públicos de cuando tuteló la Secretaría de Desarrollo y Participación Social.

 

El presidente municipal de La Concordia, Emmanuel Córdova García, es su hijo, y pertenece a ese partido. Es un hijo de papi que abandona sus responsabilidades en la localidad por andar de antro en antro en Tuxtla Gutiérrez. Es un borracho empedernido. Le gusta exhibirse como un político poderoso, un empresario ganadero dueño de ranchos, camionetas de lujo y residencias. Pero en realidad es un rufián que se siente intocable por las influencias de su padre.

Hace un par de días un grupo de ciudadanos lo acusó de estar desviando los recursos que el Gobierno Federal envió para los afectados del sismo del 7 de septiembre pasado. Dicen que pretende utilizar dicho dinero para financiar la campaña electoral de su hermano Miguel Ángel Córdova García, al que busca imponer en la alcaldía así como él fue impuesto por su progenitor.

De esta forma se conduce el partido y los militantes de Chiapas Unido. El líder Córdova Ochoa es un títere que obedece las órdenes de Juan Sabines Guerrero.

Piense en esto: cada voto suyo para ese partido y para la alianza en la que esté agrupado, será un voto para que Juan Sabines siga gobernando en el estado y lucrando con las necesidades de los chiapanecos. ¡Chao!

@_MarioCaballero

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